Capítulo 18

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No podía ser... ¿Jannies, otra vez?. Rubén se había alejado de mi y lo único que llegué a oír fue algo así como "Vale, gracias. Te quiero"... ¿Te quiero? ¡¿Tenía nueva novia?!... ¿Me mintió?
Sin darme cuenta él entró en el salón de nuevo, me miró y me dijo:

-¿Quieres ayudarme con la mudanza? Me ha llamado mi madre diciéndome que ya estaba todo preparado para ir.

-¿Ya tienes hogar nuevo?

-Sí.- Dijo él sonriendo con picardía, yo sin entender el por qué de sus labios mostrándome su felicidad.

-Uhm... Vale, ¿Pero tenemos que hacerlo ya?

-No, solo recoger unas cosas. La mudanza verdadera será dentro de unos días.

-Está bien.- Le dije sonriendo. Este chico me volvía loca...

-Bien, acompáñame.- Él se dirigió a su habitación y le seguí; En su cama había una maleta abierta de color negra, era de esas mochilas que se llevan para ir de viaje a algún sitio.- Vale, yo te voy a ir pasando mi ropa y tu la colocas, ¿Ok?

-Sí.

Estuvimos recogiendo cosas suyas por 1 hora más o menos, cuando entonces, alguien llamó al timbre, y de fondo se escuchó un "¡RUBIUUUUUUH!" con el acento andaluz típico de Mangel.

-¡MAHEEEEEEEE!- Gritó él dirigiéndose a la puerta. Yo salí al pasillo y los miré.
Rubius abrió la puerta, y se encontró a su mejor amigo y a una caja en la que llevan las mascotas para ir en un avión. Me acerqué más a ellos para poder ver que animal era, pero no logré reconocerlo. Estaban murmurando algo, pero lo único que entendí fue:

-Puéh, como estabáh mú' deprimió', te he traídoh' un gatete.

-¿¡Un gato?!

-Sí, un gatete.

-¡No jodas, Mangel! ¡Eres la hostia!- Rubius se acercó más a Mangel y los 2 se fundieron en un abrazo. No pude evitar sonreír como una boba.- ¿Puedo verlo?- Rubius tenía una mirada encantadora, muy tierna. Como la de un niño cuando es Navidad y le traen el regalo que siempre ha querido.

-Claroh', pa' algo te lo he traíoh'.

Rubius se apartó de la puerta para dejar que Mangel entrase, mientras que éste cogía la jaula con las 2 manos y entraba. Yo seguía estando algo alejada de ellos, no quería "interferir" en el momento.

-Vamóh', abre la jaula.

Rubén hizo caso y abrió la jaula. De ella salió un gato con el pelaje amarillo, era tan solo un bebé, y era precioso.

-¡Es hermoso!- Dijo Rubius mientras cogía en brazos al gato.

-Éh' una gata.

-Pues rectifico, es hermosa.- Rubius parecía muy emocionado con su nueva mascota, ya que no paraba de sonreír en ningún momento.- ¿De dónde la has sacado?

-Mi gata ha teníoh' gatetéh', y como estabáh' mú' triteh' por lo de Hachi...

-¡AY MI MAHE!- Rubius se abalanzó sobre Mangel, haciendo una escena cómica de la que no pude evitar reír, pero al parecer me escucharon, ya que se giraron los 2.

-¡______! ¿Cuánto tiempo llevas ahí, maja?- Dijo Mangel, intentando parecer enfadado.

-Desde que has llamado a la puerta.- Dije yo, riéndome con picardía.

-Ay dióh' mío.- Y empezamos a reírnos todos en carcajadas. Después de unos segundos, me acerqué a la nueva gata y la acaricié, pero en un momento dado ésta se giró y pude ver como había 2... ¿Cómo decirlo...? Ehm... 2 cosas que le colgaban.

La criaturita y su mundo [Elrubius y tú] {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora