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Valentina

-¡Valentina! Que gusto verte —me dijo Lupita al abrir la puerta.

—A mi igual, Lupita —nos dimos un abrazo.

—¿Y como esta mi hermoso niño? —le pregunto a Tomas que estaba al lado mío, le había puesto unos jeans negros, una camisa sin mangas color amarillo y encima un chaleco porque hacía algo de frío, además llevaba también su mochila con sus juguetes y otra muda de ropa.

Ben, Lupita.

Bien —le corregí, él me miró.

Bien, Lupita —volvió a decir, las dos sonreímos.

—Eres un niño muy inteligente y hermoso —Tomas se sonrojo. Ya dentro Lupita le preparo una ensalada de frutas con un poco de yogurt, mientras comía veía televisión.

¡Ja ja ja ja ja! ¡Mira mami, se cayó! —me señaló, yo sonreí, note que tenía algo de yogurt en su barbilla, tomé una servilleta y le limpie, él no despego sus ojos de sus monitos.

—Cada día noto que crece más —me dijo Lupita cuando volví a sentarme a la mesa.

—Si, no para de crecer y de hablar —las dos reímos.

—En eso se parece mucho a Juliana —me dijo, yo le di una media sonrisa.

—Tiene mucho de Juliana —le afirme.

—¿Como estas? —me preguntó —Con todo lo sucedido ayer.

—Triste y preocupada —le conteste —Juliana estaba muy dolida, muy enojada, lo podía ver en sus ojos, y no se que sea capaz de hacer.

—Ella no va hacer nada, se le pasará —me dijo con seguridad.

—Eso espero, Lupita —le dije, ella tomó mi mano.

Termine —esa era la voz de Tomas, dejo el plato vacío sobre la mesa.

—Ahora ve a descansar lo que comiste y luego puedes jugar —el asintió y se fue a sentar al sillón.

—Lo que necesitan las dos es conversar.

—¿Usted cree que ella querrá conversar? —le pregunte.

—Lo hará.

Tomas se puso a jugar en el patio trasero con sus juguetes, el césped era el campo de batalla.

—¿Se quedarán a almorzar? —me preguntó Lupita.

—Si, claro —le conteste.

—Entonces ayúdame a preparar el almuerzo —yo me acerque, la cocina tenía un ventanal y podía ver todo lo que Tomas hacia, en eso escucho que tocaron la puerta.

—Voy abrir —le dije a Lupita, ella asintió mientras picaba las papas.

Camine hacia la puerta, la abrí y quede congelada al verla a ella y estoy segura que ella también se impresionó.

—Juliana.

—Valentina —me dijo —¿Qué haces aquí?

—Vinimos a ver a tu mamá —le conteste.

—¿"Vinimos"?

—Juliana, hija, me pareció oír tú voz —esa era Lupita, me corrí para que Juliana entrará, se abrazaron —¿Vienes sola?

—No, Maya esta afuera —le contesto y era cierto, estaba al lado de un auto hablando por teléfono.

—Supongo que te vienes a despedir —le hablo Lupita con tristeza.

El reflejo de mi amor (one Shot) [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora