Christopher Bang, un cambia formas que se apodera de un pueblo pidiendo ofrendas a cambio de dejarlos vivir.
Seungmin, un sirviente que es dado en ofrenda para calmar al mounstro del bosque dando como resultado un amor imposible entre bestia y donce...
--- Tranquilo Minnie... ¿Por qué lloras? --- pregunto Chan sobando la espalda del menor.
--- Es que vomite --- respondió el peli blanco llorando mientras abrazaba al más alto.
--- Pero ya paso, es normal, mejor te voy a dar algo de comer ¿si?
Kim asintió y limpio sus lagrimas.
--- Bien... hay algo que debo decirte, me di cuenta de eso hoy --- el peli rojo mirando al menor.
--- ¿Es algo malo?
--- No, solo que, al parecer al tener un bebé mío, te esta cuidando y... eres inmortal al igual que yo, por eso tu herida sano rápido, mientras estés en cinta nadie podrá hacerte nada, eso me lo dijo la diosa Atenea cuando me convertía en un cambia formas.
--- ¿Entonces a fuerzas me tenias que embarazar?
--- No, desde antes ya te protegía.
Ambos rieron y se quedaron abrazados contando cosas graciosas para ambos hasta que algo los interrumpió, el olor a quemado se hizo presente, Chan dejo a Kim en la cama y miro por la ventana asustándose al ver su bosque siendo quemado.
--- Agarra rápido tus cosas, debemos irnos --- dijo asustando al peli blanco quien rápido se levanto.
--- ¿Vienen por nosotros? --- pregunto Seungmin.
--- No... vienen por mi, debes irte de aquí antes de que te encuentren.
--- No me puedo ir sin ti... prometiste estar conmigo ¿recuerdas? --- el menor corrió hacia Bang abrazándolo con fuerza, no quería alejarse de él, tenía miedo.
--- Se lo que dije pero es peligroso, debemos irnos de aquí lo más pronto posible --- tomando su forma de león negro cargo a Kim en su espalda empezando a correr hacía la entrada para abandonar el castillo.
Chan corrió tan rápido como sus piernas le permitieron, al salir se encontraron rodeados de varios soldados incluyendo a la reina.
--- Ahora no eres tan fuerte ¿verdad? --- dijo en tono de burla, se bajo de su caballo y se acerco a ambos --- yo siempre gano Seungmin, no me importa a quien tenga que matar, yo siempre ganaré y ni se les ocurra hacer algo para salvarse tu amigo muere.
Seungmin la miro con odio, sus ojos se tornaron de rojo nuevamente y se bajo del lomo de Bang.
--- Ni se te ocurra hacerle nada a mi madre o a Jeongin o si no-
--- O si no ¿qué? --- interrumpió la mayor --- Tu no tienes control sobre mi, yo soy la que manda aquí, no tienes ningún derecho a darme ordenes.
--- Si lo tiene --- dijo Baekhyun bajando de su caballo junto a Taeyeon --- Él es mi hijo, el verdadero ascendente al trono así que tiene derecho por encima de ti.
Sunmi se quedo sin palabras, miro al menor quien parecía no entender nada tampoco, miro a Taeyeon tomar la mano de su esposo y frunció el ceño.
--- ¿Por qué estas con esta pordiosera? --- reclamo la reina.
--- Porque ella es la verdadera reina de este pueblo no tú, a parte... Félix no es mi hijo, puedes irte con el rey con quien me engañaste.
La castaña sintió su sangre hervir, su secreto había sido revelado, todo era verdad, había engañado a su esposo diciendo que iba a tener un hijo de él cosa que no era cierto, una noche anterior le había dado una hierva que lo hizo dormir aprovechando que no iba a recordar nada para fingir que tuvieron relaciones.
Perdió la paciencia y tomo a Kim del cuello con fuerza.
--- Ninguno de ustedes dirá nada, ¿Quieres a tu hijo no es así?, pues más te vale hacer todo lo que yo te diga.
Chan gruño y corrió hacia la reina para atacarla pero algo lo impidió, sintió una flecha ser clavada en su lomo, le había dolido, era raro que algo le doliera, algo no estaba bien.
--- No me olvide de ti... al ser la reina tengo mis propias cosas ocultas, no mate a todos los magos del pueblo, me quede con los más fuertes, sabia que los iba a necesitar, debes agradecerme bestia, gracias a los magos pude encontrar algo para ti, dejaras de ser inmortal con la diosa Atenea dijo, al parecer ahora tengo más poder que los propios dioses.
El peli rojo la miro, nadie a parte de Seungmin sabía todo lo que había pasado, todo estaba mal, por segunda vez tenía miedo de perder a su familia, era como si las cosas se estuvieran repitiendo de nueva vez.
Vió como los guardias tomaban al rey y a la madre de su pareja, todo se estaba repitiendo de nuevo, vió el lugar en donde aquella flecha lo había lastimado, estaba sangrando, la herida no sanaba, ya no era inmortal...
--- ¿Recuerdas esto? --- pregunto la mayor riendo --- Yo soy la reencarnación de ella...
Bang la miro, no podía creerlo, la persona culpable de que se convirtiera en inmortal había reencarnado,
--- Todos reencarnamos bestia o debería decir ¿príncipe Bang? --- dijo con orgullo --- Tus padres son sirvientes en mi castillo... tus hermanos... ahora me sirven --- señalo a Minho y a Sunho --- Y tu hijo... lo encontré también, reencarno con buen aspecto y ahora creo que es un buen pinto pero llego a invadir mi territorio en el reino, le espera la misma muerte y a ti también, esta vez vas a morir, esa flecha tenía magia sanadora que ni los mismos dioses tienen, ya no eres inmortal... ya no podrás defender a tu familia de nuevo.
--- Te lance una maldición a ti y a todo el pueblo... ¿Cómo sigues aquí?
--- Tu maldición aún nos afecta... nos sigue a todas partes pero ya estoy acostumbrada, yo misma mato a las personas cercanas a mi, tu estúpida maldición nos condeno a todos, sufrimiento tras sufrimiento, te culpo a ti Chan.
--- Yo no tuve la culpa de nada, tu si.
--- Sea mi culpa o no ya llegaste al final desgraciadamente, esta vez me encargare de que no vuelvas a renacer --- dijo apuntando una flecha al pecho del peli rojo.
--- ¡No! --- gritó Seungmin, no quería que mataran a la única persona que lo acepto a pesar de no ser alguien en la vida.
Los guardias dejaron inconsciente a su madre, no querían que usara su magia, era el fin de todo, ya nada se podía hacer, todo estaba perdido y la persona que amaba también lo estaba.
Varios pensamientos inundaron la cabeza de Kim, alzo su vista viendo como aquella flecha se clavaba en el cuerpo de Bang, había dado justo en el corazón deteniéndolo de inmediato, Chan había muerto.
--- Es el fin... y sigues tu --- amenazó la mayor.
Aquellos ojos llenos amor y bondad se terminaron de tornar en un rojo brillante lleno de odio y ganas de venganza.
--- No... este es tu final --- dijo sonriendo...
Nadie espero lo que venía, ni siquiera la propia reina.
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