Capitulo 20

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-Y... ¿Ahora que sucede?

-Por lo que me entere parece que en verdad aprecian a Alissa.

- ¿De qué hablas?

-Tom Morín, está moviendo sus negocios.

- ¿Eso que tiene que ver con eso?

-No lo está haciendo solo.

Sonreí pensando en lo ilusos que son.

-Esos bastardos, ¿necesitan ayuda para conseguir algo tan simple?

- ¿Y si logran conseguirlo? ¿Qué harás?

-No lo conseguirán...No dejare que recuperen a Alissa...

Mi hermano negó rodando los ojos.

-Haya tú, nos vemos más tarde –agito su mano derecha mientras salía del despacho.

Busque mi teléfono para llamar a alguien que me puede ayudar con ellos.

- ¿Bueno?

-1341

-Vaya creí que nunca volvería a escuchar esa voz –sonreí sabiendo que aún se acuerda de mi –y ahora ¿Qué necesitas?

- Tengo unos amigos en Róterdam, por favor dales una cálida bienvenida...

Narra Alissa

Ya me había despertado viendo como leves marcas yacían de mi cuerpo.

La puerta se abrió dejando ver a la chica que me había llevado a comer la vez pasada.

-Buen día bella durmiente –sonreí un poco al escucharla.

-Hola

-Eso no se ve muy bien –se acercó tomando mi rostro entre sus manos. Tenía un leve corte en mi labio y un moretón en mi pómulo derecho.

-Lo sé –agache mi mirada.

-Date un baño, cubriré eso y bajaras a comer.

- ¿No puedo comer acá?

- ¿Quieres que el venga y te alimente?

En respuesta me levante y dirigí al baño, prefiero mil veces bajar y comer bajo la mirada de esos guardias que dejar que Vladimir me alimente como un bebé.

Ya lista y luego de que esa chica hiciera magia en mi cara baje. Solo espero no verlo.

-Bien, aliméntate... -salió dejándome con cuatro hombres viéndome. Empecé a comer las tostadas y el huevo que me habían dado.

Pocos minutos después entro una señora dejando un plato delante de mí...y casi al instante entro Vladimir con una sonrisa en su rostro.

Bufe con rabia agachando mi mirada.

-Hola muñeca –se acercó y dejo un beso en mi cabeza. De seguro ha de ser como mi familia, le vale verga lo que me hizo anoche.

Solo mire como se sentaba para después fijar mi mirada en el plato.

- ¿Por qué eres tan grosera? Te salude –yo seguí ignorándolo –como sea, a partir de mañana serás la señora Sukov.

- ¿Qué?

-Vaya creí que habías quedado sin voz luego de gritar anoche –rodeé los ojos intentando no cometer alguna estupidez -mañana nos casaremos amor, por fin tendremos hijos y seremos una familia normal.

- ¿Normal?, eso es lo más estúpido que he escuchado –golpeo con fuerza la mesa levantándose en el acto.

-Mira mañana será un gran día, quiero que estes radiante para que mi familia te vea.

Nunca Saldrás de esto pequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora