Capítulo 17: Un "te quiero"

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Otro día más, Inasa volvía a la agencia de Endeavor para cumplir con su misión. Era muy extraño que una agencia tan grande y de tanto prestigio como la suya recurrieran a llamar a alguien de otra agencia; sin embargo, debía ser que al quedarse Shoto sin su compañero por esa misión de infiltración y espionaje que llevaban Bakugo e Izuku, preferían que Shoto trabajase con él en ese caso.

Todo el mundo decía que trabajar con Shoto era sencillo, a él no se lo parecía en absoluto. Shoto se movía rápido entre las calles al más mínimo indicio de peligro o cuando le filtraban la información por el auricular. Inasa nunca se había considerado lento, pero... admitía que las reacciones de Shoto le volvían loco. Quizá al resto de héroes les parecía sencillo trabajar con él porque ni siquiera se molestaban en seguirle, le dejaban hacer el trabajo y para cuando llegaban a la escena, Shoto ya estaba marchándose a otro lado. Le recordaba a Endeavor.

Por suerte, tras una semana trabajando con él, había aprendido la forma de llegar a la velocidad. Si una vez le resultó fácil ganarle utilizando el hielo para facilitarle la conducción de la corriente de aire, ahora que Shoto había aprendido a propulsarse además con las llamas de su lado izquierdo, provocó que le llevase unos días acostumbrarse a esos cambios de temperatura de aire para poder alcanzarle, pero por fin... era capaz de seguir su ritmo.

No podía negar que a Bakugo le debía resultar bastante más fácil trabajar con Shoto, al fin y al cabo, se propulsaba también con las explosiones y utilizaba el hielo de Shoto como punto de apoyo en caso de necesitarlo. Ambos hacían un gran equipo pero... ahora Bakugo estaba trabajando en esa misión con Izuku Midoriya.

— Perdonad, ¿habéis visto a Todoroki? – preguntó a los primeros héroes que se cruzó en el pasillo. Hacía cinco minutos que le buscaba y no había forma de encontrarle. Por lo general, Todoroki era muy puntual y le esperaba siempre en el mismo lugar. Hoy no estaba allí.

— No, lo siento, no le he visto en toda la mañana.

— Creo que estuvo trabajando anoche. Hubo alguien que no pudo venir a su turno y le llamaron para que le sustituyera – susurró otro de los héroes que pasaba cerca y pudo escuchar la conversación –. Estará quizá en el dojo o puede que en la sala de descanso.

¡Ese chico no descansaba ni un segundo! Fue lo primero que pensó Inasa al escuchar que pese a haber tenido su turno de tarde, se había quedado también toda la noche para echar un cable en la agencia al resto de compañeros.

— Gracias. Le buscaré en ambos sitios – susurró Inasa antes de hacer una reverencia para agradecer la información.

La agencia de Endeavor era enorme y la afluencia con la que entraban misiones y salían héroes era desbordante. Inasa siempre soñó con trabajar en un lugar tan concurrido, pero a la vez, ver a Shoto trabajar tanto tiempo le creaba un cierto conflicto en su interior. No le gustaba que forzase tanto ni que no se cuidase lo suficiente o tuviera tiempo libre para descansar o hacer otras cosas. Ese chico ni siquiera tenía un hobby y no porque no pudiera, sino porque jamás le habían permitido ser él mismo como para descubrir todo un mundo aparte de entrenar y ser un héroe.

Al llegar a la sala de descanso, Inasa abrió la puerta con cuidado y sigilo. La luz entraba por las ventanas pero aquello no parecía importunar el sueño de Shoto Todoroki. Tumbado de lado en el sofá, con sus párpados profundamente cerrados y con su brazo izquierdo apoyado bajo todo su cuerpo pero dejando la mano fuera del asiento en el aire, Inasa sonrió al verle dormir como un niño pequeño. Debía estar agotado y ahora entendía el motivo por el que no había llegado a tiempo a su turno.

Cerró la puerta tras él y se acercó al sofá acuclillándose frente a Shoto. Girado hacia él, no se inmutó. Inasa movió su mano hasta el rostro del chico e hizo el amago de apartar un poco su flequillo de la cara, pero se contuvo. Pensó que eso podría despertarle y no era su intención hacerlo, sin embargo, sí se fijó en la mano izquierda que mantenía la palma hacia arriba entreabierta. Colgaba en el aire y era plenamente visible. ¡Tenía heridas! Más bien, tenía quemaduras y supo al instante que estar constantemente propulsándose con esa mano al descubierto, dejando escapar el calor de forma tan abrupta, le estaba pasando factura.

Redescubriendo el amor (Boku no hero: Baku-Deku-Baku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora