ㅤㅤㅤchapter twenty three

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VARIOS DÍAS HABÍAN TRANSCURRIDO DESDE EL INCIDENTE, y todos en Londres se encontraban aun hablando de lo que había ocurrido con la cancelación de la boda entre Anthony Bridgerton y Edwina Sharma. Cientos de rumores diferentes se habían esparcido entre las calles de la ciudad, algunos decían que había sido Edwina quien había cancelado la boda antes de que pudiera celebrarse por arrepentimiento, otros decían que había sido Anthony, había algunos también que comentaban que se había cancelado gracias a la hermana de Edwina, Kate, y otros asumían que debía haber alguien más sumado en la ecuación, algún tercero en discordia. En esos días Helena había oído distintas versiones de lo que aparentemente había ocurrido con el gran suceso de la temporada porque parecía que ese era el único tema del que todas las jóvenes y madres que habían ingresado a la tienda en ese periodo de tiempo podían hablar.

Y es que nadie sabía con exactitud lo que había ocurrido, porque los únicos que habían asistido a la ceremonia en la iglesia habían sido los miembros de ambas familias junto a la reina, mientras que el resto de los invitados solo habían sido invitados a la celebración posterior a la ceremonia.

En esos días Helena no había podido ver en absoluto a Anthony, así como a ninguno de los miembros de la familia Bridgerton. Aunque ella sabía gracias a una carta que le había sido enviada por Eloise, quién aún no sabía nada de lo que ocurría entre ambos, que el joven vizconde estaba bastante ocupado tratando de controlar los rumores junto a su madre, Lady Danbury y las Sharma. Y si bien Helena estaba esperando con ansias el poder ver al muchacho otra vez, sabía que aquello era lo correcto, sabía que lo importante era tratar de arreglar esa situación que sin dudas se había salido por completo de control.

Dando un ultimo sorbo a tu taza de té, la joven costurera terminó de organizar un pedido que debía ser enviado esa misma tarde, y es que aún su hermano y su tía no habían regresado de su viaje de negocios y Helena seguía a cargo de todo lo que había ocurrido en la tienda. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios cuando oyó la campanilla del lugar, y atando el moño sobre la caja la joven se levantó del taburete para acercarse hacia la entrada.

— Helena, es un placer verte otra vez. —el joven le dedicó una sonrisa, quitándose la boina que cubría su cabello.

— Nicholas... Creí que habías regresado a tu hogar, o al menos eso era lo que la gente andaba diciendo estos días. —murmuró confundida Helena, aunque correspondiendo la sonrisa.

El joven asintió— Se suponía que así era, pero durante mi estadía aquí ocurrió algo... algo que no estaba ciertamente en mis planes, y necesito quedarme en Londres al menos unos días más. —le dedicó una mirada que parecía esconder algo pero que para Helena pasó completamente desapercibido— Aunque si todo sale como espero, podría estar regresando a mi hogar con algunas sorpresas.

— Oh, ¿es por algún asunto relacionado al reino? ¿Político?

Nicholas chasqueó su lengua— Podría decirse que, si está relacionado al reino, pero no de la forma que crees, es un asunto un poco más... Personal, pero cuando crea que es la ocasión perfecta te lo diré. —el joven príncipe se removió nerviosamente en su lugar— ¿Y cómo... ¿Cómo has estado? ¿Cómo ha estado todo durante estos días? Me hubiese gustado venir a visitarte o invitarte a dar un paseo, pero los asuntos relacionados al reino han estado más intensos de lo normal.

Helena se encogió de hombros— Ya sabes, lo mismo de siempre. La tienda me mantiene bastante ocupada y ahora gracias al diseño que utilicé en el baile en Aubrey Hall han llegado muchas jovencitas queriendo vestidos con un diseño similar, así que los pedidos aumentaron y como mi tía continúa de viaje debo encargarme de todos los diseños al menos hasta que regrese.

— No me sorprende en absoluto, ese diseño era precioso Helena, aunque estoy seguro de que el hecho de que fueras tú quien lo llevaba puesto aumentaba su belleza. —al oír esto Helena entreabrió sus labios sin saber que decir, por lo que Nicholas aprovechó para continuar hablando— ¿Estás ocupada esta tarde? Me gustaría invitarte a dar un paseo, ¿te gustaría acompañarme? Quizás luego de eso puedo invitarte a cenar.

𝐏𝐀𝐏𝐄𝐑 𝐑𝐈𝐍𝐆𝐒 ¹ | a. bridgertonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora