El acosador y la ninfómana - "Huir o morir"(Segunda temporada)

John Owen Haner.

{Brian}

Hoy es siete de marzo del 2015, son las tres de la madrugada y _________ rompió bolsa. Estoy conduciendo lo más rápido que puedo, pero con mucho cuidado hasta el centro médico. Llamé a la doctora Smith anunciándole que el bebé ya no se hará esperar. ¡Estoy tan nervioso! Pero me mantengo enfocado en el camino.

Conduje por media hora; las contracciones de ________ eran cada vez más seguidas. Al llegar, aparqué frente a la entrada de emergencia. Tomé a ________ en brazos, e ingresé al centro médico; de inmediato una enfermera se acercó con una silla de ruedas, en dónde senté con sumo cuidado a mi esposa. La llevaron a la sala de parto, y me dejaron ingresar con una cofia y una bata de color celeste.

_________ cerraba sus ojos y gemía del dolor; no soportaba verla así, pero sé que es algo natural. La doctora Smith entró rápidamente en la sala, y se acercó a _________. Le preguntó cada cuanto tenía contracciones, aproximadamente; luego le realizó tacto vaginal para comprobar la dilatación.

-¡Bien!, la dilatación de tu útero va progresando pero aún no estás lista. Recomiendo que camines por la habitación para ayudar un poco. Sé que estás nerviosa, pero todo saldrá bien. <<Dijo la doctora, tomando la mano de _______ para tranquilizarla. Luego se retiró>>

Mientras ________ caminaba de un lado al otro por la habitación, comenzó a tener contracciones muy dolorosas, a juzgar por su cara, y se hicieron cada vez más seguidas. La doctora ingresó nuevamente a la habitación, y le hizo tacto vaginal a ________ otra vez.

-¡Finalmente! Diez centímetro de dilatación. <<Dijo, entusiasmada>> muchachos, comencemos con el procedimiento. <<Ésta vez se dirigió a los dos enfermeros que se encontraban allí>>

Un enfermero monitoreaba un aparato que marcaba las pulsaciones de _______; ese sonido me ponía demasiado nervioso. El otro le dijo a mi esposa que se pusiera de costado, para poder colocarle la epidural. En unos minutos hicieron que se posicionara boca arriba, y le colocaron los pies sobre dos soportes a cada costado de la camilla. El trabajo de parto comenzó, y ________ gritaba al pujar. Su cara estaba roja, y estaba muy sudada; yo sostenía su mano, y dolía como el infierno cuando ella apretaba con demasiada fuerza la mía, pero no me importaba porque sé que el dolor que estaba experimentando era terrible.

Mi dulce esposa estaba agotada, pero debía seguir pujando. Luego de unos minutos de mucho esfuerzo, pude oír el más melodioso de los llantos. El llanto de mi hijo, Owen. Lágrimas de emoción recorrían mis mejillas. Uno de los enfermeros limpió al pequeño con una toalla, y luego lo envolvió en una manta para entregármelo. Era el segundo ser más bello que mis ojos habían visto, porque el primero era mi bella esposa, _______. Me acerqué a ella, y le di a nuestro hijo; su mirada dejaba notar el cansancio que sentía, pero enseguida se le iluminó el rostro cuando observó al pequeño en sus brazos. Jamás olvidaré esto, ha sido el mejor día de mi vida.

_________ fue dada de alta en la tarde del otro día. Se veía muy bien, y no dejaba de hablarle cariñosamente al pequeño. Ver esa imagen disparaba mi corazón a la velocidad de la luz. Finalmente tenía una hermosa familia, que protegería por el resto de mi vida.

Ahora puedo decir que soy una persona genuinamente feliz. Amo a mi esposa y a mi hijo de manera incondicional. Son lo mejor que me ha pasado en la vida.