Tal vez en otra vida.

capitulo 8

                   Mini maratón 1/2
"Recuerdos que aún son un peso en la espalda o, en éste caso en el corazón."

12 de julio del 2019.

                              Cassie
Hoy era el entierro de papá. Al hacerle la autopsia los doctores nos dijeron que mi padre había tenido una muerte inmediata porque tuvo un traumatismo cráneocefálico. Yo estaba destrozada, al fin pude llorar y salir de mi estado de shock, cuando escuché a los doctores en el hospital, todo fue como un balde de agua fría, que de repente me hizo caer en la  realidad.

Nos encontrabamos en el cementerio, todos lloraban, yo no quería hablar con nadie, mis ojos ardían como nunca, una parte de mi había muerto también. Se había marchado, para siempre.

Muchos conocidos se acercaban a mi a darme el pésame y palabras de consuelo, cosa que no ayudaba en nada en absoluto.

Mi madre lloraba, parecía bastante afectada, yo en este momento la repudiaba, pues le echo la culpa de la muerte de mi papá. Todo fue su culpa, la odiaba, no la quería seguir mirando, ¿Cómo podía ser tan hipócrita?

El lugar estallaba de de personas, familiares, conocidos, amigos, y comprañeros de trabajo de mi padre, todos están aquí este día.

Muchas flores adornaban la tumba de el ser que amaba más que a nadie en este mundo. Papá era una de las mejores personas que cualquiera podría desear, buen amigo, buen hijo, buen padre, buen ciudadano.

Cuando estaban tapando la tumba de papá, caí de rodillas, grite, me retorci, llore.

Todos me miraron con lastima, odiaba esas miradas, pero en este momento no me importaba, solo lo quería de vuelta.

¿Por qué me se fue la única persona que me amaba de verdad?

...

Pasaron semanas y dias, y yo me había sumergido en una depresión fatal, ansiedad, noches de pesadillas y con insomnio. Ya mi vida no tenía sentido, quería rendirme.

Pero no lo haría, recuerdo que pasó siempre me decía:

Pequeña, la vida es una constante lucha, debemos ser fuertes, te caerás mil veces, y mil veces debes levantarte y seguir con la frente en alto. Se que suena muy cliché, pero lleva esta frase contigo siempre "Sin dolor, ¿Cómo conoceríamos el placer?"

Todos los consejos que me dió con tanto amor, los guardaba en una cajita con llave muy profundo dentro de mi corazón y alma.

Se que papá estaría muy decepcionado si me rindo tan rápido.

Así que, cuando mi madre se dió cuenta de los problemas que estába teniendo con mi salud mental decidió llevarme a un psicólogo.

Detestaba la idea, pero no pensaba negarme, quizá eso pueda ayudarme.

Terrible idea, el psicólogo que había tenido le contaba todas mis respuestas en sus consultas, pues yo había confiado mucho en ese maldito psicólogo y le termine contando que le echaba la culpa a mi madre por el fallecimiento de papá, le contó que yo la odiaba, y que contaba los días para irme de esa casa.

Cosa que me llevo más a lo profundo de el infierno.

La señora que tristemente era mi madre, todos los días después de llegar de el instituto hacía todo lo posible por volver mi vida una mierda. Reproches, malos tratos, insultos, odio, es todo lo que ella me expresaba.

Caí más en depresión, empecé a cortarme, no veía una salida de este círculo de toxicidad. Yo no me quedaba callada, le expresaba el mismo o más, odio a ella.

A raíz de todos mis problemas, perdí amistades, tuve bajo rendimiento académico, y como ya sabrán eso empeoró la relación con mamá.

El 2019 fue un año de mierda, sufrí demasiado, aún no sé cómo he podido avanzar. Aunque es algo en lo que aún estoy en proceso.

He podido superar un poco las cosas, ya no le tengo rencor a mi madre, he podido retomar un poco de chispa en mi vida. Pero aún duele, aún sigue siendo difícil, parezco estar bien, pero en cualquier instante tengo recaídas, y vuelvo a sentir ese triste vacío en mi pecho que ya no se llena con nada.

Dije que pasaría una noche comiendo palomitas, y viendo series y pelis, pero aquí estoy, teniendo un colapso nuevamente, cada noche los recuerdos tocan mi puerta, recordándome que aún no soy feliz como lo aparento.