Sigrid se encontraba viendo al Dios de los mares y al padre de la humanidad, los analizaba con sumo detalle.
- El parecido es ridículo. - comento, Adán la miraba con su típica expresión desinteresada y su esposo con cansancio.
La sala se ilumino por la intensa luz verde, anunciándoles el final de la pelea, vieron al dios de cabellos naranjas, el cual miraba a su alrededor con confusión, sin entender el cómo había llegado a ese lugar.
Al ver a su tío se sorprendió, ya que pensaba que había sido asesinado en el combate anterior, el rubio ignorándolo fue a tomar asiento, no sin antes tomar un libro de los que anteriormente le había llevado Sigrid.
- Qué bueno que te encuentras bien. - miro a la que le había hablado, esta le extendía su mano para poder ayudarlo a levantarse, la acepto con gusto poniéndose de pie. - me alegra saber que Jack no vio el broche. - dijo tomándolo y haciéndolo desaparecer.
- No entiendo que está pasando. - comento confundido y miro al rubio, el cual leía su libro. - Poseidón. - llamo - ¿me podría decir por favor que está pasando? - este no le respondió, solo cambio de página ignorándolo completamente.
- Eso te lo explicarán las Valquirias. - agrego la pelirroja. - con gusto te lo explicaría yo misma, pero, tengo que irme. - miro a las hermanas y estas asintieron. Poseidón cerro su libro y lo dejo en la mesa, esta lo miro.
- Esta vez te acompañare y no protestes. - dicho eso, tomo una capa negra que había por ahí y se cubrió, para después salir de la habitación, Sigrid resoplo, no tenía caso hacerlo cambiar de opinión, miro al de cabellos naranjas.
- Nos vemos luego. - dicho eso, salió tras su esposo.
La pareja se encontraba caminando en dirección a la sala de espera del próximo concursante, los dos se encontraban en silencio, aunque eso no duro mucho.
- ¿Cómo es que sigues con vida? - pregunto el de mayor altura, esta no respondió. - habla. - ordeno demandante, por ahora, se había olvidado del cariño hacia la pelirroja y toda la felicidad que sentía al tenerla de nuevo con él, lo que quería ahora eran respuestas.
- Al morir...deje mi alma en un estado de espera. - explico. - pero no podía volver de la nada, necesitaba un conducto que me trajera de vuelta a este lado, así que...no tuve más opción que esperar. - poseído seguía viendo hacia el frente sin dejar de caminar. - gracias al Ragnarok pude volver. -
- ¿Cómo mantuviste tu alma en espera por tantos años? -
- puedo hacer más de lo que aparento. - eso no era necesario decirlo, lo tenía bastante presente, el rubio se detuvo, Sigrid también lo hizo para mirarlo, creyó que la iba a regañar y a reclamar, pero no se esperó que este la sostuviera de la cintura y la abrazara, no tuvo que pensarlo para corresponder al abrazo.
- No tienes idea de cuánto te extrañe, no sabes las veces que Njörðr pregunto por ti. -
- Los escuche hablar...- confeso. - ¿por qué se culpa a él mismo? - pregunto preocupada.
- Una vez escucho a un par de dioses hablando sobre ti y tu muerte, tenía diez años, dijeron que habías muerto por culpa de Njörðr, y por eso mismo él se culpa de lo sucedió, sobra decir que no vivieron. - explico el rubio recordado aquel día. - y no fue por mi mano. - aclaro - se parece mucho a mi casi siempre, pero tiene tu alegría, no le importa casi nada, los asuntos que se le hacen irrelevantes simplemente los ignora. - Sigrid rio. - pero no cuando se trata de ti, el tema ya era delicado para él antes, después de eso...empeoro. -
- Dime... ¿en qué panteón es reconocido? - pregunto separándose del abrazo para mirarlo a los ojos.
- Nórdico. - ante eso, Sigrid se separó totalmente de Poseidón y comenzó a levitar celebrando por eso.
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Ragnarok el regreso de Sigrid [Poseidón]
RandomEntre las sombras de la arena del Valhalla, se esconde alguien en especial. La mayoria, la desconocen, otros la dan por muerta. Su nombre, prohibido de mencionar. Un dolor muy grande que dejó con su partida. Pero... Ignoraron algo... ...puede ha...