capítulo 32.

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Su hijo, el hijo a cual egoistamente había alejado de una forma tan cruel y despiadada, estaba delante de ella

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Su hijo, el hijo a cual egoistamente había alejado de una forma tan cruel y despiadada, estaba delante de ella.
Yu ZiYuan no lo podía creer, no sabía como reaccionar, había mucho que decir pero las palabras simplemente no salían.

Los tres doncels en la habitación no sabían que hacer, esperaban algun movimiento o palabra por parte de la reina.

Pero nadie estaba dispuesto a decir nada, el silencio incómodo y agobiante era lo único en esa habitación.

La reina, poco a poco se alejó de Huaisang y fue acercándose a la emperatriz, WanYin sentía como el aire escapaba de sus pulmones por cada paso que su madre daba. Sabía que el reencuentro con sus padres iba a ser tarde o temprano, pero nunca estuvo preparado para eso, se sentía un cobarde.

Cuando ZiYuan se detuvo frente a Jiang Cheng sus manos viajaron hasta el velo que cubría la mitad de su rostro, con lentitud comenzó a retirar la tela hasta finalmente lograr apreciar el rostro del doncel.

— A-Cheng..

A-Cheng, hace cuantos años que no había escuchado ser llamado de esa forma por su madre, ya lo había olvidado por completo.

Había olvidado como se escuchaba su nombre en la boca de su madre.

— Jiang Cheng... mi hijo ha crecido, tú madre nunca te lo había dicho, pero esta muy orgullosa de ti, mi pequeño loto — Fueron las palabras suficientes para romper al doncel.

— Madre.

— No digas nada, esta bien.

Ambos se fundieron en un abrazo reconfortante, Yu ZiYuan abrazaba a su hijo mientras escuchaba como este sollozaba, la mujer también lloraba, pero lo hacía en silencio.

Huaisang y WuXian salieron en silencio para darle espacio a madre e hijo y de paso vigilar que nadie viniera.

— Todo este tiempo habías estado tan cerca... perdóname, perdóname por todo el dolor que te cause, nunca fui una buena madre, me deje cegar por el remordimiento y nunca vi al hijo que tenia frente a mí. Por mi culpa tu hermana ya no está, soy la causante de muchas tristezas, nunca me las voy a perdonar — poco a poco su voz se fue apagando mientras acusaba a su hijo entre sus brazos.

Había perdido toda una vida al lado de su hijo menor y se arrepentía de todo.

— Madre... te perdono, pero gracias a todo lo que sucedió pude ser feliz — se separó — cuando aún era joven, odiaba haber sido un doncel, pero desde que tuve a mi primer hijo en brazos supe que haber nacido como uno fue la bendición de los cielos... mis príncipes son lo que más amo.

Yu ZiYuan dibujo una diminuta sonrisa en sus labios.

— Seguro que fuiste una buena madre para tus hijos, así como también eres un gran esposo y emperatriz para todo este imperio, estoy muy orgullosa de ti, WanYin...

Emperatriz Lan [Xicheng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora