Cambio

IX.- Manada de Alfas

Stiles se encontraba recostado sobre el nemeton, había tenido que usar un hechizo para dormir a los lobos por un gran tiempo. Si salía y ellos lo veían todo su plan se iría a la mierda así que era a solución más sencilla. Ya tenía suficiente con Derek y Paige siguiéndolo todo el tiempo.

Podía escuchar los aullidos de lobos extraños en su territorio, estaban tratando de llamar la atención de betas principiantes pero para eso estaba él, no había mejor persona que los conociera como él.

- ¿Qué tenemos aquí? – comentó Ennis con diversión mientras se acercaba al castaño con Kali detrás y sabía que los gemelos se mantenían más lejos junto con Deucalion.

- Es el pequeño humano que siempre estaba detrás del hijo de Thalia. – comentó Kali con una ligera sonrisa. Ellos nunca lo admitirían pero el pequeño castaño era demasiado tierno y cayeron ante sus encantos incluso si solo lo vieron un poco.

- El brujo ahora de la manada Hale. No deberían provocarlo. – comenzó a caminar hacía él con la ayuda de Aiden – Es demasiado peligros y muy leal con su manada. Eres interesante Mieczyslaw Stilinski. – le dijo Deucalion parado frente al chico que bajo del nemeton, en su rostro había una ligera sonrisa.

- Me honra saber que el famoso alfa de alfas sabe mi nombre. Se porque están aquí y puedo ayudarlos no tienen que buscar a Peter y hacer todo eso de la matanza de los betas y todo ese drama.

- ¿Cómo podrías ayudarnos? – le preguntó Deucalion alzando una ceja mientras se quitaba sus lentes de sol.

- Puedo engañar a Julia y dejarla débil y herida para que Kali pueda hacer el golpe de gracia. Ella traerá muchos problemas al pueblo así que no puedo permitir que mi manada se vea involucrada. Me hubiera gustado dejarte a Gerard pero tenía asuntos con él, si te da alfo de consuelo lo torture, el maldito suplico y lloró como el cobarde que era pero al final murió en agonía. – le dijo Stiles sonriendo ante las muecas de sorpresa de los lobos.

- Demasiado interesante. Bien, tenemos un trato, confiaremos en ti Mieczyslaw. – le dijo Deucalion.

- Como prueba de nuestra pequeña alianza que luego harás con mi alfa te daré un regalo. – le dijo Stiles colocando su mano frente a los ojos del alfa, una luz verde iluminó esa zona. Unos minutos más tarde la quita y Deucalion abrió los ojos sorprendido de poder ver de nuevo.

- Esto es maravilloso. Muchos brujos trataron de curarme pero no pudieron.

- No soy como los demás brujos, mi poder va más allá de tu imaginación y ahora saben que tendré a esa darach en bandeja de plata.

Deucalion asintió con felicidad. No tenía la menor idea de quien era ese chico pero tenerlo de aliado y ganar su cariño es lo mejor que podía hacer.

- ¿Cómo sabremos cuándo tengas a Julia? – preguntó Kali aún insegura acerca de confiar en ese chico.

- Yo los contactaré. – sus ojos brillaron – No pueden decirle a nada a mi manada, ellos no tienen la menor idea de mis movimientos en la oscuridad. Esto será un trato entre nosotros y cuando mañana te presentes frente a Peter y mi manada no nos conoceremos, será como si fuera la primera vez que nos vemos. – les dijo Stiles de manera seria.

- Será así. Supongo que no saben sobre la verdad detrás de las muertes de los Argent. – comentó Deucalion tratando de esconder su sonrisa. Él estaría eternamente agradecido por tener un beta así de ella, que estuviera dispuesto a convertirse en el mismísimo diablo para proteger a su familia.

- No saben nada. – sonrió levemente mientras comenzaba a caminar lejos de ellos – Son una persona con muchos secretos Deucalion y no planeo revelarlos jamás.

Stiles siguió su camino hasta la mansión, se recostó al lado de Derek y quitó su hechizo.

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A la mañana siguiente Peter los reunió a todos en el comedor, el castaño sonreía con diversión al ver los rostros descansados de todo. Su hechizo no solo sirvió para que lo dejarás solucionar sus pequeños problemas sino que les daría a su manada una verdadera noche de descanso.

- ¿Sucedió algo? – preguntó Derek acariciando la cintura de Stiles, que se encontraba sobre su regazo.

- Hace unos minutos recibí una visita de Deucalion, el alfa de los alfas. Su manada esta aquí y les gustaría hacer una alianza con nosotros. – les comentó mientras fruncía el ceño. Él recordaba la visita de esos alfas antes de que se convirtieran en manadas, sabía todo lo que había ocurrido después de todo Thalia le había ordenado deshacerse de los cuerpos de la manada de Deucalion cuando pensó que podría dialogar con Gerard.

- No perdemos anda por aceptar verlos. Puede que no estén tan locos como parecieran después de todo su fuerza es demasiada. – comentó Stiles atrayendo la mirada de los demás.

- No tengo problema solo hay algo que me puso nervioso. En el conflicto de hace años donde él cambió perdió la vista y nadie pudo sanarlo pero ahora Deucalion puede ver, su vista es perfecta.

- No tiene nada de malo eso. ¿No? – comentó Paige confundida.

- Alguien poderoso debió de hacerlo. – dijo Peter mirando a Stiles que se encontraba tranquilo.

El castaño sabía que su alfa no era tonto, podría ser la primera persona que se diera cuenta de lo que hace pero realmente no le importa. Tal vez algún día le cuente acerca de lo que sucedió en el futuro, en esa otra línea del tiempo que él se negó aceptar. Esa vida ya no lo era así, solo era un cuerpo que se movía por instinto con un deseo que le hervía la sangre, que no lo dejaba respirar bien. Era una imagen que esperaba ocultar de su manada por mucho tiempo sabía que ellos jamás estarían felices al saber en la persona que se convirtió, en la que la convirtieron los humanos.

- Conoce a alguien con poder, no es tan grave. Otra razón para que sean nuestros aliados. – miró a su alfa – Peter no podemos rechazar una oportunidad de este tamaño. Vivimos en este pueblo donde el poder del nemeton ha despertado, lo he sentido y si yo puedo hacerlo muchos más podrán. – le dijo Stiles con un tono que todos sabían que tendrían que ceder o los haría ceder.

- Estoy con Mica. – comentó Derek mirando a su tío que asintió más tranquilo.

James a su lado asintió.

- Bien, nos reuniremos con ellos.