- ¿¡Qué me estás diciendo!? Tú y Erick terminaron a media noche en un mirador. ¡Solos!- pega un chillido Darcy.
Estamos caminando por los pasillos del instituto. Habla tan rápido y con un tono tan elevado que, varios estudiantes se nos quedan mirando. Cosa que me hace sentir incómoda.
Me paso un mechón por detrás de mi oreja, llevo un moño desordenado y unas ganas de morir.
- Ssshhh, ok Darcy, ahora todos nos miran como si fuéramos unas raritas.- suelto un bufido.- Si, así fue, no entiendo tu gran emoción.
Oh no, alguien está de muy mal humor hoy.
Darcy me mira con sus ojos entrecerrados y sus labios fruncidos.
Se para a medio camino. Yo lo hago también. Mi compañera se cruza de brazos.
- ¿Por qué andas así está mañana? Llevas todo el día con cara de culo y hablándome cortante. ¿Te molesto?, ¿Tuviste una mala noche?, Por qué si es así deberías ser clara y no tratarme como si mi presencia te fastidiara.
De repente, me siento peor que antes. Me estoy comportando como una imbécil, lo sé, Darcy no merece que la trate así.
- Tienes razón dar, perdón ¿Si?. Creeme no he tenido una buena semana, peleas con mi madre, creo que lo único bueno de estos días, admito que fue ese momento en la madrugada que pase con Erick... aveces pienso que debería volver a ir al psicólogo.
Mi amiga me da una sonrisa de comprensión. Me envuelve en un abrazo y juro que esa acción me da mil años de vida, lo necesitaba.
Pasamos el resto del día en el instituto entre clases y más clases. Vi a Erick un par de veces con sus amigos de aquí para allá, pero él no me vio en ningún momento, asi que ni nos saludamos.
Después de despedirme de darcy al salir del instituto. Voy caminado por las calles de este pueblo. Gente de aquí para allá metida en lo suyo, cada quien parece estar centrado en su propio mundo. Al pasar por la cafetería donde hacen los mejores cafés (según darcy, ya que yo no la he visitado) "CoffeBooks". Para mí desgracia empieza a llover a cántaros.
¡Joder, en ningún momento el cielo parecía estar nublado desde que salí de la escuela!
Los autos con sus vidrios arriba pasan muy veloz, haciendo que los charcos que crea la lluvia terminen en las aceras, haciendo que las pocas personas que caminamos por éstas nos mojemos. Mis libretas, malditasea.
Estoy abrazandome a mi misma por el frío del fuerte viento y lluvia que caen, avanzo rápido con la cabeza baja, pensado que así podré conseguir un poco más de calor.
Estoy tan concentrada en llegar rápido a casa que, cuando un chico se interpone en mi camino, atravesandose literalmente. Me quedo bloqueada.
¿Saben por qué me quedo bloqueada?
¿Hhmm por qué él chico es increíblemente guapo?
No conciencia, bueno si, también, pero quedó así porque lo conozco.
No podría olvidar esa sonrisa egocéntrica, y esos ojos tan azules pero oscuros como la profundidad del océano. Su cabello rubio se encuentra en perfecto estado, su altura me intimida y más aún lo imponente que se ve con ese paraguas encima de él.
- Cassie.- Mi nombre en su voz me pone muy nerviosa.- Cuánto tiempo.
- Josh...q-que.- la voz apenas me sale.
- Me mudé hace unos años atrás, después de ya sabes- carraspea.- lo que pasó...
Me quedo callada, solo las gotas estrellándose contra el pavimento, y el helado viento nos rodea, los autos pasando, pero todo parece lejano, siento que estamos solo él y yo en un mundo paralelo.
- Hey, aquí hay espacio para los dos.- dice con su voz ronca y a la vez pacífica, la recuerdo bien, y eso me aterra. Me está ofreciendo espacio para entrar en su paraguas.
- Eh, no, no, gracias mi casa está muy cerca de aquí.- trato de esquivarlo y seguir con mi camino.
Pero siento el tacto tibio de su mano contra mi muñeca. Agarrándome tan fuerte que suelto un pequeño quejido.
Me suelta y quita la vista de mis ojos de inmediato.
- Malditasea, lo siento, cassie. Yo, eh quisiera hablar contigo un día de estos. De verdad, por favor creo que debo pedirte perdón, lo necesito.- escucho un Josh diferente, nunca lo había escuchado decir "por favor", y ahora su mirada parecía desesperada, y algo ¿Desquiciado?, Me daba miedo, desde aquella vez...
- Tú y yo no debemos hablar, tu perdón ya no importa, todo acabo aquella vez, no quiero recordar nada de lo que pasó, dejemos el pasado atrás.- digo apretando mi mandíbula y pareciendo una chica fuerte, pero la verdad es que estoy cagadisima por dentro.
Avanzo calle arriba, dejandolo atrás, a esos malos recuerdos, mientras me obligaba a no pensar en nada, a no pensar en lo que sucedió en el pasado con Josh, ni nada que pudiese hacerme caer nuevamente.
Huir, si, eso es lo único que se hacer.
• • •
- Maxi. Josh volvió, lo vi, te juro que no estoy delirando.- abrazo a mi almohada, mientras mi mejor amigo me observa como si me hubiesen salido tres cabezas.
- Joder, casss. ¿Qué?, Cómo?. Es confunso por qué la última vez que escuché de él supe que estaba viviendo en Oklahoma, o no lo sé, solo serían rumores.- Maxi trata de ayudarme a entender esta situación.
Doy vueltas en mi cama, tengo migraña, y creo que me dará un resfriado.
- No se que sentí al verlo nuevamente después de varios años... ¿Odio? ¿Rencor? ¿Amor? ¿Buenos o malos recuerdos?- hablo más para mí misma que con mi mejor amigo.- Creo que sentí todo eso, si, fueron esos sentimientos.
Maxi se sienta a mi lado y pasa su brazo por encima de mis hombros dándome un abrazo de lado, recuesto mi cabeza en su pecho, justo debajo de su cuello, y mes siento segura, su olor me reconforta. No lo malinterpreten, mi amistad con Maxi siempre ha sido así, desde pequeños, él siempre fue como mi hermano mayor, protegiéndome de todo, ayudándome a salir a flote nuevamente. Su amistad se siente como estar en casa.
- ¿Hablaras con él?, No me mires así Carlota, se que es no es fácil, pero quizá sea lo mejor para que cierres esa puerta, que aunque tú digas que ya estaba superada, y cerrada hace siglos, seguia medio abierta, ahí con poco luz, esperando el momento indicado para abrirse por si sola, y tú tienes que ordenar el desastre que hay después de cruzar la puerta.
Suelto un suspiro pesado.
- Lo haré... Pero me asusta max, no quiero que vuelva a pasarme algo así nuevamente, creo que él hablar con él solo traerá esa época tan fea que creí ya olvidada.
Me acaricia el cabello mientras mira en dirección a la ventana de mi habitación, afuera ya dejó de llover, el cielo se despejó y todo parece normal otra vez. Pero siguen habiendo goteras en mi, que no importa cuántas estaciones del año pasen, yo sigo con cicatrices que dejan o más bien cicatrices que yo aún no se curar y siguen ahí, abiertas haciéndome daño.
- Lo sé cass, es complicado, pero después de eso quizás sanes. Soy una mierda consolando a las personas diosmio.
Empiezo a reír y e se contagia también de mi cambio de humor tan radical.
Maxi se marcha al anochecer cuando su padre lo vino a recojer.
Y yo estoy sola otra vez, mamá aún no llega, supongo que cada vez me acostumbro más.
A eso de las 11 pm, me guindo mis audífonos y escucho canciones que puedan relajarme y alejarme de un ataque de ansiedad o algo por el estilo.
Antes de caer en un profundo sueño, pienso en Erick, en que extrañamente, lo echo de menos. ¿Por qué echo de menos con alguien que no llevo ni dos meses conociendo?. Solo se que su compañía me agrada, y no puedo ocultarlo, me siento bien cuando estoy con él, y no como me siento con maxi o chelsea, en forma de amistad, con él es diferente, aunque no fuésemos más que unos simples conocidos.
• • •
ESTÁS LEYENDO
Tal vez en otra vida.
Teen FictionCassie está rota, cassie no es feliz, aunque siempre tenga una sonrisa en su rostro... Hasta que aparece una luz en medio de su oscuridad: Erick un chico que tiene como objetivo hacerla feliz nuevamente, protegerla de todo lo que pueda lastimarla...