Capítulo 9

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Sigrid regreso con las valquirias, las cuales esperaban expectantes a la próxima batalla, noto que su esposo no estaba con ellas, eso la preocupo, ya que creía que el rubio llegaría antes que ella por su velocidad, iba a preguntar, pero detuvo sus futuras palabras al ver al rubio acercarse. Este al ver a su mujer asintió indicando que si le había dado el broche al humano y la pelirroja sonrió con alivio.

Heimdall presento al siguiente luchador de los dioses, el cual era Buda, pero este una vez lo presentaron camino tranquilamente al otro lado de la arena mientras Heimdall le indicaba que era del lado contrario, el rubio tomo el Gjallahorn del más pequeño para después hacer un anuncio.

- Uh...probando, probando. – los dioses lo miraban sin entender mientras reían. – voy a pelear por la humanidad, así que, amm...gracias. – todos se sorprendieron por lo dicho y los dioses empezaron a gritar mientras reclamaban, Buda solo destruyo el cuerno y suspiro pesadamente. – Cállense. – ordeno – si los dioses no los salvan...yo lo haré. Y si cualquier dios...se mete en mi camino... lo matare. – amenazo.

Poseidón solo mantuvo su mirada neutra, indiferente ante esa situación, mientras Sigrid, no sabía si sentirse conmovida o llorar, pues nuevamente su plan se fue por la Borda, ya que, si Buda peleaba por la humanidad, el dios que peleara contra él no tendría salvación si perdía, la pelirroja y el rubio vieron a la Valquiria mayor, la cual se mantenía impasible.

- Brunilda si sabias de esto por lo menos me hubieras comentado. – hablo la de origen Nórdico mirando mal a la de cabellos oscuros.

- "en todo el cielo y la Tierra yo soy el elegido" ... ¿no es así? – los tres presentes miraron sin entender el por qué las palabras de la mujer. – desafortunadamente...Buda...es demasiado engreído como para dejar que le digan que hacer. –

- se parece a ti. – comento Poseidón a la pelirroja y esta lo miro mal.

- No soy engreída. –

- Pero nunca dejas que nadie te diga que hacer. –

- Me case con Tigo. –

- Eso fue porque no tenías opción. – iba a hablar, pero Brunilda se le adelantó.

- ¿Podrían dejar su pelea para otro momento? – los dioses miraron a la de cabellos oscuros. – gracias. –

La Valkiria les conto lo que Buda le había comentado momentos antes de la batalla, por supuesto no falto un severo enojo por parte de la pelirroja, pero ya no podía hacer nada, Zeus había aprobado eso, lo que no le extraño a ninguno de los dos dioses, sabían cómo podía llegar a ser él.

- déjame preguntarte algo...- Sigrid no esperaba oír esa voz, al menos no en ese momento, pudo identificarla claramente. - Buda, ¿estas preparado para que todos los dioses seamos tus enemigos? – pregunto Odín.

- Dios, que insistentes...- dijo mientras suspiraba. - ¿no acabo de decirlo? Amigo o enemigo...bueno o malo, Dios o Humano...nada de eso importa... porque en este mundo... ¡solo importo yo! – Sigrid se pegó en la cabeza mentalmente, sin duda, jamás había conocido a alguien tan engreído.

Nuevamente los dioses empezaron a reclamar, mientras Buda solo mostraba una sonrisa mientras preguntaba quién sería su contrincante, un barco flotante apareció, las Valquirias miraban asombradas el barco, mientras los dioses mantenían su cara neutra.

Se trataba de los dioses de la fortuna.

No sabía el porqué, pero la pelirroja tenía un extrañó presentimiento sobre estos, había algo raro con sus almas, lo sentía...mas no podía identificar que era.

- Nosotros...no somos siete...- ante lo dicho por Bishamonten la pelirroja frunció levemente el ceño sin entender. - en el comienzo de todo...éramos solo una. – abrió los ojos con claro impacto. – las siete desgracias...provoquen la destrucción. –

Ragnarok el regreso de Sigrid [Poseidón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora