La criaturita y su mundo [Elrubius y tú] {EDITANDO}

Capítulo 19

Rubius

El sol entraba por las ventanas, dándome de lleno en los ojos, haciendo que me despertase. Abrí los ojos con dificultad, y miré hacia donde estaba ella... La chica que me estaba transformando en otro. Estaba tumbada en mi pecho, con su bonito cabello azul celeste tapándole la cara.
Aparté unos cuantos mechones de su rostro, pudiendo así ver como dormía. Sonreí como un imbécil, dios... En verdad me volvía loco esa chica. De repente, recordé la noche anterior...

*Mini flashback*

-Rubius...

-¿Sí?

-Te quiero...

-...Y yo a ti.

*Fin del flashback*

Mierda, _______ me quería... No, no podía dejarla enamorarse de mí. Yo no soy bueno para ella, soy un jodido mujeriego infiel sin sentimientos... Tenía que alejarla de mí mismo cuanto antes, porque después sería peor, pero... ¿Cómo? No quería que me odiase, pero tampoco que me amase... Agh, tendría que hacer como con Jannies... Ser un completo gilipollas.

Me levanté de la cama y me fui al salón, para pensar en qué le diría a Cel para que no me quisiera volver a ver... Pero, entonces, se levantó y vino conmigo.

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Me desperté y vi que Rubius no estaba conmigo... "Ya se habrá levantado", pensé. Me dirigí al salón para ver si estaba ahí, y efectivamente, lo estaba. Me acerqué a él y me senté a su lado.

-Hola, Rubén.- Me acerqué a su mejilla y se la besé, pero parecía estar raro, como... Pensativo.

-Hola.

-¿Qué te pasa? Estás raro.

-Oh, no, nada. Pensaba en lo que paso ayer.

Entonces, lo recordé. La mejor noche de mi vida... No pude evitar sonrojarme.

-Ah, sí... ¿Te gustó?

-Claro. Pero ahora deberías marcharte.

-¿Eh? ¿Por qué?

Rubius

No podía creer lo que estaba a punto de decirle... No quería perderla, pero tampoco quería dañarla... Joder, que difícil era todo.

-Porque vendrá mi novia y no quiero que te vea.

No podía mirarla a la cara, pero lo hice para que no sospechara... Ví como sus ojos se cristalizaban y su expresión cambiaba de felicidad a corazón roto.

-¿Qué...?

Mierda, mierda, mierda. No podría aguantar mucho más mi "estilo" de cabronazo.

-Lo que has oído, recoge tus cosas y lárgate.

-Pero... ¿Desde cuándo tienes...?

-Desde siempre. Nunca he estado soltero, nena.

-...Para ti solo he sido...

-Una puta de paso. Así que ale, largo de mi casa. No te necesito más.

-...¡ERES UN CABRONAZO, IMBÉCIL DE MIERDA, OJALÁ TE MUERAS HIJO DE PUTA!- De sus ojos caían lágrimas a mares, y me estaba rompiendo el corazón por dentro... Pero era por su propio bien. A continuación, se levantó del sofá, me dio una bofetada en toda la cara, cogió su ropa, sus llaves y su móvil, y se fue.

-Joder...- Me senté en en suelo y me puse las manos en la cara, dejando salir toda la tristeza que tenía dentro.

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