Si Gon se invitaba solo a su departamento no importaba, si lo abrazaba de la nada tampoco, menos que lo besara. Entonces, ¿que lo usara? ese hecho tampoco le molestaba.
Las grandes manos pálidas lo sostenían de la cintura apenas había abierto y cerrado la puerta detrás de él. Sus cuerpos chocaron, sus ojos se encontraron. Killua pensó que aquel moreno de labios gruesos y varonil figura era lo más adictivo que había probado en su vida, y como un buen adicto a una brillante droga, quería volver a pasar su lengua sobre ésta.
O tal vez solo quería apreciar a Gon, como una persona en un museo de arte, o un niño al ver un caramelo.
Subió su mano derecha al rostro del mayor, acariciando un poco su mejilla y barbilla antes de posicionar su pulgar sobre aquella boca que le fascinaba. Gon abrió un poco sus labios, atrapando la punta del dedo ajeno en estos. El menor dio un pequeño y casi imperceptible sobresalto y Gon sonrió sin dejar de verlo con aquellos inmensos ojos marrones soñadores, felices, y ahora suplicantes. Esos ojos tan expresivos que podrían engañar a cualquiera al fingir inocencia.
No pudo resistirse, se agachó un poco, sus respiraciones se mezclaron y, cuando menos se dieron cuenta, un nuevo beso comenzó. Lento, tortuoso, sucio por la saliva mezclada. Killua siguió acariciando aquellas sonrojadas mejillas hasta que sintió una mano en su entrepierna, sobre la rígida tela de mezclilla de sus pantalones. Necesitó separarse un momento, pero se lo impidieron, volviendo a aquel choque en el cual el otro tenía mayor control debido a su gran aguante de respiración. Al Freecss le gustaba escuchar los ruidosos "plop" al liberar la otra boca.
—¿En qué piensas?— Preguntó con su característico poco pudor, sin soltar aquella parte que mimaba de forma tortuosa y brusca por la prenda. La frente del Zoldyck se recargó en su hombro, siendo capaz de escuchar más de cerca los bajitos gemidos que le erizaron la piel.
Que lo animaban a más.
A punto de hacer otro movimiento, una mano apretando su trasero le causó un ligero jadeo por la sorpresa.
—En lo que seas que tú estás pensando.— Gon sonrió y subió sus manos hasta el cuello del más alto, acariciando un poco su nuca, sintiendo el pequeño cabello blanco entre sus dedos.
—Llévame al cuarto.— Susurró, como si fuera un gran secreto. Como si estuvieran escondiéndose.
Las delgadas manos bajaron de sus glúteos a sus muslos, apretando un poco y agradeciendo que ese día solo llevara shorts, unos cortos shorts que permitían tener contacto directo con aquella piel caliente besada por el sol.
Un movimiento hacia arriba y el más bajo quedó a merced del otro; y esto a ninguno de los dos le molestaba. Gon besaba las mejillas y cuello de Killua, y éste desviaba sus pasos a su recamara para dejar a Gon hacer aquellas marcas que tanto le gustaba formar en su blanca piel, y que él tendría que cubrir después con algún cuello de tortuga. —Te amo, Killua.— Exclamó antes de morder un poco su hombro. Le gustaban esas palabras, su nombre y esa frase combinaban muy bien. Nunca las olvidaría y el otro siempre tendría que volver a repetirlas.
Él no respondió nada, simplemente se dedicó a seguir su camino dando un corto beso en la mejilla del Freecss, apretando más la piel que cuidaba.
Volvió a recordar aquella prenda que tendría que usar al siguiente día al verla puesta en esa silla junto a su escritorio. Llevar ropa abrigadora en plena época de calor a veces era una tortura, pero si era por aquel chico, podía hacer lo que fuera. Morir de calor.
Es increíble hasta donde se puede llegar por alguien que en algún momento fue tu amigo.
El cuerpo de Gon sobre el colchón rebotando un poco, y sus risillas por esto. Como dos chicos de universidad normales que pasaban un momento divertido.

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Daddy Issues
FanfictionUn albino sostenía a un pequeño infante entre sus brazos, éste lloraba mientras se quejaba. -Prometo que lo voy a hacer bien esta vez.- Dijo Gon. -Hoy no quiero ver a papá.- Respondió su hijo. FINALIZADA. =Basada en la canción del mismo nombre =Mund...