Jay tomó del brazo a Eunhwa y la jaló por toda la casa hasta sacarla por la puerta principal. El agarre era fuerte y en cierta manera comenzaba a dejarle marca a la piel pálida de la chica. Eunhwa se quejaba, pero Jay parecía no escucharla.
— Déjame, por favor... — al soltarla recibió un pequeño empujón, algo que casi la hizo caer pero puso agarrarse de la puerta de un auto.
— ¿Qué mierdas haces aquí? ¿Tan urgida estás de que te haga caso, que tienes que lavarle el cerebro a una de mis amigas? — alzó su voz, y Eunhwa tembló. — No es no, Eunhwa. No me gustas, no quieor nada contigo, no te me acerques nunca jamás, no te quiero ver. ¿Tan difícil es para ti meterte eso en la cabeza? Mírate, ve como estás vestida. Ni aunque te pongas menos ropa, o trates de verte atractiva para mí: no lo vas a lograrlo. No me atraes.
— ¿Por qué aceptaste salir conmigo? — al hablar sentía el tan famoso nudo en la garganta, estaba viendo una parte de Jay que nunca había conocido. Sabía la fama de Jay, pero...
Ahora que lo pensaba mejor no había ni un pero.
— Quería ver si se daban las cosas, pero no. Resultante ser muy pegadiza, tanto que hasta ahora no te puedes apartar de mí. — Ahora más calmado, pasó su mano orobsu cabello en un intento de dejar de estar molesto. — Vete de acá.
— ¿Entonces no te gusté nunca?
Jay suspiró profundamente antes de contestar.
— No. — una gota traviesa cayó por la mejilla de Eunhwa, siendo retirada rápidamente.
Tal vez sólo necesitaba que se lo dijeran frente a frente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Y ahí estaba Eunhwa, con el corazón destrozado, lágrimas derramadas y caminando sola por las calles, yéndose a casa.
Era una acosadora, una idiota, una ciega, una tonta, una estúpida. Eso y mil cosas más. Ahora quería estar con Jake, quería a su mejor amigo ahora, quería que la abrazaran, que le subieran el ánimo. Pero las palabras de Jake ya estaban escritas. No le diría nada. Solamente llegaría a casa, se encerraría en su habitación y lloraría hasta que sus ojos ardieran.
Jay fue la primera persona que le gustó de verdad, también fue la primera que le rompió el corazón. Y no le gustó.
Sus pequeñas lágrimas caían, entonces sintió el aire fresco de la noche. Ya comenzaba a hacer algo de frío por las noches, demasiado y ella no estaba muy tapada. Su estómago estaba helado, se sentía extraño. Para empeorar el momento, pequeñas gotas amenazaron en comenzar a salir. No le dió tiempo ni de pensar claro, cuando la torrencial lluvia comenzó a caer.
Eso la hizo sentir miserable y lloró más.
¿Qué había hecho mal? Quería ser querida de la misma forma que ella quería. ¿No era linda? ¿Tal vez más alta? ¿Acaso era su personalidad? Eunhwa no se consideraba linda, pero si que era buena chica, desde su punto de vista. No hacía nada para mal.
De pronto comenzó a imaginar si estuviera en un drama. Su vida amorosa sería muy linda, deseaba encontrar a alguien caballeroso, lindo y, sobretodo, que le corresponda y que no el grite ni le trate mal. Ya lo tenía claro.
No quería a ningún tipo como Jay. Jay fue su error, el primer y el único error que cometerá en su vida.
Claro, no sería fácil, pero daría paso por paso para intentar, por lo menos, olvidarse de todo lo que le dijo esa noche.
Al llegar al edificio se dió cuenta de algo; no podía llegar a su casa con la ropa mojada, su madre le comenzaría a preguntar sobre Elo sucedido y Eunhwa solamente quería llorar a solas. Tomó la decisión más difícil de su vida, y subió un piso más hasta el apartamento de la familia Shim, esperando a que Jake le abierta.
Pero no lo hizo.
Tocó cuatro veces, le mandó dos mensajes y nada.
¿Él tampoco la quería más? De seguramente había otra mejor amiga como él. La remplazo. ¿Ya no quería hablar con ella luego de lo sucedido? No podía ser...
— Jake, Jake soy yo, Eunhwa... — habló después de dar unos golpes. Suspiró tratando de que su voz no se escuchara ahogada. — Abreme, ¿Sí?
Pero la desesperación sumada a un corazón roto, no era buena mezcla. Eunhwa se comenzó a estresar al no ser escuchada.
— Ábreme, Jake. No seas malo.
Insistió pero aún así nadie le abrió.
Tal vez no estaban ahí o algo, esperaría a que llegasen.
Pero había un bichito que decía que Jake, por lo menos, estaba en casa.
— Ábreme, por favor... — sollozó, y se limpió rápidamente. — Te necesito...
De espaldas, se arrastró por la puerta, hasta estar sentada en el suelo. Le esperaría, claro, mientras lloraba. No le importaba que vecinos le vieran, solamente quería llorar a gusto.
Al otro lado de la puerta, Jake escuchaba todo lo que su mejor amiga decía. Sus ruegos para ser escuchada... Le dolían, pero si ella no se daba cuenta sola, ¿Quién era él para hacerlo?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pensé que iba a ser re corta esta historia, pero ya la hice bien largota, creo será igual a Only you <3333
