Christopher Bang, un cambia formas que se apodera de un pueblo pidiendo ofrendas a cambio de dejarlos vivir.
Seungmin, un sirviente que es dado en ofrenda para calmar al mounstro del bosque dando como resultado un amor imposible entre bestia y donce...
Se escuchaba el cantar de los pájaros, la brisa del aire y aquel sonido de las hojas de los árboles moverse de un lado a otro.
Todo estaba muy tranquilo, Seungmin se encontraba acostado en el pasto disfrutando de aquella vista tan hermosa, Chan, su Channie.
--- ¿Te gusta la vista? --- pregunto el mayor.
--- Eres lindo --- dijo tímido.
Bang sonrió de igual forma ocultando el leve sonrojo que empezaba a notarse en sus mejillas.
--- Te traje aquí porque es un lindo lugar y es tranquilo para hablar... Hay mucho que debo contar --- dijo detrás de un suspiro.
--- Te escucho --- el peli blanco se quedó acostado en en pasto disfrutando de aquella agradable brisa.
--- Fue hace muchos años, yo solo tenía dieciocho cuando todo eso paso, tenía una vida normal, mi madre era... la reina del pueblo al igual que mi padre...
Seungmin abrió sus ojos sorprendido, sospechaba que el peli rojo era un príncipe pero una cosa muy diferente era confirmarlo.
--- Tenía dos hermanos menores que llenaban mi vida de felicidad, todos en la familia teníamos magia, yo podía ver el futuro cada vez que dormía al igual que mi mamá y mi papá, eran buenos reyes, los mejores diría yo pero como sabes... si algo lo ven mal todos empiezan a creer que es malo, los que teníamos magia éramos pocos y el pueblo vio mal que toda la familia real tuviera magia así que empezaron los problemas, habíamos entrado en tres guerras pero por suerte ganamos cada una de ellas.
Chan tomo un momento en silencio, le costaba hablar de todo eso, aún dolía...
--- Si no quieres seguir esta bien... --- dijo el menor.
--- No... debes de conocer mi pasado --- respondió Bang --- Después llego al reino una princesa heredera al trono y quede enamorado de ella, era linda y muy amable con todos, nos casamos y ese día fue el mejor día que el pueblo pudo tener, todos celebraron olvidándose del porque había comenzado todo eso, poco después, cuando cumplí veinte años tuve un hijo... un nuevo tesoro que cuidar.
Kim no pudo evitar sentir celos, nunca espero eso del mayor aún así no dijo nada y se mantuvo en silencio para dejar que el mayor terminara su relato.
--- A los dos días de que mi pequeño nació empezó un nuevo problema, el pueblo empezó a esparcir un rumor sobre un hechicero con magia poderosa que los estaba matando y fue cuando empezaron a quemar aquellas personas que tuvieran magia para sentirse mas seguros, invadiero0n el castillo y se llevaron a todos al centro, primero ataron a mi madre y padre de las manos y los pies... les prendieron fuego y murieron... yo no pude hacer nada para salvarlos, no podía salvarme a mi mismo tampoco, vi como mataban a mis hermanos con rocas, sus gritos y sollozos nunca los olvidare.
El peli rojo pudo sentir sus lagrimas salir sin su permiso, recordar aquella escena lo hacía sentirse mal, no logro salvar a la familia que tanto amaba, el menor se levanto y recargo su cabeza en el hombro de Chan mientras sobaba su espalda.
--- Mi esposa... ella... fue la que inicio todo, ella mato a nuestro propio hijo frente a mi, me dijo ella en realidad estaba ahí para terminar conmigo y mi familia, me sentí destrozado, había confiado en ella siempre pero nos traiciono a todos, las personas del pueblo me dieron esta maldición... me hicieron inmortal para poder destruirme a mi mismo sin sentir nada, si hablaba con alguien lo iban a matar, estaba condenado, fue entonces cuando los maldecí a todos a un destino peor que la muerte y en ese momento la diosa Atenea bajo dándome la habilidad de ser un cambia formas, me convertí en dragón frente a todos, ataque primero a quien era mi esposa matándola... después me fui sobre el pueblo y un domo apareció al rededor del reino impidiendo la salida de los pueblerinos, mi castillo quedo abandonado y volví a él, aparecieron varios arboles al rededor como un escudo así se creo el bosque y me apodaron la bestia del bosque... era completamente un monstruo que nadie quería ver...
Seungmin lo miro y le dio un cálido abrazo, no sabía lo tanto que había sufrido Chan, necesitaba amor, necesitaba compañía, antes tenía todo pero ahora no tenía nada solo lo tenía a él.
El mayor correspondió al abrazo acariciando las mejillas del menor.
--- Yo si te quiero ver Channie... sufriste demasiado pero ahora estoy aquí contigo si es que me aceptas a tu lado --- dijo el menor con sinceridad.
--- Claro que te acepto Minnie... te voy a proteger todo lo que pueda, nada te va a faltar --- Bang beso las mejillas del más bajo haciéndolo sonreír --- Sabes... cuando llegue al castillo me di cuenta de todo, la que se hacía llamar mi esposa tenía un medicamento que me daba cada noche en un café haciendo que perdiera mi magia por eso no soñé nada sobre aquella noche pero... contigo fue diferente, semanas antes te soñé y estuve al pendiente del pueblo, fue cuando ví a aquel hombre tratarte mal y le di su merecido, desde esa vez no he vuelto a soñar más.
--- Era destino encontrarnos --- dijo Kim sonriendo.
--- Empiezo a creer que si --- Bang lo cargo haciendo que se sentara sobre su regazo, abrazo al menor dejando suaves caricias en las mejillas contrarias.
--- Me gustas... --- susurro el peli blanco.
--- A mí igual... --- Chan acuno la cara de Seungmin entre sus manos y se acerco con lentitud a él juntando por primera vez sus labios.
Tan suaves, tan dulces, inexpertos y sensibles, le habían gustado los labios del menor, Bang puso sus manos en las caderas de Kim y las apretó al sentirse excitado por los besos del peli blanco.
Aquel beso tímido se convirtió en uno hambriento y necesitado por parte de ambos, Chan quien lo comí en tan solo un beso y Seungmin quien aún estaba aprendiendo a besarlo.
--- Quiero hacerte mío... si tu quieres... solo si tu quieres --- susurro Bang con voz ronca y a la vez seductora.
Kim sonrió y dejo un beso casto en los labios del mayo moviendo un poco sus caderas al no saber como se hacía.
--- Si quiero...
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