Dieciséis: Te extrañé

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Me encontraba alistando mi maleta cuando el timbre de la suite sonó.

—¡Adelante! ¡Está abierto! —Exclamé sacando un par de zapatos de vestir y colocándolos en el compartimiento de calzado de mi pequeño equipaje.

Solía siempre empacar ligero ya que tenía amplias cantidades de ropa en todos los lugares en los que me quedaba y siempre terminaba haciendo y comprando más, así que no me molesté en escoger una maleta más grande; honestamente, si solo tomaba un bolso con mis papeles, billetera, llaves y mi teléfono, estaría bien.

—Hola...

Me congelé en el acto.

—¿Alguna vez te dije lo mucho que amo tu voz? —Le pregunté dejando salir un suspiro mientras apoyaba los puños sobre la cama para obligarme a permanecer en mi lugar y no lanzarme hacia él.

—Un par de veces —rió ligeramente y mi corazón se saltó un latido— pero eran durante el sexo así-

—Así que pensaste que eran palabras vacías producto del momento, ¿cierto? —le corté antes de tomar un profundo respiro y voltear para encararlo.

KyungSoo se encogió de hombros, viéndose, si no nervioso, entonces incómodo.

—Supongo entonces que las veces que te dije sobre lo especial que eras, lo dispuesto que estaba a darte el mundo y lo mucho que me encantabas también fueron tomadas como palabras... vacías.

Sus ojos se ampliaron concentrando su brillo ónix en mi rostro antes de apartar la mirada y dejarla bailar por la habitación.

—El lugar ha cambiado bastante —mencionó comenzando a caminar por la suite.

Podría quejarme de su evasiva, renegar por horas enteras como solía hacer con mi hermano o ChanYeol, pero debía apurarme hacia el aeropuerto, así que me giré y continué empacando.

—SeHun lo re-decoró después de... un incidente sin importancia —dije recordando lo asqueroso que había quedado el lugar tras aquella semana de borrachera; pero no iba a decírselo al menor, no quería darle más razones para rechazarme de las que ya tenía.

—No sabía que eran amigos —murmuró, bufé.

—No lo somos —gruñí—. Es útil, con eso me basta.

—¿Decías lo mismo sobre mí? —Cuestionó con desafío.

Me giré hacia él sintiendo mis pulmones completamente desprovistos de aire.

—¿Cómo puedes... ¿Tan mal piensas de mí? —Pregunté con las manos comenzando a empuñarse.— Mierda, sé que te he lastimado, pero ¿en serio crees que soy tan-

—¿Imbécil? ¿Idiota? ¿Una basura completa a quien solo le importó mi aspecto y jamás el cómo me sentía? —Pronunció sarcástico antes de borrar su sonrisa y asentir.— Sí. —Admitió con seriedad.

Me dejé caer contra la cama, enfrentándome a su juicio.

—De acuerdo, tienes resentimiento, lo entiendo —intenté racionalizar.

Fue su turno de bufar y negar con cólera derramándosele por los poros.

—¡Y lo sigues haciendo! —Exclamó pasando sus manos por el cabello.— ¡Eres un maldito idiota!

—¿Por no querer pelear contigo, KyungSoo? ¿Eso me hace un idiota?

—¡Sí! —Gritó con los puños fuertemente apretados— ¡Porque incluso ahora sigues ignorando como me siento y-

—No —le corté—. No lo ignoro, simplemente no lo entiendo porque ¡jamás me lo has dicho!

Bufé y negué. A la mierda mi vuelo, esto era más importante.

Entre sombras [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora