𝐏𝐀𝐏𝐄𝐑 𝐑𝐈𝐍𝐆𝐒 ¹ | a. bridgerton

ㅤㅤㅤchapter eighteen

LA MÚSICA DE LOS VIOLINES SONABA CON FUERZA, incluso desde la puerta de la habitación que habían designado como la suya Helena podía oír la música con claridad. La joven, con ayuda de su tía, se colocó el vestido que había terminado de preparar unos cuantos minutos atrás, sintiendo una gran mezcla de emociones en su interior.

— Querida estás preciosa, este diseño es sumamente hermoso y lo luces de una forma increíble. —Madame Delacroix se alejó unos pasos para poder verla con mayor claridad, sonriendo con emoción al ver el trabajo de su sobrina y lo increíble que se veía con él— No tengo duda alguna de que luego de este baile, todas las madres correrán a buscarte para que les hagas a sus hijas un diseño tan innovador como este para lo que es nuestra ciudad. Aún sabiendo que no compartimos sangre creo que es justo decir que esta es una pasión que corre en la familia. —Helena sonrió con dulzura, acercándose a la mujer para rodearla en un cálido abrazo.

— Sé que ya lo he hecho cientos de veces antes, pero quiero agradecerte una vez más todo lo que has hecho por nosotros incluso sabiendo que no te correspondía, que no era tu obligación.

— La relación que había formado con tus padres iba más allá de una simple amistad, estaba claro que cuidaría de ustedes si algo les ocurría y eso fue exactamente lo que hice, porque quise hacerlo querida, y no me arrepiento en absoluto. —la mujer acarició la mejilla de la joven, soltando un pequeño suspiro— Tus padres estarían muy orgullosos de ti y de tu hermano, de lo que han llegado a ser y de todo lo que han conseguido. Ahora, voy a dejarte para que termines de arreglarte mientras yo ingreso al salón de baile, estoy segura de que Lady Danbury está esperándome para hablar.

— Chismear querrás decir. —murmuró Helena alzando una ceja con diversión.

— Hablar, chismear, es básicamente lo mismo. Nos vemos en unos minutos querida.

Y sin más, la mujer salió de la habitación dejando a la muchacha sola. Helena bajó su mirada observando la caída del vestido, respirando profundamente antes de dar media vuelta para finalmente verse en el espejo, porque sería la primera vez que se vería con el vestido puesto y el resto de su apariencia a juego.

Helena soltó el aire que estaba reteniendo y abriendo sus ojos observó la imagen que le devolvía el espejo, sus ojos centelleaban de la emoción ante la imagen que este le mostraba, disfrutando de esa sensación de satisfacción al ver que había logrado lo que había imaginado para ese diseño y que en verdad le encantaba como lucía en ella. Su cabello oscuro como la noche estaba recogido, aunque había algunas ondas que caían sobre su rostro acentuándolo de una forma mucho más delicada.

— Creo que por esta noche puedo aceptar no ser el Hamilton más apuesto. —la joven se giró para observar a Augustus que acababa de ingresar portando el atuendo que Helena había finalizado, con unos tonos que iban a juego con su vestido. El joven se acercó a ella tomando su mano y alzándola para que ella diera una vuelta en su lugar, provocando que la falda de su vestido se alzara ligeramente— Lena estás preciosa.

Soltando una risita, la muchacha se acercó a él para acomodar su chaqueta— Tú también lo estás Gus, no creí verte así de elegante jamás.

Augustus se encogió de hombros— No estoy acostumbrado y claramente no es mi estilo, pero es un hecho que me queda muy bien.

Helena soltó un ruidito con sus labios para luego darle un golpe en el pecho— ¿Desde cuando tienes tanto ego? Creo que has pasado demasiado tiempo hablando con Benedict y Colin.

Soltando una risa Augustus movió su cabeza con diversión— Creo que ya es momento de que ingresemos a la celebración, ¿Preparada Lena? —cuestionó tendiéndole su brazo y sin dudarlo la joven lo tomó.