Capítulo 4

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Segunda oportunidad para entrenar

— Oye— oír una voz mientras seguía dormida — oye— cada más irritable.

— ¿Qué quieres? — le dije malhumorada mientras abría mis ojos.

— Ya es despierta, tienes que seguir entrenando— por fin abrí mis ojos y vi que paso todo el día.

— ¡Ehh!, creo que me pase dormida todo un día, porque esta oscuro — me siento aturdida.

— Valla, que eres tonta, apena dormiste 7 horas — haciendo que me diera enojo de no haber podido dormir mis horas completas.

— ¡Eh ¡, yo solo tengo una regla y esa es que yo duermo más de 12 horas — le dije mientras volvía a acomodarme para poder dormir otras 7 horas más.

— ¿Y cómo le hiciste para ir a la escuela? — me dijo, ignorando el hecho de quería dormir.

— Terminé la secundaria, la prepa a muy temprana edad y en la universidad, soy una dotada, casi no tuve que entrar a la clase que eran temprano, en el examen final me puso el examen en la tarde para poder terminar la universidad.

— Jaja, lo siento por ti señorita sabe lo todo, pero cuando este conmigo se va a levantar temprano — sentía como ser estaba burlando de mí.

— Me niego — me pongo la sabana otra vez.

— Tú lo pediste —.

Siento que me carga con toda colchoneta también siento el viento muy fuerte, aunque, no me niego a levantarme.

— Esta es tu última oportunidad — se escuchaba muy serio.

— Me voy a dormí las horas que quiera— seguía fuerte con mi decisión también tapada con la sabana.

De repente siento como me soltó, después solo recuerdo que estaba en el agua, traté de salir como pude, mi ropa estaba empapada, y el agente curry estaba en la orilla esperándome con los brazos cruzados y con una sonrisa algo burlona.

— Te dije que te levantes— me remarcó mientras me veía saliendo de rio.

— ¡Chinga tu madre! — trate de sacudirme para hacer que ser me quitara un poco lo mojada y al mismo tiempo el agua le callera al agente curry.

— ¡Me cago en la leche!, ¡cómo me haces cabrea no jodas! – se empezó a ir si mí, como si no le importara, lo seguí porque no sabía llegar a la gasolinera.

Después caminamos de vuelta a la gasolinera vieja, cuando por fin llegamos él me explicó.

— Tú vas a conseguir tu propia comida para desayunar y después iniciamos el entrenamiento — con una gran sonrisa y cerrando los ojos, muy sínico de su parte.

Después amaneció y desaparece el tonto de Curry, fui primero a cambiarme la ropa mojada por la que el me compro, que es casi igual que la que yo tengo, pero con toque de azul en la manga y más maticé de negro, después de cambiar mi ropa intenté buscar ingredientes.

Intenté buscar plantas, que se puede comer, ya que en la universidad tomé un curso de botánica, las recolecté todas y las dividí en dos, las que iba a ser la Carnada, la que va acompañar la demás comida, después puse la carnada cerca de la gasolinera para ver si podía atrapar algo.

Al terminar, solo atrapé algunas hormigas, saltamontes, y los cociné, después de serví en mi plato el agente Curry regresó.

— ¿Dónde estaba? – le pregunto desesperada y aun con enojo.

— Tuve que encargar de algo de la organización— su voz suena muy serio.

— A okey— empezó agarra de mi sopa.

— ¡No manches, tú no hiciste nada, eso es mío! – le di un manotazo.

— Jaja, tú crees que no puedo agarrar tu sopa— con su cara sonriente y burlona a veces creo, que mi sufrimiento lo hace feliz.

El muy chingón de la nada tuvo su plato lleno, que ni pude ver, cuando lo hizo, me quedé muy sorprendida.

— ¡No es justo, tú puedes usar el genshi! – le iba a decir lo más serio posible, pero me salió la voz muy escandalosa.

—No use el genshi, solo fue pura habilidad — lo dice presumiendo.

Terminó de comer la sopa y después me contesto.

— A vale, empecemos tu entrenamiento —.

— Vas a correr 10 kilometro, vas a hacer 100 sentadilla, 100 abdominales, 100 lagartija, cuando acabes puedes empezar hacer la comida —me ordeno Curry.

— ¡Oye, eso no es justo! – si le dije muy molesta con la voz más seria pero aun parecía que era voz aguda.

— Al terminar estos días te puedo enseñar a usar el genshi— acomodando su cabello, se creía un influencer o algo así porque le gustaba acomoda su cabello.

— ¡Oh enserio! — le dije muy emocionada y con los ojos con mucho brillo.

—Si enserio, ahora apúrate en el entrenamiento —.

Empecé a correr, pero enseguida me regañó.

— ¿Porque inclina la cabeza?, eso está mal debe de mantener la cabeza erguida —.

Volví a empezar a correr y otra vez me regañó.

— Ahora tienes dos errores, primero tiene los brazos muy rígidos, y dos necesitas hacer balanceó en los brazos hacia delante, y nunca debe de chocar en el pecho —.

Volví a empezar a correr y otra vez me regañó.

— ¡Ahora que! – ya con flojera.

— Está mal tu codo, debería de estar formando un ángulo de 90°, debe de tener leve mente inclinado las rodillas y también debe respirar más profundo y más para que tus pulmones puedan bombear más rápido, tenga más fuerza y resistencia incluso puede usar la respiración por la boca para agarra más aire, también debe de tener tu espalda recta y el torso duro —.

— ¿Y cómo voy a aprender eso? —.

— Lo va a aprender tu cuerpo —.

— ¿Eh? – me quede muy confundida.

— Jaja, vas a hacer el ejercicio hasta que lo logres— lo dice muy estricto, pero con su sonrisa burlona.

Empecé a hacer el mismo ejercicio una y otra y otra vez, ya no podía más pero aun así continué, porque quería hacer lo que él hizo a que ya vez con su mano.

— Ya le estoy agarrando la onda — grité al aire — ya por fin pude corre 10 kilómetros —.

— como mola después de 3 horas, pero aun te falta hacer ¡100 lagartijas, 100 abdominales y 100 sentadilla! — con mi rostro de aburrida exagerada.

— ¡Aaaaahhh ¡— grito y después llore en el suelo para perder el tiempo.

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