El Árbol de Cerezo Kookmin - Jikook

Capítulo 4: Mi mejor amigo.

El fresco aire acondicionado del supermercado era un alivio milagroso para esta ola de calor, mi cuerpo lo agradecía en magnitud, lamentablemente no podía decir lo mismo de mi nariz, la cual ya se encontraba goteando al ser expuesta por tanto tiempo al frio. Mi tío no se decidía entre una televisión u otra, le gustaban las cosas ostentosas y quería la mejor para tenerla como una especie de trofeo. Yo solamente podía pensar "elige una tele de una maldita vez". Esto era estresante, todo estaba bien con las compras hasta que se le ocurrió la brillante idea de comprar una televisión. Sostenía el carrito de comprar, cuando mi teléfono vibro en mi pantalón.

Jungkook:

— ¡Hola! 😀

— Me preguntaba si tenías que hacer algo hoy?

Nos encontrábamos en sábado; desde ese día de mi encuentro con Jungkook no nos habíamos escrito. Pensé que se olvidaría de mí, y tal parece que me equivoque.

Jimin:

— ¿Qué tal?

— No, por ahora no tengo nada planeado.

Jungkook:

— ¡Genial! 😁

— Me gustaría invitarte a almorzar en mi casa ☺ ¿Qué dices?

¿Invitarme? ¿a su casa? ...Bueno.

Jimin:

— Vaya, no creí que esto fuera tan rápido jajaja😂

Jungkook:

— Es mi forma de darte las gracias😉.

Jimin:

— Esta bien, estaré ahí a las 12:30.

Jungkook:

— Te espero. 🤗.

Mi tío al fin había elegido una televisión, y lo ayude a subirla en la parte de atrás de la camioneta. En el camino a casa se me ocurrió la idea de llevarle un refrigerio a los Jeon, así que le pedí a mi tío que se detuviera en aquella tienda tan frecuentada por mí. Además, quería verle la cara a Mia cuando le contase que tuve la oportunidad de conocer al chico de sus sueños eróticos, y encima me había invitado a almorzar hoy.

El auto se detuvo y baje de él. Mi tío encendió la radio para escuchar música (sabía que iba a tardar) debido a que conocía mi amistad con la chica que atiende en caja. Él pensaba que teníamos algo más, pero solo era una amiga.

Para mi suerte el local no estaba muy lleno, y eso significa que podía hablar tranquilamente con Mia.

— ¿Adivina quién? — pregunté casi en un canto, mientras me acercaba a la caja

— No me digas que Min te hablo de nuevo — dijo ella sin darle mucha importancia.

— Nah, como crees — bufé, no me gustaba hablar de mi ex.

— ¿Entonces?

— Adivina ¿quién conoció al amor de tu vida? Y ahora tiene su número — Mia abrió los ojos de par en par, en conjunto con su boca — ah, y hoy irá a almorzar a su casa.

— ¡Me estas jodiendo Jimin!? — grito de la emoción.

— No-le sonreí, era muy gracioso verla así.