capítulo 35.

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Una semana más había pasado desde que Lan Xichen entró en un sueño profundo

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Una semana más había pasado desde que Lan Xichen entró en un sueño profundo. Casi nadie tenia esperanzas de que el emperador volvería a despertar, eso asustaba a la familia imperial.

En los aposentos del emperador se encontraba Li Jing y RuLan, el primero ayudando al príncipe a cuidar de su padre.

— Alteza, deje que yo lo haga, es una cinta.

— No, yo lo haré, esta es la cinta de mi padre, nadie aparte de mi madre y sus hijos pueden tocarla — Habló con firmeza.

— Lo siento.

— Nunca vuelvas a decir que es solo una cinta, Li Jing.

El doncel guardo silencio.

— Iré por un té medicinal, la doctora Wen dijo que es esencial para su majestad.

— bien

Li Jing salió de la habitación dejando al Jing Ling con su padre.
Minutos después de que el sirviente abandono la habitación Jin Guangyao y Wen Su ingresaron.

— Jiang Ling, ¿cómo está su majestad? — Preguntó Wen Su.

— La doctora Wen dice que aun no da señales de querer despertar.

— Esperemos a que los cielos nos bendigan con su despertar.

— Pronto, alteza, pronto volverá a salir el sol para nosotros.

Jiang Ling miró de reojo a madam Jin, quien tenía una sonrisa de oreja a oreja.

Li Jing tan pronto como salió de la habitación fue a escabullirse por uno de los pasillos, al terminar este se encontraba un guardia. Al ver al doncel se permitió hacerle una reverencia completa y le entrego un sobre con el sello real del Rey Li.

— Mi señor, son noticias del rey... Y le envían esto. — Extendió su mano derecha donde sostenía un pequeño frasco con un líquido transparente — Ayudará en su trabajo.

Li Jing lo recibió y guardo rápidamente.

— Ya era hora, tengo que salir de este palacio lo más pronto posible. Un poco más y el emperador Lan dejara devastado a todo su imperio.

— Que sus palabras sean escuchadas.

El doncel asintió y se dispuso a abrir el sobre. Mientras más se contraba el contenido, su ceño fue cambiando a medida que iba leyendo las palabras de aquella carta.

— ¿¡Esto es una broma?!

— Mi señor

— No deja que nadie se entere de esta tragedia. El reino Li acaba de quedarse sin rey, nadie debe esparcir esta noticia, de lo contrario seremos conquistados.

— Mi señor, el príncipe..

El doncel acomodo sus túnicas y se deshizo de la carta una vez que volvió a retomar sus pasos. Se adentro a la habitación de medicina de  Wen Qing y como nada hubiese pasado le regalo una sonrisa suave y tímida.

Emperatriz Lan [Xicheng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora