Por Amor a las Gomitas © #1

°11. ¿Desayuno Nocturno?

-¡¿Qué tú qué!? -exclamo sorprendida, con mis manos sobre la mesa. Casi grito. Hugo está sonrojado de la vergüenza.

-Lo que escuchaste -responde en un murmuro, cubriendo su rostro con la gorra de su uniforme.

-¿Cómo qué te gusta Heidi? -vuelvo a exclamar. Hugo hace Shh- Ustedes se odian o eso parece.

No caigo en el mundo. ¿Dónde estoy? ¿En un libro? ¡¿Qué Hugo qué?!

-Lo sé, es muy cliché. Ella es muy terca, odiosa e insoportable; pero sus ojos, su sonrisa, los momentos en los que nuestras personalidades no chocan y todo es hermoso, cuando me entiende y a veces me golpea porque soy un poco lento -cuenta, soltando un gran suspiro, luego hace un puchero-. Un día sólo la ví con otros ojos -empieza a jugar con sus dedos sobre la mesa.

Yo aún estoy perpleja. ¿Cómo qué a Hugo le gusta Heidi? Ellos se la viven peleando, insultándose, haciéndose bromas y lanzado miradas, que si ellas mataran ellos no existirían. Hasta creo que ni se tienen agregados al Whatsapp.

Estoy demasiado confundida.

-¿Desde cuándo? -digo después de pasar mi shock.

-Unos días antes de fundar el club -responde, con su mirada hacia abajo.

Y de repente mi mente hace un click.

Diosito, ¿cuando caí en un cliché?

-Por eso nunca nos quisiste decir el nombre de tu crush...

Bien guardadito se lo traía. Desde hace casi dos años.

-Sí, y odio que se la pase hablando de lo lindo que es el rubio nuevo del salón -expresa, soltando aire por la nariz.

Ay, está celoso...

-¿Qué piensas hacer al respecto? -le pregunto, entrelazando mis dedos sobre la mesa.

Activando modo psicóloga.

-No sé -responde en un suspiro-, sólo quiero que dejé de hablar sobre ese chico. Que hable sobre mí, conmigo, que su atención esté en mí.

Te entiendo, Hugo, yo sé lo que es que esa persona siquiera te mire.

-¿Alguno de los chicos sabe?

-No. Ashley está todo el santo día con Dustin. Ramiro está en su círculo depresivo. Cooper anda con las prácticas de equipo de Basquet. Guille, tú sabes cómo es Guille, que de repente aparece y luego desaparece y Kim, pues, esa es otra que anda en su mundo. Sólo estas tú y ni tanto, porque parece que andas en un pelea de si Malcolm o el otro chico nuevo... Warren.

Lo dice rápido pero entendible. Es verdad, desde hace tiempo todos andan en un mundo diferente, pero lo último me deja helada. ¿Cómo qué eligiendo si Malcolm o Warren? No entiendo.

-Espera... ¿cómo que ando eligiendo? -pregunto, necesito una explicación.

-Sí, un día te la pasas con Malcolm, otro con Warren. Te ríes con Malcolm y andas enojada con Warren. Warren te sigue a todos lados y eso no le gusta a Malcolm. Hablas con Malcolm y eso no le gusta a Warren -explica-. Eso es raro, ¿no creés?

Sí es muy raro, viéndolo desde el punto de vista de otra persona, pero Malcolm es a quién amo y Warren es sólo un amigo que tiene que cuidarme por órdenes de la enfermera.

«Piensa bien», dice mi subconsciente. No le presto atención.

-Sí, es muy raro pero nunca me detuve a pensarlo -rasco mi cabeza.

¿Pero es que no queda claro que me gusta Malcolm?

-Espero que cuando lo pienses bien, no sea tarde -Hugo menea sus rulos y vuelve a colocarse la gorra.