capítulo 49.

1K 149 24
                                    

Un joven príncipe observaba a su madre de reojo mientras el doncel mayor acomodaba los adornos en el cabello del mismo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un joven príncipe observaba a su madre de reojo mientras el doncel mayor acomodaba los adornos en el cabello del mismo. El Jiang menor se encontraba preocupado por todo lo que sucedía dentro del palacio, siempre que intentaban encontrar un ambiente animado y feliz le seguía una mala noticia que atormentaba todo.

Con una mueca llevo sus manos a su abultado vientre y comenzó a dejar suaves caricias. A medida que lo hacía ligeros movimiento se podían sentir bajo su mano.

Jiang Ling dirigió su vista a su madre y al estar un buen tiempo mirando a la emperatriz, el menor de los Jiang decidió hablar finalmente.

— Madame Jin tiene lo que se merece.

— Jiang Ling... — Regañó la emperatriz.

— Madre, no me digas que no te alegra verlo encerrado.

Madame Lan no respondió pero dentro de sí asintió con suavidad, en cierto modo su hijo tenía razón. Aunque quisiese negarlo, Jin Guangyao tenía mucho que pagar, era tanto que ni en todas sus reencarnaciones podría hacerlo.

Esa misma mañana cuando Lan WangJi había llegado con Jin Guangyao atado y su rostro siendo cubierto por una capa todos quedaron sorprendidos, en especial el príncipe Jin Rusong, que no entendía nada de la situación.

Esa misma mañana también llegó una carta por parte de los Li informando que los crímenes del doncel ya habían sido cobrados, siendo ejecutado públicamente como advertencia a quien se atreviese a cometer cualquier delito. Jiang cheng no podía estar más que satisfecho, al menos no iba a ensuciarse las manos con sangre sucia, alguien más se había encargado de eso. Por otro lado le preocupada el emperador.

— Sigue siendo la madre de Rusong

— Una madre que nunca estuvo para él, sin embargo disfruto llenarle la cabeza de cosas horribles hacia sus hermanos. — Interrumpió el doncel de ojos grises.

— Siempre apareces de la manera más inoportuna, ¿no sera que vives espiando? — Atacó el Jiang.

— Jiang cheng, no me difames de esa forma tan cruel. Vengo a visitarlos, trabajar en el palacio del sur es agotador.

— Te dije que no lo hicieras.

— Sabes que me aburro si no hago nada.

— Eres terco.

— Y tú un gruñón.

El joven príncipe que estaba presente disfrutaba de la pequeña discusión.

— Tío Wei, es agradable volver a verte.

— Lo sé A-Ling, pero Lan Zhan y yo hemos estado muy ocupados, pensé que A-Yuan estaría contigo.

El joven de orbes amatista negó con suavidad afirmando las palabras del mayor.

— Está ocupado con los asuntos en las tierras de Yunmeng. — Respondió llevando una de sus manos a su abultado vientre.

El rostro del consorte Wei tomó total seriedad antes de dar las informes que había residido.

Emperatriz Lan [Xicheng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora