Capitulo 24

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-Mejor mátala -hable sin pensar viendo a Vladimir quien se mantenía serio- No pienso darte más que eso.

-Alissa hace tres semanas dormimos juntos y pude abrazarte...no lo hare de nuevo.

-Bien, entonces duerme en tu cama.

-Matare a Tania aquí mismo -estiro su mano derecha recibiendo el arma de Thomas -frente a tus ojos...tus pesadillas regresaran.

-So-solo cálmate...déjala ir, que no regrese a esta casa y tal vez...

-Así está mejor -acaricio mi cabeza dándome una sonrisa -ok, Tanía, puedes irte.

-Quiero ver que llegue bien...y asegurarme que no le harás nada -el me miro con gracia negando con su cabeza.

-No puedes salir de aquí, cuando ella este a salvo en su casa Thomas te enviara una prueba.

-No sé porque, pero estoy segura de que tarde o temprano la mataras.

-No lo haré...lo prometo -levanto su mano prometiendo algo que no sucederá -Thomas puedes irte, asegúrate que llegue bien a casa.

-Lo haré señor.

-En cuanto a ti -señalo a Tania -no vuelvas a comunicarte conmigo, ni intentes reparar las cosas.

-Espero no te arrepientas y que tu corazón no necesite ser reparado de nuevo -hablo para luego irse junto a Thomas.

-Alissa vamos a dormir -tomo mi mano llevándome a su cuarto.

Narra Vladimir

Entramos a mi cuarto y le di uno de mis buzos para que se cambiara. Me mira con temor y lo entiendo, pero esta vez haré las cosas como antes...como a ella le gustan.

-Si tú lo deseas, solo dormiremos ¿está bien?

- ¿E-enserio?

-Solo acuéstate a dormir.

Ella tomo el buzo y entro al baño para cambiarse, yo solo me coloque un pantalón y una camiseta blanca.

Al rato salió solo con el buzo puesto y se acostó, la tape con las cobijas y pase mi brazo izquierdo por su cintura acercándola.

-Descansa -susurre en su oído dándole un beso.

-Igual...

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Alissa aun no podía dormir, así que metí mi mano por debajo del buzo alterándola.

-Di-dijiste que solo dormiríamos -apoyo sus manos intentando alejar la mía.

-Lo haremos, pero esto te hará dormir.

- ¿Qué harás?

-Alissa sé que esto te agrada mucho...no es nada malo, créeme.

Comencé a mover mi mano por su estómago, dando leves caricias...sé que le encantan y no estaba equivocado, de apoco soltó mi mano dejándome libre el camino hacia sus pechos.

Se giro quedando boca arriba, con sus ojos cerrados...subí mi mano recorriendo cada rincón de ellos. Con mi mano derecha aparte el cabello de su cuello para besarlo y chupar su piel de forma delicada.

Levante mi mirada viendo como mordía sus labios conteniendo su melodiosa voz al sentir placer.

-No te contengas -hable para adueñarme de sus labios, baje mi mano hacia su entre pierna y por encima de su ropa interior la acaricie...ella apretó sus piernas dejando inmóvil mi mano -Estoy siendo delicado -abrió sus ojos mirándome con deseo, pero sé que en su mente todo era un enredo. (Esto de hacer rimas me tiene mal)

Nunca Saldrás de esto pequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora