Capítulo 21: Viejas amistades

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Tumbado en la cama sin poder dormir y medio desnudo, observaba a Bakugo dormir plácidamente. Le gustaba verle dormir pero sobre todo, sonreía cuando sentía la calidez de sus fuertes brazos abrazarle. Hoy no era el caso, aún no le había abrazado. Se quedó dormido completamente en cuestión de segundos tras el sexo y aún así, allí estaba él, acariciando su rostro con suavidad mientras le veía dormir.

— ¿Vas a quedarte toda la noche ahí despierto mientras me observas? – preguntó Bakugo sin siquiera abrir los ojos.

— Me gusta verte dormir, aunque suene casi como un acosador.

— Tú no eres un acosador, solo un nerd – sonrió Bakugo – con manías y costumbres muy raras.

Izuku sonrió al escuchar aquello. Él y Kacchan siempre fueron buenos amigos hasta que un día... todo cambió. Aún eran muy pequeños pero algo ocurrió que hizo que se separasen irreparablemente. Nunca pensó que su amistad acabaría de esa manera y mucho menos, que lo que una vez pensó que sería algo sin solución, acababa de esa forma. Una vez admiró a Bakugo, con el tiempo, sólo trató de no ser una molestia para él y ahora, se daba cuenta que estaba enamorado de él pese a su turbio pasado.

— ¿Por qué no te giras, dejas que te abrace y te duermes a mi lado? mañana podríamos ir a tomar algo a algún bar en la ciudad, si quieres. Te llevaría después del trabajo.

— Vale, me parece bien. Sobre todo si tú me vas a invitar.

— Eres un idiota si crees que no te iba a invitar, nerd.

Izuku se giró y se acurrucó ligeramente en cuanto sintió los brazos de su novio rodearle. Se sentía bien aunque todavía no se acostumbraba a la palabra "novio". Era raro decir algo así y sonaba más extraña aún si tenía que decirla en alto.

Con el calor que desprendía el cuerpo de Bakugo, en apenas unos segundos, se durmió. Era relajante y se sentía completamente protegido a su lado. Por un instante, Izuku tuvo la esperanza de que todos sus malos momentos junto a él, quedarían para siempre en el pasado y a partir de ahora, formarían nuevos y mucho mejores.

Bakugo había madurado, o eso quería creer. Lo veía día a día esforzarse en mejorar sus modales, en intentar ser mejor persona de la que fue y aunque todavía quedaba un largo recorrido por delante, Izuku estaba dispuesto a darle el beneficio de la duda y estar a su lado para ver el cambio. Al fin y al cabo, siempre admiró la fuerza y la valentía de Bakugo Katsuki.

***

La vida nocturna en esa ciudad siempre era muy animada. Era cierto que anochecía temprano pero eso no impedía en absoluto que la gente siguiera saliendo a disfrutar de los establecimientos abiertos. La gente seguía comprando, yendo a los bares o incluso a los karaokes.

En el camino hacia el bar, Izuku y Bakugo se cruzaron con bastantes grupillos de adolescentes que se metían en los diferentes karaokes de la ciudad. Era habitual en gente de su edad, incluso en los que no eran de su edad. La afición por el canto era muy normal en todo Japón.

— Recuerdas cuando nosotros también hacíamos estas cosas con los compañeros de la UA – sonrió Izuku – me encanta el karaoke.

— Lo sé – dijo Bakugo – aunque se te da fatal cantar.

Izuku se sonrojó porque era verdad, él nunca fue bueno en nada relacionado con la música y aún así, de las pocas cosas con las que Bakugo jamás se metió con él, cantar o bailar fue una de ellas pese a lo patoso que era para ello.

— Tú fuiste a un conservatorio mucho tiempo, ¿no es así?

— Sí. Me gustaba tocar la batería y mis padres me apuntaron para que aprendiera.

Redescubriendo el amor (Boku no hero: Baku-Deku-Baku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora