Emperatriz Lan [Xicheng]

capítulo 20.

— Princesa Nie — Llamó Xichen.

La mujer y donceles que se encontraban presentes giraron el dirección a la voz que llamó a la princesa.
Sin duda detrás de ellos se encontraba Lan Xichen mirando a su prima con molestia.

— Su majestad — saludaron al unísono a excepción de Jiang cheng quien solo lo miraba con atención.

Wen Su solamente rogaba en silencio de que Lan Xichen no vaya contra ella.

— La princesa esta en condiciones para denigrar a mi emperatriz

— Su majestad yo — la mirada que le lanzó Xichen calló sus palabras.

— Tío, lo siento — Se dirigió a Qiren — Pero no voy a permitir que nada ni nadie haga menos a la persona que amo, Jiang WanYin no es ningún esclavo, él quedo libre el día que nos casamos. Y si ese fuera el problema nadie tiene derecho a faltarle el respeto porque tiene delante de ustedes a su emperatriz, mi esposo. Les recuerdo que gracias a WanYin aún siguen disfrutando de sus comodidades

El rostro de los presentes palideció al escuchar las últimas palabras del emperador.

— Mucho mejor aún, siguen con vida.

Lan Xichen tomó la mano de Jiang cheng entre las suyas dejando un casto beso en sus nudillos.
Luego se retiro a pasos firmes siendo seguido por sus guardias y hermano, en ese entonces los presentes dejaron escapar suspiros que ni sabían que estaban reteniendo.

— Jiang WanYin...

— Wen Su, basta

Lan Qiren se levantó molesto para luego salir caminando en dirección a sus aposentos. Sin duda ya había tenido suficiente.

Jiang cheng también se levantó, seguí de él Wei WuXian y Huaisang hicieron lo mismo.

— Si su alteza y Madame Jin me disculpan, yo me retiro primero.

El doncel no dijo nada más y se retiro a pasos lentos hacia sus hijos, donde después de recogerlos se dirigieron a su habitación.

— Jiang WanYin se cree superior por ser esposo del emperador ¡Ja!

Jin Guangyao no lo quería admitir, pero por su seguridad tenía que mantenerse callado.

— Su alteza no provoque más a su majestad, usted sabe que haría todo por Jiang WanYin.

— El emperador no está más que cegado por ese esclavo sinvergüenza, Jin Guangyao, deberías ser más inteligente y actuar ahora — Bufo con indignación.

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En la residencia donde habitaba la emperatriz Jiang cheng daba vueltas en su lugar.
Sus amigos lo miraban con preocupación y confusión.