Emperatriz Lan [Xicheng]

capítulo 12.

Jiang WanYin llevaba un buen rato mirando a mujer desde su lugar.

— ¿Me dirás de una vez porque estas aquí y con que derecho quieres someter a mis príncipes?

— Su majestad, no es lo que cree, no me fijé, no me fijé.

— ¿SiZhui, que sucedió? — Preguntó dirigiendo si vista al pequeño que sujetaba la mano de su madre.

El nombrado hizo una leve reverencia y se arrodilló frente a Jiang WanYin.

— Majestad, A-Ling y yo estábamos jugando con hada, la señorita Wang estaba de paso y chocamos con ella, ya le pedimos disculpas pero quiso obligar a mi A-Ling a arrodillarse ante ella — Confesó con inocencia.

Lan Sizhui a pesar de tener siete años era muy inteligente así que no le costó mucho explicarse. Desde un lado su madre y abuelo lo miraban con orgullo.

Jiang WanYin ignoró el hecho de que su sobrino reclamo a su hijo como suyo y volvió a dirigir su vista hacia la mujer que yacía sin moverse por el miedo.

— ¿Entonces eso pasó...? — Jiang cheng dibujo una escalofriante sonrisa en su rostro y giro hacia Wei WuXian.

— llévate a los niño de aquí, su alteza,  si me disculpa — se dirigió hacia Lan Qiren.

El doncel obedeció y se llevó a los príncipes. Quedando solo Lan Qiren.

— ¡Su majestad! — Wang LingJiao intento levantarse pero antes de lograrlo una bofetada la devolvió al suelo.

— ¿¡Quién demonios reres para querer obligar a  mi mijo a arrodillarse frente a una simple criada?! — se inclino a su altura sujetando su mentón con fuerza — Wang LingJiao... con mis hijos no te metas, porque soy capas de matarte con mis propias manos, ¡y nada ni nadie hará algo al respecto!

La mujer tembló en su largo mirando al doncel con rabia.

— ¡Se lo diré a su majestad! Y el te castigará!

Jiang Cheng rió con burla.

— Te lo vuelvo a repetir, mi marido no tiene nada que ver con asuntos del harén o con alguna concubina. No tienes a nadie.

Una tercera voz resonó en el lugar, Jiang rodeo los ojos al conocer esa voz con perfección.

— Señorita Wang, Emperatriz Lan, ¿que sucede?

Jin Guangyao se presentó con una sonrisa mientras caminaba hacia ellos seguido de su sirviente.

— Quiero suponer que Madame Jin no tiene nada que ver con esto, ¿verdad?

— A que se refiere su majestad.

— Madame Jin, ayúdeme por favor, dígale a su majestad lo que sucede. — rogó la mujer.