Daddy Issues

07

Sabía que pronto la lluvia caería, se había quedado demasiado tiempo en el lugar pero no pudo evitarlo, necesitaba el dinero extra al ser un nuevo estudiante graduado mal pagado. 

Abrazó al bebé de apenas unos cuantos meses a su pecho, el niño dormía para fortuna del moreno. "La leche se ha acabado." Otro problema se presentaba delante de él. "Si puedo llegar al centro comercial nos podremos refugiar, comprar su comida y luego volver a casa." Miró con pena a su hijo para acunarlo más, se acomodó la gorra y comenzó a correr intentando que sus saltos fueran con gracia y delicadeza, así tal vez el pequeño Gon no se despertaría y tomaría la turbulencia como algo relajante.

Cuando Ging sintió las gotas en su espalda apretó los labios y aceleró más el paso. No quería que el bebé se mojara, eso podría provocar que se enfermara y, aparte de no tener el dinero suficiente para permitirse más allá de las consultas que de por sí el pequeño requería, sabía que a esa edad cualquier cosa podría poner en riesgo la vida de su hijo.

Después de un par de minutos al sentir como su espalda estaba más húmeda que seca no le quedó de otra, buscó rápidamente un lugar donde refugiarse en medio de esa selva de concreto. "Si yo me mojo puede que mi temperatura baje, eso no sería bueno si seré su principal fuente de calor por un rato." Sus ojos se iluminaron al encontrar un gran sobresaliente de un edificio que funcionaba como un techo para ellos.

Corrió hasta él y se encogió hasta quedar en cuclillas, siendo protegido de la recta lluvia, pegando al niño más a él (si eso era posible), preservando el calor. "—Buh, ah.—" Los pequeños balbuceos lo llamaron, la mirada ámbar del joven de veintitrés años bajó hasta el pequeño bebé de cabellos negros que portaba un mameluco verde que adoraba. Gon metió su mano a su boca sin dejar de ver a su padre con felicidad ignorando todas las preocupaciones que acechaban al mayor.

"—Sí, lo sé, esta situación es horrible.—" Apartó la mano de su boca, suponía que tenía hambre y por eso lo hacía, su abuela alguna vez había dicho que el que los bebés comieran aire era malo. "—No te preocupes mocosito.—" Tomó con gentileza la punta de la nariz del bebé causando que los grandes ojos marrones lo vieran con curiosidad. "—Te quite la nariz.—" Sonrió jugando antes de volver a "colocarla", recibiendo una pequeña risa. "—Debes respirar bien, no la pierdas o mueres, ¿puedes tener una muerte de cuna a esta edad? Supongo...—" Los ojos del bebé comenzaron a cerrarse. "—Hey, no, no hagas eso después de mencionar algo como eso, me asustas.—" Picó levemente la mejilla del menor de los Freecss, éste extendió sus manitas hacia su progenitor que agachó su cabeza para dejar a su hijo tocar su rostro y reír. "—No te preocupes, dentro de unos minutos la lluvia se detendrá, iremos por tu leche y podrás dormir o hacer del baño... ¡Los pañales!— Gritó de sorpresa provocando un llanto en Gon. Ging comenzó a mecerlo reprendiéndose su acción mentalmente. "—Perdón, ya, ya, no era para ti.—" Y de los cambios extraños que podría tener la criatura tan rara llamada bebé, éste comenzó a cerrar sus ojos para dormir un rato más ignorando que hacía poco lloraba.

"—La lluvia ya va a parar, Gon.—" Miró al cielo, a esas espesas nubes grises que lo amenazaban y que adoraba. "—Cuando crezcas podrás jugar bajo la lluvia, supongo que te comparé botas para eso.—" Cerró los ojos con cansancio. "—¿Te gusta la idea? a mí sí.—" Y siguió hablando por un rato con aquel bebé que no sabía si lo entendía, pero al menos lo escuchaba.

Los pitidos de su celular sacaron de su nostálgico sueño. 

Dio un salto sobre la mesa donde trabajaba, notando como la tinta se había escurrido al quedarse dormido dibujando. "Demonios." Un adulto intentaba poner en orden su nueva tormentosa vida.

El sonido seguía sonando en el aparato, supo que debía contestar, era ese tono que lo obligaba a tomar la llamada, pero seguía siendo molesto. —Kite, no era buen momento, estaba dormido.— Sobó sus lagrimales con cuidado. "El trabajo se echó a perder, al rato haré otro."