Capítulo 19: La conversación.

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Sin ánimos de ser o estar. Con la deshonra y el odio hacia mí mismo recorriendo toda mi alma. Un pie en este extremo del mundo y el otro... quién diablos sabe dónde. Mi imaginación siendo compasivo conmigo ya que por instantes me hizo creer que todo había sido un sueño, o que quizás seguramente él me perdonaría porque no es algo tan grave ¿no? A este punto ya sabía que mi imaginación se había aliado con mi corazón, porque solamente esa parte de mi ser podía pensar con tal descaro solo para poder volver a ver a Jungkook. Era un mentiroso, un patán. Fui igual que esos desgraciados que tanto critiqué con mi amigo. Fui como mis padres, fui como mi tío y fui tal vez el peor amigo que tuvo Jungkook. Ni siquiera había tenido la poca decencia de apuñalarlo por la espalda, sino que lo hice de frente, justo en el corazón. Dejándole muy probable aquella cicatriz eternamente. Él me había entregado todo lo que tenía a su alcance en ese momento, y yo solo escupí sus buenas acciones y pisé sus hermosos sentimientos. Sé que algunos pensaran que tal vez no actúe mal porque "él no me puede obligar a quererlo". Pero la realidad es que yo si lo quería... y mucho. Pero soy tan malditamente cobarde que preferí lastimar a una persona maravillosa como él que aceptar mis sentimientos. Me había buscado el camino difícil pero ahora no podía enfrentarlo.

Mirándome frente al espejo intentaba buscar las palabras, entender mis acciones para explicarlas después, quizás inventar una excusa para no tener que verlo hoy. Observarlo a los ojos después de lo que le hice, sería lo más doloroso que posiblemente había hecho en mucho tiempo.

Porque conociéndolo lo más veraz es que intentara hablarme, pero yo no quería eso. Quería que me odiara, que me ignorara, que consiguiera a alguien sin tanto complejos como yo, que lo hiciera feliz y lo amara como yo no pude... o realmente como yo no me di el derecho de amarlo.

No quería ir al colegio, sería algo absolutamente tortuoso y esta vez para ambos. Me observé a mí y luego al retrete, entonces tuve una idea. No era una idea por la cual felicitarme ni mucho menos estar orgulloso de ello, jamás se la recomendaría a nadie. Abrí la puerta del baño y posicione dos de mis dedos en mi garganta intentando encontrar la úvula, al tocarla sentí como las arcadas se hacían presente, pero aún no eran suficientes para el vómito, continue mi movimiento, y entonces aquella materia salió desde mi estomago para ser depositada en el retrete de manera muy sonora, y con propósito, pues quería que mi tío me escuchara.

— ¿Estas bien Jimin? — mi tio quien se hallaba asomado en la puerta pregunto preocupado.

— No... c-creo (vomito) creo que algo me hizo daño...me...me siento horrible — yo estaba de rodillas, expulsado la cena de anoche y apoyado con mi mano de la tapa del retrete.

— ¿Qué habrás comido en la calle? — preguntó , pero más como para sí mismo.

— Aaarrffgg (vomito de nuevo).

— Llamare al colegio para avisar que no iras porque estas enfermo — declaró.

— Gracias... — termine con mi desastre y baje el agua.

— Te daré tu espacio, en un momento iré a tu cuarto a tomarte la temperatura — yo asentí y él salió del baño cerrando la puerta en el proceso.

Y así empecé con mi estupidez. Intentando nuevamente alejarme de Jungkook. Lo elimine de todas las redes sociales y lo coloque en la lista negra de mi teléfono (también a Taehyung por si las moscas) esperaba que Mia me diera mi espacio, y no le prestara su teléfono a Jungkook para llamarme o algo así. Quería privacidad para pensar mejor las cosas, y también para que mi amigo entendiera que yo no era bueno para su vida.

El primer día me las ingenie para fingir enfermedad. En el baño moje un trapo con agua caliente casi hirviendo, para después pasarlo por mi cara y cuello, y de esta manera parecer con fiebre. El termómetro que uso mi tío en mí, lo intercambié disimuladamente con otro que yo guardaba de repuesto, y que calenté con el agua previamente. Convencí de esta manera a mi tío de estar enfermo de verdad, y así logré quedarme tranquilo. "Me consintió" pidiendo comida a domicilio ya que él no se le daba cocinar y yo estaba "enfermo" para eso, pero desgraciadamente solo fueron sopas, y lo único que me preparo fueron té de distintas clases, pero muy extraños, nunca los había probado en mi vida, y para empeorar eran sin una pizca de azúcar, porque de nuevo mi condición era de "enfermo".

El Árbol de Cerezo Kookmin - JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora