Christopher Bang, un cambia formas que se apodera de un pueblo pidiendo ofrendas a cambio de dejarlos vivir.
Seungmin, un sirviente que es dado en ofrenda para calmar al mounstro del bosque dando como resultado un amor imposible entre bestia y donce...
Los dioses no estaban de acuerdo con lo que Sunmi estaba haciendo, mandaron a Seungmin como su propio guerrero para quitar a la reina del trono, desde el momento en que Kim nació ya estaba destinado a terminar con la reina.
El destino se encargo de juntarlo con Chan, la bestia del bosque, todo ya estaba planeado, ambos se enamorarían y el peli blanco terminaría en cinta adquiriendo la magia que el peli rojo pudiera tener.
Seungmin no solo era protegido de los dioses si no que también por Bang, un semidiós que lo había estado cuidando sin querer desde hace años atrás hasta el día de hoy.
Era el día en el que la reina finalmente iba a pagar todas sus culpas, los dioses se unieron entre si brindándole más poder al menor del que ya poseía, sus ojos rojos, la magia corriendo por sus venas, un cambia formas y ahora siendo inmortal también, Kim era el nuevo semidiós.
--- Este es su fin su majestad, ha causado varias muertes en este reino solo para obtener lo que en un principio no era suyo si no de mi madre --- dijo el menor.
--- ¿Crees que me importa?, yo soy la reina ahora y puedo tener todo lo que yo quiero, incluso si quiero matarte aquí mismo puedo hacerlo --- amenazó apuntando una flecha al menor.
--- Inténtelo, no le tengo miedo porque quien debería temer es usted por desobedecer a los dioses y hacerlos enojar.
--- Eso dejo de importarme hace años, yo era poderosa pero por culpa de esa bestia a quien tienes a tu lado quede maldita, así que busque mi propia felicidad.
--- Mataste a tu propia familia incluyendo a tu hijo, nada de esto estaba bien.
--- Yo lo quería todo y lo tuve a cambio de una estúpida maldición que me costo la vida y ahora que reencarne de nuevo lo voy a lograr incluso si tengo que matarte --- la mayor lanzo la flecha pero esta se quemo al estar cerca del menor impidiendo que lo lastimara.
--- Ya no más su majestad --- el peli blanco tomo su forma de tigre blanco y se fue contra la reina mordiéndola con fuerza.
--- No se queden parados ¡Hagan algo! --- ordeno la reina a todo sus guardias pero ellos al estar asustados se fueron corriendo.
Minho y Sunho se quedaron cerca pero no hicieron nada para ayudar a Sunmi, entre ambos intentaron llevar a Baekhyun, Taeyeon y Chan lejos de ahí.
Seungmin siguió atacando a la mayor desquitando todo el enojo que cargaban aquellos pueblerinos que murieron a causa de la maldición.
La mayor llamo a los magos que la habían ayudado pero también escaparon asustados, Kim tomo su forma de dragón blanco y emprendió el vuelo llegando hasta donde aquel domo le permitió.
Miro a la reina quien no podía levantarse, rugió con fuerza rompiendo el domo al rededor del reino haciendo que las personas salieran de sus casa ante el fuerte temblor que sacudió al reino.
La hora había llegado, se escucharon pisadas de caballos por el camino que conducía al bosque, era Tánatos, dios de la muerte, Sunmi lo reconoció enseguida, se había salido con la suya volviendo a reencarnar pero ahora no podía escapar.
El dios de la muerte tomo su alma llevándosela con él, la maldición desapareció de cada uno de los habitantes del reino, eran libres después de tantos años.
Kim bajo con cuidado volviendo a su forma normal siendo rodeados por las personas quienes estaban asustadas ante lo sucedido, todo se estaba repitiendo pero esta vez nadie iba a morir.
El menor corrió hasta donde estaba Chan acariciando su cara, no quería perderlo, no se imaginaba estar sin él.
--- Channie... despierta por favor... prometiste no dejarme, dijiste que te ibas a quedar conmigo y me ibas a cuidar, no me dejes --- dijo llorando, no quería perderlo, quería pasar el resto de sus días con él.
Su desesperación era tan grande haciendo que la diosa Afrodita se apiadara de él.
--- No llores... te devolveré el amor que te fue arrebatado de tus manos a cambio de algo, lo que más quieras en esta vida... --- dijo la diosa.
--- No tengo nada que ofrecer, solo puedo ofrecer mi vida a cambio de la de Chan... --- dijo con seguridad el peli blanco.
La diosa afrodita al ver los sentimientos puros del menor acepto pero no se llevaría nada a cambio, era una prueba que tenían que pasar, Seungmin la había pasado, su seguridad lo hizo ganarse la aprobación de la diosa.
Entre todos los dioses le devolvieron la vida a Chan, merecía tener otra oportunidad al no ser culpable de todo lo que paso, pensaron en hacer lo correcto dejando que todo el pueblo poseyera magia, dejando a Kim y Bang como seres inmortales llenando al pequeño bebé que el peli blanco cargaba en su vientre dotado de bendiciones por parte de los dioses.
El peli rojo abrió sus ojos lentamente viendo al menor a su lado.
--- Channie... --- Kim lo abrazo sintiéndose aliviado, la persona que amaba estaba con vida nuevamente.
Había cumplido su propósito, los pueblerinos hicieron reverencia ente sus reyes ya que Chan era quien realmente debería estar gobernando el reino.
Baekhyun junto a Taeyeon estaban felices de ver a su pequeño feliz, tendrían una platica demasiado larga, empezando con Félix quien a pesar de no ser hijo legitimo del rey, lo había cuidado como uno.
Chan se levanto teniendo cuidado con Seungmin y lo tomo de la mano.
--- ¿Serías mi rey? --- pregunto abrazando al menor.
--- Si quiero --- respondió feliz sin soltar al mayor.
El pueblo festejo ante la respuesta del menor, un nuevo reinado comenzaba y al parecer iba a ser el mejor de todos los tiempos que duraría años.
Todos estaban iniciando un cambio, algo que debía haber pasado hace años, todos habían aprendido la lección, la sociedad debía entender ciertos aspectos, si tan solo no hubieran hecho lo de aquel día no hubieran cargado con la maldición.
Vivir un destino peor que la muerte, esa maldición los atormentaba día a día hasta que se rompió siendo libres para volver a empezar dejando atrás sus errores y no volver a cometerlos.
Todos volvieron a sus hogares incluyendo a Baekhyun y a Taeyeon quienes debían hablar con Félix, no sabían si lo tomaría bien pero todos merecían una explicación.
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