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—¿Papá? ¿Amanda? ¿Mamá? —pregunto llegando a la mansión al no oír voces.

Cierro la puerta de la cocina, miro alrededor.

No hay nadie. Que raro. Mamá al menos siempre está aquí.

Dejo mi mochila sobre la silla, mis patines en el piso y tomo mi celular dispuesta a llamarlos, más un ruido proveniente del salón llama mi atención.

Confundida me dirijo hacia allí. Grande es mi sorpresa al ver a mis padres... ¿con la policía? Una mujer rubia está hablando con ellos.

—¿Mamá? ¿Papá? ¿Qué está pasando aquí?

La única que se escucha es mi voz, ellos guardan silencio. La mujer rubia voltea, me mira. Fijamente.

¿Quién es y qué hace aquí?

—¿Qué les hacen a mis padres? ¡Déjenlos!

—¿Padres? —se dirige a Mónica y Miguel. —Lo sabía... ¡la engañaron todo este tiempo!

¿Engañarme?

—Ella sabe que es adoptada— dice papá resistiendo, los oficiales los quieren sacar de la mansión.

—¡Mamá! —me intento acercar, más un policía me retiene. —¿Quien eres y por qué se llevan a mis padres? —pregunto con toda la valentía que me queda.

—¿No me reconoces, Sol?

Si, era consciente que ese era mi nombre real... pero nadie me llamaba así.

El viento sacude con fuerza las cortinas, como si me indicara que corriera.

—Eh... ¿no? Aunque me suena ligeramente familiar...

—Señora Benson, los Valente están fuera del rango.

¿Benson? La única Benson que conozco es... oh no, es... ¿acaso es ella?

—¿Lili? —pregunto nerviosa. —¿Lili Benson?

—Si cariño, soy yo...

—Pero tú.... tú....— tengo la voz temblorosa y ella sabe lo que sigue en la oración incompleta.

—No morí, logré salir. Logramos salir. Tu padre está en camino. Soy tu mamá, Sol.

—Primero, soy Luna. No me llames Sol. Segundo, tú no eres mi madre, es imposible, ella murió en el incendio.

—No morimos, escapamos hija. Buscamos por todo el mundo, por tantos años tu paradero. —se acerca y pasa su dedo por mi mejilla, yo retrocedo.

Un helado escalofrío recorre mi cuerpo, Lili parece algo molesta por mi gesto.

—Ya habrá tiempo de ponernos al día amor, pero primero hay que deshacernos de tus captores.

—¡Ellos me criaron! ¿Cómo te atreves a decirles captores? ¡Ellos me dieron el amor y el cariño que tú por años evadiste!

No sé de qué parte de mí salió eso. Nunca le hubiera dicho eso a Lili, por más que la odiara. Nunca. Pero ya lo hice.

Salgo corriendo, escucho pisadas tras mío. Me siguen. Me escondo en el jardín, entre los arbustos. Prendo el celular, lo desbloqueo con agilidad y pienso cómo buscar ayuda.

Nina no me atendería, no tengo el número de Ana. Simón, ¿estaría ensayando?

¡Te queda poca batería! 2%

Mierda. Selecciono a la persona que menos tenía en mente en ese momento.

—¿Luna? —su acento italiano es reconocido por mis oídos.

—Mateo ayúdame, se llevaron a mis padres y una mujer que dice ser Lili está buscándom...—no logro terminar la frase cuando siento pisadas tras mío y caigo en cuenta que me descubrieron.

Entre dos hombres me toman de los brazos. Uno pisa mi celular, este se apaga.

—Tranquila cariño, todo estará bien. —dice ella sonriendo y un golpe en mi cabeza hace que todo se vuelva negro.

Donde alguna vez hubo fuego -Luna ValenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora