Diez: Un maldito estúpido

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Me había propuesto mostrarle mi verdadero ser, dejarle ver mis gustos en películas y cómics, hablarle de mis sueños y planes como actor, incluso preparé todo un atuendo que combinara con mis lentes para mostrarle que tener miopía podía ser sexy.

Pero aunque él me escuchó atento y disfrutó conmigo del juego de disfraces, su actitud no cambió.

Tres días después, me encontraba nuevamente en un evento, siendo exhibido a los mejores postores, quienes no dejaban de gritar montos cada vez más altos y competir entre ellos, haciéndome sentir que era a mí a quien estaban subastando y no al traje de Kai que me encontraba luciendo.

No importaba la elegancia o complejidad de los halagos que recitaran en mi dirección, yo continuaba percibiéndolos como flechas disfrazadas de rosas destinadas a romper la coraza que cubría al soldado vulnerable en mi interior, arañándolo con sus espinas.

Sobre todo cuando él continuaba jactándose frente a todos de lo hermoso que me veía esa noche.

No creía poder soportarlo por mucho tiempo antes de volver a derrumbarme.

—Quiero irme —le dije a Choi mirándolo fijamente, rogándole que me dejara escapar. El mayor suspiró y negó.

—Aún debes asistir al After Party —pronunció antes de señalarme a JongIn con la cabeza para que regresara junto a él, quien permanecía ajeno a todo mi calvario, excepto cuando me tomaba por la cintura y me llevaba a conocer a alguien más, presentándome como su joya mas preciada.

¿O era un bolso de colección ahora? ¿Una vasija de la dinastía Joseon?

Soy un maldito muñeco Ken de compañía.

Altura y dignidad se venden por separado.







🎭·🖤·🪡







Al llegar al departamento, me quité el traje con sumo cuidado y me metí a la ducha, deseando con todas mis fuerzas deshacerme de los malos pensamientos con los que había lidiado esa noche, necesitando tomar un respiro.

Cuando sentí el cuerpo de JongIn unirse al mío, me aparté del agua y me envolví con la bata para alejarme de él, furioso con el estúpido de mi corazón que me pedía regresar junto al mayor y dejar que me envuelva entre sus brazos.

Mi pecho dolía y mis ojos picaban con las lágrimas queriendo salir.

—¿Hermoso?

Me estremecí, aquella palabra que había representado los mejores momentos a su lado ahora se sentía vana, sórdida.

—¿Estás bien? —Cuestionó colocándose frente a mí, tomando mi rostro entre sus manos y obligándome a mantenerle la mirada.

Suspiré, no pude evitarlo; él era tan dulce y cariñoso... pero al mismo tiempo tan obtuso o simplemente indiferente a lo que me pasaba.

—No quiero seguir asistiendo a esas fiestas —declaré directamente.

JongIn abrió los ojos con sorpresa y me rodeó la cintura con sus brazos.

Entre sombras [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora