Emperatriz Lan [Xicheng]

capítulo 15.

Por la noche de ese mismo día Huaisang comenzó a despertar y vio a muchas personas a su alrededor.

Todos tenían un triste semblante.

Cuando trato de incorporarse sintió un dolor agudo, por lo que rápidamente llevo su mano a su vientre.

— Mi bebé — Murmuró llamando la atención de su esposo y de los demás quienes voltearon a verlo.

— A-Sang, despertaste — XuanYu ayudo a que se acomodara

— A-Yu, nuestro bebé, dime si esta bien.

Todos callaron y ambos donceles se miraron entre sí, Wei WuXian asintió con suavidad y Jiang WanYin fue el primero en moverse para ir por un poco de agua.

La tensión se podía sentir en toda la habitación, nadir quería decir nada ya que si lo hacían Huaisang se iba a alterar, pero aun así estaba en su derecho.

— Huaisang, bebe agua, lo necesitas.

— Jiang cheng — Llamó sujetando el vaso — Tú no me puedes mentir, dime.

Jiang cheng lo miró con tristeza.

— A- Sang.

— XuanYu,  por qué nadie me quiere decir nada — Apartó las manos de su esposo.

— Huaisang, cariño, tienes que tranquilizarte o te vas a lastimar más.

— ¡Quiero que alguien me diga algo! Nuestro hijo, esta bien... ¿verdad?

Mo XuanYu negó con suavidad, volviendo a sujetar las manos del doncel.

— A-Sang, volveremos a intentar, lo juro — Murmuró abrazando con fuerza al de ojos claros viendo como sus lágrimas comenzaban a bañar sus mejillas

— No... dime que no es verdad, mi bebé esta bien.

— Huaisang, Huaisang — Sujeto su mejilla — Nuestro bebé no está, las apuñaladas fueron profundas, no sobrevivió.

La habitación de pronto se llenó de llantos lamenteros y Wei WuXian fue por la doctora cuando su amigo comenzó a alterarse y tratar de levantarse.

— Mo Huaisang, tranquilízate de una vez — Habló con seriedad la emperatriz — Tú estás bien, se que tu perdida es dolosa pero tienes a tu esposo, podrán tener más hijos, Huaisang, no te hagas daño, quien te lastimó pagará por los daños, lo importante es que tu estas bien.

El nombrado miró con rabia hacia el lugar de la emperatriz.

— Jiang WanYin — los ojos del doncel menor se encontraron con los amatistas de la emperatriz.

Jiang cheng se sorprendió de la forma que fue llamado, nunca escucho ese nombre salir de los labios de su mejor amigo, y le dolía.

— Jiang WanYin, esto es tu culpa. Eres a quién quieren ver muerto ¡Pero las perdonas que te rodesn son los que pagan! — Gritó.