Capítulo 19

654 58 0
                                    

pocos saben cómo surgió la amistad entre Beelzebub y Sigrid, no era muy común que el pelinegro entablara una amistad, en especial tomando en cuenta su forma de ser.

- ¿Tú eres Beelzebub? – Detuvo su andar, girando levemente la cabeza mirando a la chica por el rabillo de su ojo. – mucho gusto, soy... - no termino.

- Aléjate. – devolvió su mirada al frente y siguió avanzando. Sigrid frunció el ceño por cómo le hablo el peli negro.

- ¡Oye! No es mi culpa que estes pasando un mal día, yo solo me acerque a saludarte tratando de ser amable, no tienes por qué tarar así a las personas que son amables con Tigo. – la miro nuevamente, pero esta vez claramente molesto por lo que dijo la pelirroja, esta ni siquiera se inmuto de la mirada enojada del de ojos rojos, manteniendo su postura y su claro disgusto por el trato reciente hacia ella. – ahora... volvamos a empezar ¿quieres? – propuso. – mucho gusto, me llamo Sigrid. – termino de presentarse. El pelinegro no dijo nada, solo ignoro a la pelirroja y continuo su camino, Sigrid solo lo miro con una mirada cansada. Comenzó a levitar, alcanzado al más alto, levitando sobre su cabeza mirándolo a la cara. – sabes... no quedaría mal un "hola" de tu parte. –

- Deberías irte a casa. – hablo nuevamente, mirándola con el ceño levemente fruncido.

- Mmm...No. – contesto con una sonrisa. – en el fondo no quieres que lo haga. –

- ¿y cómo puedes estar tan segura de eso? –

- Solo lo se. - le dedicó una sonrisa, se incorporó, bajando al suelo nuevamente quedando frente al más alto. – siempre estas triste, eso lo vengo viendo desde hace tiempo. –

- ¿y cómo puedes saber que estoy triste sin siquiera conocerme? – pregunto, claramente irritado.

- El alma no miente sabes. – hablo dedicándole una sonrisa, al contrario. Frunció un poco el ceño, pero ya no hablo. – oye... ¿no quisieras hacer algo divertido? – propuso, Beelzebub devolvió su mirada a ella, iba a negarse ante la propuesta, pero la pelirroja hablo primero. – y no aceptare un no como respuesta. – cerro sus labios levemente abiertos por lo dicho, examino a la chica, seguía mirándolo con una sonrisa amistosa, la cual no mostraba ni una pisca de hipocresía, se preguntaba por qué se había acercado tan repentinamente a él, no lo conocía de nada, y suponía que ya había escuchado los rumores sobre él.

- ¿no has escuchado los rumores? – con tristeza oculta decidió preguntar, desviando la mirada de la chica.

- Si, pero decido ignorarlos, no creo en rumores absurdos. – contesto.

- Esos rumores son ciertos. – confirmo el más alto, ocultando el dolor que sentía revelando eso. – yo... - no termino.

- Tomare el riesgo. – rápidamente miro nuevamente a la pelirroja, sorprendido por lo que había dicho, la analizo, y no mostraba ningún miedo o arrepentimiento por lo que había dicho, estaba totalmente segura de sus palabras. – entonces... ¿vamos? – miro la mano de la chica, todavía sorprendido.

Después de ese día, Sigrid y Beelzebub frecuentaban verse, algunas veces (por no decir mayoría) este ayudaba a la pelirroja con sus planes, y claramente, a meterse en problemas, le daba mucha gracia ver como la pelirroja siempre se metía en problemas y como salía de ellos con frecuencia, y otras veces, solo para platicar, le agradaba su compañía, pues ya no se sentía solo, sabía que tenía a alguien con él, pero también le asustaba, pues el cariño solo aumentaba, y le asustaba despertar y ver su mano atravesando el pecho de la pelirroja.

Su puerta fue tocada, y después pudo ver a la chica entrando a su oficina con un libro en mano.

- Oye, mira lo que... - no termino, pues se había tropezado un una pila de libros, cayendo al suelo, sin poder soportarlo más, el pelinegro comenzó a reír. – ¡no te rías! – reclamo. – no es gracioso. – levantándose, sacudiendo su falda, miro con reproche al pelinegro. Suspiro y sonrió para ella misma, mirando, al contrario, le alegraba al fin verlo reír. – iré por unas galletas. – anuncio retirándose.

Ragnarok el regreso de Sigrid [Poseidón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora