Después de un año | Toji x Lectora x Satoru

Capítulo 18

Toji odia los hospitales.

Las paredes blancas lo marean. Asemeja los pasillos del hospital a corredores en donde la única dirección es la muerte. Recuerdos agrios, dolorosos y amargos, que pensó que tenía enterrados, comenzaron a desenterrarse hasta salir a la superficie.

Siempre cuando ve un hospital recuerda a una sola persona; la madre de Megumi.

Aquella mujer de cabello corto que dio a luz a su primer hijo. Aquella mujer que sostuvo a su hijo sólo por unos segundos en sus brazos antes de que todo empeorara. Aquella mujer que tenía la esperanza de vivir una vida feliz junto a su familia, ver crecer a Megumi, estar ahí cuando en sus primeros pasos o cuando su primer diente caiga , pero... no obtuvo nada, solo la dicha de poder ver el rostro de su primogénito en sus últimos minutos de vida.

Perdió su vida a cambio de dar a luz una bendición. A veces Toji se pregunta, ¿valió la pena? Quiere decir, ¿valió la pena la vida de Megumi a cambio de la vida de su primer amor?

En ese entonces no tenía ninguna  respuesta a esa pregunta. Pero ahora, que tiene el corazón en su mano mientras ve a su hijo acostado en una camilla de hospital, cree que tiene una respuesta, sin embargo, no es positiva ni negativa; es neutra, en donde la única explicación que se da a si mismo es que si así sucedieron las cosas... tiene que seguir. Y ahora es cuando, nuevamente, comienza a enterrar el recuerdo de la madre de Megumi para recordarla más tarde.

Toji seguramente cometió muchos errores en el pasado, e incluso los sigue cometiendo, pero sus hijos no son ningún error. Sin embargo, ver a su hijo descansar, después de que fue operado de urgencia de apendicitis, le hace preguntarse si él es el error.

¿Tan mal padre es como para no darse cuenta que su hijo tenía dolencias? Claramente, lo es. Es un padre terrible. Se sentía tan mal consigo mismo por no darse cuenta.

Toji trata de pasar el mayor tiempo posible con sus hijos cuando no está en su "trabajo" o contigo, pero el tiempo que les dedica no es suficiente cuando debería estar con ellos día y noche. Siempre culpa a su trabajo, ya está cansado de buscar excusas relacionadas a eso, pero es que es la verdad.

Si no fuera porque se acercó a los Zenin, si no fuera porque recibe el hostigamiento de su tío para convertirlo en un jodido Zenin más, si no fuera porque siente que tiene ojos sobre él, Toji no tendría ocultos a sus hijos de los bastardos Zenin.

Naobito Zenin ha expresado interés en un futuro jefe de su negocio. Ha dejado saber, indirectamente, que prefiere a otra persona que a su propio hijo. Si supiera de la existencia de Megumi, ¿lo entrenarán para convertirlo como Naobito Zenin?

Toji no lo permitiría. Jamás permitiría que sus hijos se críen en el mismo ambiente tóxico que él se crió desde que nació. Y tampoco es como que en estos momentos pueda huir con sus hijos para vivir sin preocupaciónes. Toji aún le debe dinero a Naobito, y si huye sin saldar su deuda, sabe que su tío lo buscará incluso por debajo de las piedras.

El dinero es lo fundamental en la vida, ya sea tener escaso dinero para vivir una vida de pobres o tener mucho dinero para vivir una vida llena de diversos lujos. Pero poco le importan esos lujos mientras, sea como sea, pueda mantener a sus hijos a su lado. Aunque aveces se pregunta si ellos estarían mejor con otra persona

Si Megumi y Tsumiki tuvieran otro padre, ¿estarían viviendo mucho mejor? Esos pensamientos le duelen tanto y lo hacen sentir un completo inútil.

— ¿Cómo es que no nos enteramos? — Toji cuestionó en voz alta.

Ima lo escuchó, pensando que se dirigía a ella, pero Toji aún seguía pensativo hablando consigo mismo, cuestionandose miles de cosas con respecto a él y también sobre... Ima.