La nieve blanca se aproximaba frente a mi ventana. Veía a los copos de nieve caer y perderse en el manto blanco esparcido bajo nuestros pies. Los arboles a mi alrededor se veían hermosos con su nueva apariencia de un blanco purificador. No recordaba un invierno más hermoso que este aquí en Seúl, o quizás era porque en los antiguos años solo me quedaba en casa abrigado y jugando video juegos todo el día. Era eso o estar leyendo libros. Pero ahora disfrutaba esta temporada más que nunca gracias Jungkook y su insistencia de salir cuanto pudiéramos. En estas vacaciones tome en cuenta algo que había pasado por desapercibido, y eso era que mi ventana y la de él jamás y nunca se podrían ver. La mía se encontraba a un costado de la calle y la de Jungkook hacia atrás de este. Así que cuando lo extrañaba, me escabullía a la habitación de mi tío, la cual tenía una ventana hacia su casa, y podía verlo en la cocina o hablando con su madre en la habitación de la misma. Amaba verlo cuando él no lo sabía que lo hacía.
Me alistaba para salir junto a mi novio quien me pidió acompañarlo a visitar a la madre de Tae. Yo por supuesto había aceptado con arduas ansias de al fin conocerla y mostrarle apoyo a mi amigo castaño. Aunque la verdad era que temía que él no quisiera verme por lo reciente ocurrido con Hoseok y yo...af... debí haber tomado la palabra de Jungkook cuando pude.
Al terminar de arreglar mi cabello, mi teléfono había sonado anunciando una llamada, y grande fue mi sorpresa al leer el nombre de "Hoseok" en el identificador de llamada.
— ¿Hola? — conteste un poco temeroso por la respuesta.
— Hola ¿Jimin? — el tono de voz del castaño se escuchaba mucho mejor y más calmado que aquel día en el parque.
— Sí, soy yo — afirme entre sisas, pues ¿Quién más podría ser'
— Oh...hola...q-quiero disculparme por mi actitud del otro día — lo escuché soltar un suspiro resignado a aceptar su comportamiento — no debí tratarte así ni alterarme... eso estuvo mal. De verdad lo lamento.
— Está bien. Puedo comprender un poco lo que sientes — declare queriendo ser empático.
— Eres un buen amigo Jimin y... aunque me duela admitirlo, tienes razón... — escuche su voz temblar debido a lo siguiente que diría — nosotros no... estamos actuando como amigos y eso es muy obvio — no pensé que sería tan preciso y a causa de su confesión una alerta sonó dentro de mí.
— Esta, ¿ha ocurrido algo más? — no pretendía juzgarlo. De verdad que no, pero sus nervios y la manera en la que me hablo me hacía pensar otras cosas.
— Oh no, nada que ver. Solo que estamos siendo muy cercanos y puede que sienta cosas por él — no tenía que decírmelo, yo ya lo sabía. Era tan evidente...
— Bueno, deberías intentar alejarte un poco de él y...
— Lo intento Jimin, pero él siempre vuelve. Me llama y manda mensajes, no sé qué hacer.
— Deberíamos salir, luego de estas vacaciones de invierno, salgamos y conozcamos gente. Sé que podrás expandir un poco más tu mente y distraerte — le propuse.
— Lo sé, pero ¡me trae loco! Por como habla y se expresa... ag ¿Por qué tiene que ser así? — reí un poco al escuchar su voz alterada. Me recordaba tanto a mí — ¿puedes venir a mi casa hoy? — pregunto de repente y tuve que negarme.
— Oh, lo siento Hoseok, pero iré con Jung a casa de Taehyung, conoceré a su madre.
— ¿Lo ves? ¡esta por todos lados! No sé cómo huir — y era obvio que lo estuviera si todos éramos del mismo grupo de amigos — espero ¿iras con Jungkook?
— Sí, así es.
— Mmm no sé si sea una buena idea — al oírlo decir aquello recordé entonces que él mismo me hubo hablado de la actitud de la madre de Tae. Pero no les temía a los cerrados de mente. Siendo toda mi familia así, yo era básicamente un experto en tratarlos.
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El Árbol de Cerezo Kookmin - Jikook
Romansa¿Qué estarías dispuesto a perder por la persona que amas? O ¿Qué estarías dispuesto a perder para cambiar los ideales de una sociedad retrograda y abusiva? Eso es lo que se planteo Jimin el día que decidió hacerle frente al mundo e ir en contra de l...