En lo que quedaba, la “cita” de Jake con Margarita iba viento en popa. La parejita platicaba, se reían y se veía que realmente tenían buena química. Margarita era muy extrovertida y no le importa llamar la atención de todos en el lugar. Obviamente metían a Eunhwa en algún momento, no querían que de sintiera excluida y más triste.
— ¡Oh! — La chica saltó de su lugar, observando con sorpresa su teléfono. — Jake, mis tíos necesitan que vaya con ellos a casa. — le guiñó el ojo izquierdo exageradamente. Jake abrió sus ojos sin entenderle, tomo las manos de su prima por debajo de la mesa diciéndole indirectamente que no le dejé con Eunhwa.
— ¿Ocurre algo? — la rubia apartó sus ojos de su teléfono para ver a la “pareja”
— Sí, me tengo que ir, lo siento. — Isa tomó su bolsa y pasó por encima de Jake con prisa. — Me cuidas a Jake, es muy bebé, tiernito el niño. — le apretó su mejilla hasta dejarle rojo, a vista de Eunhwa. Pues Jake se había sonrojado de verdad.
— Oh, bien.
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Salieron del lugar después de unos minutos, el castaño había visto a su amiga algo decaída, su rostro bajo y sus hombros temblaban. Estaba llorando, pero en silencio. Así que, apenas salieron por las puertas, Jake no tardó en acercarse a Eunhwa y fundirla en un abrazo.
Eunhwa se rompió a llorar.
— Está bien, necesitas llorar.
— E-Es que no entiendo... — sollozó aceptando el abrazo, correspondiendo abrazó la cintura de su amigo con fuerzas y lo apretó. — ¿Q-Qué fue lo que hice mal? Me gusta mucho... Él. Te juro que estoy intentando todo, pero no se puede, algo debo de hacer mal. Jay se veía de buen humor, estaba bien con el cuando le invité, me dijo que vendría. ¡Me dejó aquí! — escondió su rostro en el espacio del cuello y el hombro del castaño. Jake se tensó al sentir la respiración de Eunhwa muy cerca, de puso nervioso, pero no era el momento.
— Tú no eres el problema, Eunhwa. — le dió algunas palmaditas en su espalda, para consolarle. — Es él, desde un principio de sabía que era así. Con todos es así, hasta a mí me enoja el hecho de que él te guste porque yo, tú...
Me gustas.
— Es mi primer amor. — le interrumpió ella, alejándose lentamente de el. Jake sintió de repente un vacío en su pecho al no sentir la calidez de la rubia. — ¿Sabes cuánto duele? — Suspiró. — No importa ya. Estoy molesta con él, tal vez debo de hacerle caso a Margarita. Me voy a alejar de él.
Y su decisión contentó a Jake, por unas horas.
Al día siguiente Eunhwa seguía a Jay, justamente cómo antes.
