𝐏𝐀𝐏𝐄𝐑 𝐑𝐈𝐍𝐆𝐒 ¹ | a. bridgerton

ㅤㅤㅤchapter three

— TÍA CONTINÚA SIN MI, QUIERO VER UN POCO EL MERCADO PARA VER SI HAY ALGO QUE VALGA LA PENA. —hacia tan solo unos minutos que habían salido del hogar de los Bridgerton, una familia bastante interesante para Helena. Cuando Madame Delacroix asintió, la joven pidió que por favor detuvieran el carruaje en el que viajaban y tomando la capa roja que estaba cuidadosamente doblada sobre el asiento la colocó sobre sus hombros para luego bajar del transporte.

— Querida no olvides que en unas horas tienes una cita para una toma de medidas. —fue lo último que Helena pudo oír antes de que el carruaje se alejara en dirección a la tienda de su tía.

La muchacha se desplazó por la avenida principal, plagada de tiendas y pequeños puestos, admirando los objetos que vendían en los mismos, buscando algo que llamara su atención y que pudiera llegar a tener en cuenta para futuros diseños. Sus ojos se iluminaron cuando encontraron un puesto con telas de colores suaves y diseños bastante elegantes y bonitos, que lograron que su cabeza comenzara a trazar cientos de ideas con las formas en las que podía utilizarlas y a qué tonos de piel podría quedarles mejor.

— Helena...

La joven dio un pequeño salto en su lugar, sorprendida de que alguien la estuviera llamando por su nombre, y al girar para ver de quien se trataba sus labios se entreabrieron por la inesperada presencia del vizconde Anthony Bridgerton frente a ella. Había pronunciado su nombre de la misma forma en la que ella había pronunciado el suyo el día anterior en el bosque, como si estuviera probando la sensación del mismo escapando de sus labios.

— Lord Bridgerton. —la joven hizo una reverencia, para luego centrar su mirada en esos ojos chocolate que parecían ocultar cientos de cosas— ¿Necesita algo señor? Ciertamente no esperaba volver a verlo.

— ¿Por qué no me dijo su nombre cuando nos conocimos en el bosque señorita Hamilton? ¿Cuál era el motivo de tanto secretismo por su parte, cuando yo ya le había dicho mi nombre?

Helena ladeó ligeramente su cabeza con confusión, no había esperado que el vizconde le preguntara sobre ese asunto, creía que simplemente lo ignoraría dado que ella no era nadie importante, mucho menos para alguien como Anthony Bridgerton.

— No consideré que fuera algo necesario Lord Bridgerton, dado nuestros diferentes estatus y sabiendo que las posibilidades de vernos eran casi nulas no creí que importara si sabía mi nombre o no, y si lo supiera probablemente lo olvidaría, así que no había diferencia alguna.

— ¿Diferentes estatus?

— Así es Lord Bridgerton, como le dije en ese momento no sabía cuál era su nombre, pero no fue necesario conocer su nombre completo para saber que formaba parte de una familia prestigiosa, su vestimenta, su caballo y la forma en la que se dirigió a mí fue suficiente, y creo que es bastante obvio que yo no formo parte de esa categoría, y por ese mismo motivo no había razón alguna por la que nosotros debiéramos cruzarnos una vez más.

Un niño que pasaba corriendo por el lugar, le dio a Helena una copia de la columna de Lady Whistledown, bajo la atenta mirada de Anthony que seguía con atención cada uno de los movimientos de la joven.

— ¿Por qué supuso que olvidaría su nombre si usted decidía compartirlo conmigo? —cuestionó Anthony alzando una ceja.

— Porque la gente de su nivel no tiene tiempo ni lugar en la cabeza para gente de mi nivel, y es bastante claro que no me equivoqué. —comentó alzando la copia de Lady Whistledown de esa semana— Ahora comprendo por qué preguntó si en verdad no conocía su nombre, supuse que era bastante conocido en la sociedad y que tendría ya cientos de nombres que recordar como para molestarse en recordar el mío, y este papel solo confirma mi teoría. De acuerdo a lo que mi tía me contó, Lady Whistledown no escribe sobre cualquier persona, si alguien está en esta columna entonces debe ser un miembro bastante distinguido de la sociedad o, en su defecto, estar envuelto en un gran escándalo.