Capítulo 26: Nueva misión

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¡Cabreado! Así era como se encontraba Bakugo cuando le habían dado el alta médico, pero la baja laboral durante quince malditos días. ¡Odiaba estar sin hacer nada! Sin embargo, cuando Shoto le llamó y le dijo que hiciera la maleta porque se iban a una misión secreta, Bakugo no tardó ni dos segundos en desmantelar todo su armario y tratar de meterlo en una de las maletas.

Le gustaba trabajar, le gustaba ser un héroe. Eso es lo que él era y no podía evitarlo.

Pese a sus heridas y el dolor, sacó la maleta con rapidez frente a la puerta principal y esperó a que Shoto diera señales de vida. No tardó en aparecer. Ni le dio tiempo a tocar el timbre cuando ya estaba abriendo la puerta ante un sorprendido Shoto que se quedó con el dedo en el aire al lado del timbre.

— ¿Va en serio? – preguntó Shoto con ganas de haber podido terminar la faena.

— ¿El qué? Va, vámonos. Hay muchas cosas que hacer.

— Pero si aún no te he contado ni la misión – dijo Shoto.

— Da igual lo que sea, me sirve mientras sea trabajo. Sabía yo que ese médico de pacotilla no me dejaría quince días fuera de servicio.

— Bakugo... para la empresa Endeavor, estás fuera quince días – dijo muy seriamente – y si alguien pregunta, estás de vacaciones. Sólo te llevo a mi misión porque eres mi compañero pero harás el mínimo esfuerzo posible. Yo me ocuparé de las peleas.

— Sí... sí... – dijo como quien intenta contentar con una respuesta aunque pensaba en hacer todo lo contrario. Shoto sonrió al escucharle. Ese chico era muy difícil de tratar y por mucho que él dijera que sí se mantendría al margen, en el fondo, Shoto sabía que era incapaz.

Shoto caminó tras su compañero. Si al principio dudó sobre si su plan tendría éxito, ahora lo dudaba todavía más. Si su padre se enteraba de todo esto... le caería una buena, pero era algo que creía realmente necesario.

Ambos entraron al taxi para ir al aeropuerto. Shoto había tratado de ser muy cauteloso con las cosas pero la verdad era que, al final, poco a poco, Bakugo iba sacándole cosillas sobre la misión.

— ¿En serio vamos a ir en avión? Mmm, debe ser el extranjero o quizá alguna isla de por aquí, pero... no creo que los villanos tengan mucho interés en islas pequeñas, sí, debe ser el extranjero.

Shoto sonreía ante los delirios e hipótesis que lanzaba su amigo.

— ¿Quieres relajarte? Ya llegaremos.

— Dime de una vez a dónde vamos.

— ¡Qué pesado eres! A la isla Taketomi.

— ¿Taketomi? ¿Y qué se nos ha perdido allí? – preguntó Bakugo con una expresión mucho más decaída – es una isla muy rural, de las más tradicionales. Apenas hay nada de interés. Unas cuantas posadas... algunas tiendas y mucha gente trabajando los campos.

— Ya te enterarás cuando lleguemos. Es una misión de suma importancia y es la base de la operación.

¡No estaba conforme! Se le notaba en la expresión de su rostro. Su ánimo había decaído en un instante.

El viaje en avión fue silencioso, terriblemente silencioso para lo que era Bakugo. Para Shoto, fue un viaje tranquilo en el que pudo dormir. Casi tres horas para llegar a esa isla remota, apartada de todos lados, donde la tradición seguía siendo lo más importante y sus espléndidas playas pese a atraer a algunos visitantes y turistas, no eran de las más bulliciosas por su lejanía respecto a Japón. Para Shoto, era, sin duda alguna, el mejor lugar donde pasar unas vacaciones, pero no pensaba decirle a Bakugo que toda la misión... era tomarse unas vacaciones.

Redescubriendo el amor (Boku no hero: Baku-Deku-Baku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora