Cambio

VII.- La Llegada de Gerard Agent

Stiles caminó al lado de Allyson, quien fingía tristeza al igual que su padre. Derek, Scott, Paige y Jackson se encontraban escondidos un poco lejos, el cementerio estaba lleno de algunos cazadores y ellos estaban dispuestos a saber que escondía el castaño. Aunque les advirtió que no se metieran y confiara en él y no es que no lo hicieran solo estaban preocupados.

- ¿No será más sospechoso que Sti esté con ellos? – preguntó Scott viendo a su mejor amigo abrazar a la cazadora.

- En realidad no. Chris y Allyson están de nuestra parte y Mica es demasiado inteligente. – comentó Derek sin apartar la mirada de su novio.

- A veces me da miedo el castañito. – comentó Paige mientras se dejaba caer en el suelo.

Allyson se acurruco al lado de su amigo tratando de esconder su sonrisa de satisfacción. Su madre toda la vida la había golpeado y tratado con odio y frialdad así que solo tenía odio contra esa mujer además de que su tía también fue cruel con ella. La muerte de esas dos solo la tranquilizaba, se quitó un peso innecesario en su vida además de que su padre al fin podía ser libre de estar con la mujer que realmente amaba.

Chris miró a Stiles cuando un hombre mayor se acercó a ellos, el castaño asintió ligeramente.

- Lamento que nos veamos en estas circunstancias Christopher. – miró a los adolescentes – Ha pasado tiempo querida Allyson.

- Hola abuelo. – le sonrió de una manera que el castaño quería reír por lo buena actriz que era su amiga.

- ¿Quién es él? – preguntó el viejo mientras extendía su mano hacia el menor.

- Me llamo Mieczyslaw Stilinski, puede llamarme Stiles. Soy el mejor amigo de Ally. Es un placer conocerlo, lamento que sea en estas circunstancias. – lo saludó estrechando su mano con una sonrisa hipócrita.

- El placer es mío. – un escalofrío recorrió su cuerpo al ver los ojos del castaño – Espero que cuides de Allyson.

- Por supuesto.

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Stiles caminaba de manera tranquila por el bosque con sus manos en sus bolsillos. Derek y James lo seguían desde lejos, podía escuchar sus latidos calmados y estables, el castaño estaba completamente en su ambiente.

Entro a un bunker donde los lobos lo perdieron por completo como si hubiera desaparecido.

Dentro del bunker había todo tipo de armas además de que un cuarto de informática, lleno de computadoras y libros. Había encontrado ese lugar en el futuro así que en esta vez lo tomó antes y lo transformó en su "guarida" donde puede investigar acerca de todo además de que tiene cámaras por todo el pueblo y desde ahí monitoreaba todo. En su mira estaba Gerard, quien estaba hablando con unos cazadores y tenía a Matt en una silla desmayado.

- Así que está vez Matt será el kanima. No será sencillo deshacerme de él y más cuando es controlado por Gerard desde el comienzo. – susurró sin apartar la mirada de la pantalla.

¿Atacaremos a la manada?

Lo haremos. Estoy seguro de que por lo menos uno de ellos asesino a mi hija y a Victoria. Ellos son monstruos así que merecen ser consumidos hasta que solo queden sus cenizas.

¿Quieres incendiar la mansión? Kate falló años atrás.

Nosotros tendremos éxito además de que nos desharemos de las molestias con el kanima. Siendo su amo las cosas serán sencillas. No habrá errores.

¿Con quién empezaremos?

Con ese chico Stiles. Su mirada no era la de un adolescente sino la de un adulto que fue destruido por el mundo. He visto a muchos hombres con esa mirada y eso los vuelve demasiado peligrosos.

Stiles rio divertido al ver como el mismísimo Gerard Argent le temía. Se estaba divirtiendo mucho con su venganza. Todo comenzó con ellos, ahí inició su pesadilla. Pero en algo tenía razón ese anciano y es que las personas que fueron destruidas por el mundo son peligrosas. Él no temía asesinar si con eso las personas que amaba vivían felices y sin preocupaciones. Ya los perdió una vez no volvería a hacerlo.

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- ¿Dónde estabas? – le preguntó Derek cuando el castaño entró a la habitación. El lobo se encontraba recostado sobre la cama con un libro entre sus manos, después de haber seguido a su novio y buscarlo por horas él y su padre se habían rendido y vuelto a la mansión.

- Arreglando unas cosas con Allyson. Su padre no es una persona de confianza así que Chris me dijo algunos pequeños secretos. No podemos bajar la guardia y Peter ya esta preparando una estrategia por si llega a atacarnos. – le dijo Stiles mientras se dejaba caer en la cama.

- Haces muchas cosas por la manada. Gracias por cuidar de nosotros. – le dijo Derek con una sonrisa mientras dejaba un suave beso en la frente del castaño.

- Son mi familia, jamás dejaría que algo les sucediera. Créeme si algo les pasa perdería mi cabeza. – suspiró mientras sus ojos se opacaban – Como ustedes tienen un ancla, yo también la tengo. Son ustedes y siempre lo serán.

Derek sintió su corazón romperse. El tono que tenía su castaño era uno roto y completamente triste, odiaba verlo de esa manera solo quería aliviar el peso en su corazón.

En ese momento lo abrazó con fuerza dejando que su chico descansara en su pecho. Así se quedaron por horas. Solo estaban ellos, juntos sin nadie que interrumpiera.