Donde alguna vez hubo fuego -Luna Valente

13

—¿Y? ¿Te comió el ratón la lengua, Miss Benson?

La música de fondo era vana a mis oídos, francamente seguía intentando comprender que aquel chico frente a mí era mi mejor amigo. Algo dentro mío decía que no era alguien agradable a Sol.

—Yo-

—Sol, te había perdido. ¿Qué haces hablándole a mi amiga, Álvarez? —Nina se cruza de brazos frente a Simón.

—Nada. Chocó conmigo, definitivamente esa es su especialidad. —ruedo los ojos. —Por cierto, he visto a tu chico recién llegando a la fiesta.

—Gracias por el aviso, Simón. Adiós.

Él hace una pequeña reverencia en modo de burla y Nina me aleja de ahí, ahora sí llegando a la pista.

—Amiga, ¿qué rayos te pasa? Primero Nico, luego Simón..

—Choqué con él por ir a buscarte, desapareciste demasiado rápido. —me cruzo de brazos.

—Deja de actuar tan infantil, conoces el lugar a la perfección.

—Vaya, aquí las encontramos. —yo volteo y se acercan Jim y Yam.

—Veo que llegaron temprano, que bueno. —Jim sonríe.

Voy a dejar algo en claro. Es demasiado raro ver a tres de mis amigas vestidas de una forma tan brillosa y tan exageradamente reveladora. Yam trae un vestido dorado de lentejuelas con un escote pronunciado, mientras que Jim un vestido pegado de una sola manga en azul brilloso.

Podría decir que se parecen a la Delfi y a la Jazmín de mi mundo pero creo que ni ellas ni Ámbar usarían algo tan exagerado.

—¿Ya tomaron algo?

—Todavía, recién llegamos Nina, relax. Tenemos toda la noche.

—Jim tiene razón. Además, vi a varios chicos que no nos quitaban la mirada de encima. Es hora de actuar. —responde Yam sonriendo coqueta.

Veo a Nina entre tensa, preocupada e incómoda por la actitud de ellas dos.

—¿Y tú, Sol? ¿Ya miraste a alguien en específico? ¿O te mezclarás entre todos? —volteo al oír a Yam llamarme.

—Yo... si, ya vi a alguien. —y rezo porque esa persona esté en esta fiesta. O que por lo menos llegue pronto.

—Esa es nuestra amiga. Las vemos en la barra, iré pidiendo para ustedes también. —antes que Nina o yo podamos responder, las dos ya se perdieron entre la gente.

Nina suspira.

—¿Todo bien, amiga?

—La última vez que ellas encargaron los tragos terminé acostándome con Simón, y es mala idea dejarlas a cargo de eso. Iré a buscarlas antes que pidan algo demasiado fuerte como en mi cumpleaños y luego sea mi culpa.

¿Acostarse con Simón? ¿Su cumpleaños? ¿De qué rayos estaba hablando? Nunca en mi vida había visto tomar a mis amigas, pero estoy segurísima que no sería así. Ni Ámbar que es un polo opuesto tomaría algo tan fuerte.

Cuando parpadeo ella desaparece. ¿Por qué tienen la costumbre de irse tan rápido? ¡Nadie las apura! Suspiro y me siento frente a la pista, tengo frío pero es lo de menos. El lugar está completamente repleto de gente, e ir adentro sería perderme más de lo que ya estoy.

Mirando a mi alrededor veo luces por fuera. Eso era nuevo. De curiosa me acerco, y resulta que al final de la pista hay otra salida donde, cabe recalcar, hay varias personas bailando y tomando, pero es mucho menos que dentro del propio Roller.