Capitulo 12

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Lo que menos deseaba que pasara, sucedió... abrí mis ojos lentamente, despertando de nuevo en el infierno del que tanto deseo salir.

Para mi sorpresa mi cuerpo seguía en el mismo sitio en el que Adam me había dejado, nada cambio, a excepción de que mis brazos estaban completamente dormidos y mi parte intima dolía como los mil demonios, tenía miedo de moverme cada pequeño movimiento que hacía provocaba que sintiera como un líquido salía de entre mis piernas, mi corazón se aceleró y las lágrimas no tardaron en aparecer, él me dejo aquí botada ahora nada de lo que me pasara le importaría en lo absoluto.

Durante los siguientes 10 minutos logre sentarme en la cama, tratando de tranquilizar mi respiración y tomando fuerzas para levantarme e ir al baño. Pero no importo el esfuerzo que hice, al apoyar un pie en el suelo mi cuerpo fue golpeado por el frio suelo, solté un quejido sonoro... a los segundos escuché pasos dirigirse a la habitación mi corazón estaba que se me salía, mis lagrimas empañaron mis ojos y mojaron mi cara, rogaba a Dios porque no fuera Adam, la verdad no quería que fuera nadie de mi familia, no me importara que fuera alguien desconocido y me viera desnuda, con tal de que me soltara y sacara de aquí. Sentí la presencia de alguien en la puerta, giré mi cabeza lentamente con miedo de ver a esa persona...

-Pero mira que asco, hay una zorra desnuda en el piso –su tono de burla y su risa sínica me hizo querer desaparecer.

-Suel-ta-me por favor –dije a duras penas mi garganta estaba seca y pedía a gritos un poco de agua.

- ¿Qué te suelte?, pero por Dios mírate estas sucia hecha un asco, ni siquiera quiero tocarte –observo todo mi cuerpo con desagrado.

-T-te lo...pido –el nudo en mi garganta no me dejaba hablar muy bien.

-Bien solo lo hare porque debe hacer el desayuno –se acercó a la pequeña mesita de noche, saco unas tijeras y se acercó a mí, me desato y se dirigió a la puerta, pero antes de que saliera lo interrumpí.

- ¿E-n don-de esta A-adam? –no sé porque pregunté por el, pero lo hice.

-Salió esta mañana a encontrarse con su novia - ¿no-novia? Esto debe ser una broma - ¿por qué?, ¿lo extrañas? –sonrió de medio lado esperando mi respuesta.

-N-no nunca lo extrañaría –por alguna extraña razón sentía una rara opresión en mi pecho. Vaya imbécil teniendo novia a la cual meterle su asqueroso pene prefiere joderme la vida y violarme a mí.

-Bien si tú lo dices, muévete que tu madre y yo tenemos hambre. –y sin más salió de la habitación cerrando la puerta.

Apoye mis dos manos en el frio suelo y muy lentamente me levante para ir a mi habitación y darme un baño, quería quitar toda la suciedad que mi padre había mencionado, mientras dejaba que la bañera se llenara aliste un poco de ropa suelta, Adam lastimo mucho las heridas que ya tenía, luego de unos largos 20 minutos Salí de la bañera, me cambie y baje a la cocina.

-Hasta que al fin bajas zorra –hablo mi madre mientras me miraba de arriba abajo –que haces ahí parada ¡muévete!

-L-lo sien-to –agaché mi cabeza y me dirigí a la cocina para preparar el desayuno.

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En la tarde

Estaba en mi cuarto terminando unos trabajos para la universidad, Adam no ha llegado a casa, espero nunca regrese y se quede con su novia todo mundo sería feliz y cuando hablo de todo mundo me refiero a mí.

La puerta de mi habitación fue abierta bruscamente por mi madre que se acercó a paso seguro hasta mí y tomándome del cabello me hizo bajar hasta la cocina.

Nunca Saldrás de esto pequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora