Caminaban uno junto al otro, en total silencio, entre ellos solo se escuchaban las pisadas que daban, eso hasta que Sigrid decidió romper el silencio.
- ¿saldrás? – pregunto la pelirroja. El contrario no respondió, aunque tampoco era necesario, suspiro ante su silencio, el cual le confirmo su pregunta. – bien...Ten. – Le lanzo un broche, Beelzebub lo atrapo sin dificultad alguna, aun mirando al frente. Detuvo su paso y miro a la pelirroja, la cual ahora se encontraba un par de pasos por delante de él. – se lo mucho que te emociona pensar que alguien te pueda matar, así que te voy a dar la opción. – el pelinegro la miraba fijamente. – ya tu sabrás si ponértelo o no. – sin más comenzó a avanzar.
- ¿De verdad piensas que perderé? – la pregunta hecha por el señor de las moscas hizo que esta detuviera su paso.
- ¿y de verdad pensaste que los humanos iban a lograr estar por encima de los dioses? – contra ataco con otra pregunta. – esto dejo de ser predecible hace mucho. – retomo su paso, esta vez, para no detenerlo.
No sabía lo que haría el pelinegro, es verdad, no quería que nadie muriera, y si no la hubiera descubierto, le hubiera puesto el broche ella misma, pero las circunstancias eran otras, y... lo quería dejar a su criterio, él sabrá que hacer, después de todo, era su decisión.
- Hermana ¿no crees que deberíamos decirle? – pregunto la menor nerviosa.
- No. – contesto de inmediato.
- Pero ¿y si la señorita Sigrid se llega a enterar? –
- ¿si me llego a enterar de qué? – al escuchar la voz de la pelirroja a las Valquirias se les helo la sangre, ambas voltearon con lentitud, topándose con la mirada confundida de Sigrid. - ¿y? –
- Q-Que no te enteres del siguiente luchador. – contesto rápidamente Brunilda nerviosa. Esa respuesta solo hizo que la diosa frunciera el ceño, claramente confundida.
- De igual forma me iba a enterar. –
- S-sí. – interrumpió Goll – e-e-es que... el siguiente e-es... -
- ¡UN GENIO! – termino la oración Brunilda.
Sigrid parpadeo un par de veces sin entender nada.
- Bien... emmm... ¿vamos? – pregunto comenzando a avanzar, pasando a las Valquirias.
- C-claro, jaja-jaja-jaja. – la pelirroja miro a Brunilda por el rabillo de su ojo de forma extraña.
Cuando la diosa se alejó lo suficiente, Brunilda tomo por el cuello de la blusa a Goll y la acerco a su cara, quedando a pocos centímetros levantándola levemente del suelo.
- Escucha, si ella llega a enterarse que no le pusimos el broche a Qin Shi, desearas que solo te cuelgue de cabeza en un acantilado con solo un hilo podrido. - comento con un tono de ultratumba, la cara de Goll se torno azul por el terror.
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Ragnarok el regreso de Sigrid [Poseidón]
RandomEntre las sombras de la arena del Valhalla, se esconde alguien en especial. La mayoria, la desconocen, otros la dan por muerta. Su nombre, prohibido de mencionar. Un dolor muy grande que dejó con su partida. Pero... Ignoraron algo... ...puede ha...