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—¡Feliz cumple Ámbar! —me quedo atónita cuando salimos de la mansión ya cambiadas y listas para salir.

Una enorme limusina blanca está estacionada en la entrada. Delfi y Jazmín bajan de ella con unos globos y la abrazan con fuerza, Ambi parece aún no reaccionar del shock.

—Yo-

—Felices 18, hija. Creímos que traer a tus amigas te gustaría mucho más. —dice mamá avanzando hacia ella.

Ámbar no dice nada y la abraza. Papá me abraza por los hombros y Sharon está con su celular en la mano, grabando todo. La limusina tiene escritas en las ventanas 'Feliz Cumpleaños Ámbar' en colores naranjas, amarillos y rosas. Delfi y Jazmín se vuelven a acercar a ella cuando se separa de mamá y las saludo.

Me miran como si de un bicho raro se tratase pero igual me abrazan, seguro es porque nuestros papás andan tras nosotras. Las tres se alejan hasta la limusina y me quedo en shock al ver quien sale también.

—No quise salir para no arruinarles el momento, feliz legalidad Ambi. —escucho su acento italiano y luego mi hermana corre feliz a abrazarlo.

¿Mateo? ¿Qué hace él aquí?

—Gracias Mateo, en serio. —dice cuando se separan del abrazo.

Él le entrega un ramo de rosas rosadas y ella se lleva las manos a la boca, sorprendida. Toma el ramo y lo abraza de nuevo, sonrío al verla tan feliz. Se aleja de Mateo y va hacia las chicas, pero él vuelve entrar a la limusina.

Suspiro. Es la noche de mi hermana, de verdad con verla así de feliz y emocionada con sus amigas me sobra. De pronto volteo y Mateo está viniendo hacia mí con otro ramo de flores. Me tenso de inmediato y papá ríe al ver mi reacción.

De reojo veo que mamá se quiere acercar a mí pero Sharon y papá vuelven a entrar a la casa. Sonrío al verlo frente a mi.

—Buenas noches, Sol. —hace una pequeña reverencia y río.

—Buenas noches, estimado Mateo. — lo imito y me sonrojo cuando me entrega las flores. —¿Para mí?

— ¿Ves a otra señorita castaña de bonito vestido, bonita sonrisa y una medallita muy reconocible? —río, lo abrazo. Él ríe porque me pongo de puntitas a pesar que tengo tacones altos. —Ya minion, cuidado.

—Respeto, ¿eh? —bromeo. —¿Me esperas un momento para dejar las flores? —señalo la puerta tras mío.

Asiente y besa mi mejilla. Agradezco que la puerta no sea de vidrio, no me sorprendería ver a mamá pegada tras esta mirándome. Entro y los veo en la sala, me miran. Mamá, pícara. Papá y Sharon sonríen.

—¿De tu amigo?

—Si ma, ¿las puedes poner en agua? —ella asiente y toma el ramo. —Gracias.

—Dile a tu hermana que ya vaya subiendo, tú vienes con nosotros en el otro auto, cariño. —dice mientras entrega el ramo a una de las chicas del mando de Amanda. Ella se va hacia la cocina con mis flores.

La miro sorprendida. ¿No iba a ir yo con ellos?

—¿Otro auto?

—Si, Sol.

—Pero Lili, que vaya con su hermana, es el cumpleaños de Ámbar. —responde papá. Yo niego.

—No te preocupes, ya les aviso. —mejor porque sino Ambi se incomodaría. Es su noche, no debo intervenir tanto.

Salgo y sonrío al ver a los tres junto a mi hermana tomándose algunas fotos.

Se ve como una verdadera princesa, como la Ámbar de mi mundo.

Donde alguna vez hubo fuego -Luna ValenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora