¿Qué hacer cuando el chico nuevo que te acosa, te está acompañado en la enfermería de tu instituto? *Buscar*
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Gracias por nada, Mentoogle.
¿Por qué no me mandaron a Malcolm? Ya no se qué hacer. ¿Qué se supone que hago en estos momentos? ¿Me voy? No, no puedo; tengo que esperar a la enfermera. Creador de las gomitas, ayúdame, un desconocido acosador me está mirando muy lindo, con sus ojos muy lindos.
«No seas tan detallista, Bianca»
—¿Quién eres? —es lo único que puedo decir por mi estado de shock y confusión por el desmayo, tampoco recuerdo su nombre.
—¿Tanta atención me prestaste en el salón? —coloca su mano en su pecho, en modo ofensa, luego ríe un poco. Mi cara debe ser todo un show— Warren Eyesid —sonríe.
Aún en mi estado de confusión, su sonrisa me derrite. Es tan linda, dentadura blanca de dientes un poco pequeños, es tan... hijo de las gomitas ácidas. Así no.
—Bia-
—Bianca Becker, lo sé —se encoje de brazos—. Eres la alumna favorita de los últimos dos profesores que he visto —quedo boquiabierta por lo dicho. No sabía que era la favorita de esos profesores—. Capto rápido, ¿eh? —comenta de forma orgullosa.
Wow...
Ahora que este chico me conoce más que yo misma, debo preguntarle algo.
«¿El por qué es tan lindo?»
No, eso me lo guardo.
—¿Qué me pasó? —le pregunto sin despegar la vista de sus hermosos globos oculares, todavía no decifro el color de sus ojos, es una increíble mezcla de azul claro y gris.
Los míos son color caca a pesar que mi papá tiene ojos verdes con rayones cafés y la familia materna de mi mamá tiene los ojos verdes aceituna. Dios, ¿de dónde sacaste mis genes?
—Se te bajo la presión arterial —responde, bailando su vista por todo mis rostro—. No desayunaste, ¿verdad?
Sí.
—No completamente todo... —muevo mis manos para crear espacio entre nosotros y alivianar cualquier tensión que cree en mí.
—Luego tomaste o comiste algún tipo de azúcar —sigue por mí, dubitativo.
Bueno, fueron dos tipos de azúcar, y la de el Sprite tiene más que las gomitas...
—¿Cómo lo sabes? —me siento en la camilla con un poco de dificultad, mareos, falta de hierro en mi cuerpo según Internet. El chico se acomoda en su silla, lejos de mí. Perfecto.
—Te hicieron análisis de sangre —replica—: Azúcar alta —ríe sin gracia con una pequeña sonrisa—. No deberías comer mucha azúcar, terminarás siendo diabética.
«Es lo que te digo siempre, Bianca» apoya mi subconsciente.
¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? ¿Cuánto tiempo lleva analizar la sangre?
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Por Amor a las Gomitas © #1
Novela Juvenil¿El primer amor es el que te llamó la atención primero o el que te hizo sentir cosas primero? Dificil pregunta, ¿no? Y más cuando eres una adolescente de casi 16 años, que se la pasa llenando su cuerpo de azúcar. Bianca, 15 años, Géminis y fanática...