22

115 9 2
                                    

Entramos y frunzo el ceño al no ver el gran salón. Mateo está a mi costado, tomando mi mano, pero no tiene el terno que llevaba puesto.

Yo tampoco tengo mi vestido, y reconozco perfectamente el lugar donde estamos.

¿Qué hacemos en el Roller? ¿Cómo volví tan rápido? Mierda.

Todo está decorado con guirnaldas rosa y blanco, y varias flores de papel que recuerdo que Simón nos mandó a hacer. De verdad, se lució completamente con la decoración. Entramos y Mateo se va a la barra a buscar algo para tomar, mientras yo sigo desorientada y confundida.

Nunca los cambios fueron tan sutiles, no entiendo. Cómo. ¿Cómo aparecí de nuevo en mi mundo? ¡La cena estaba a punto de empezar! Yo-

Yo quiero volver a pesar que esa no es mi vida. Ya no sé qué me está pasando.

Acabo de besar al otro Mateo, no sé si Ámbar, Jazmín o Delfi me vieron, Lili debe estar buscándome. Bernie también, Sharon igual. Mateo.


Mateo.

Mateo.

Ámbar.

Ámbar.

Ámbar.

—Hey amiga.. ¿Luna? ¡Luna! —me sobresalto al ver a Nina moviendo su mano frente a mi. Ríe un poco. —¿Estás bien? Te quedaste mirando a la nada.

—Tengo que volver, necesito volver. —murmuro y ella coloca sus manos en mis hombros. —Nina, yo-

—Lu, calma. Vamos al baño, ¿si? —toma mi mano y me dejo guiar entre los invitados.

No hay mucha gente, de verdad es una gran ventaja que los chicos aún tengan el control del Roller para hacer reuniones solo con nosotros. Nina me lleva al baño y me mojo un poco la cara. Cuando volteo, ella tiene algo de papel y me lo acerca. Me seco el rostro, la miro nerviosa.

—Lu, estás pálida, me estás preocupando.

—Nina no sé cómo volví, yo-

Me toma de la mano y nos dirigimos al camerino al costado del escenario. Me siento en una de las sillas frente al tocador y Nina se sienta a mi costado.

—A ver, primero respira profundo. Uno, dos. Uno, dos. —la imito y asiento. —¿Amiga, qué fue lo que viste?

—Estábamos celebrando el cumpleaños de Ámbar. Mamá alquiló una limusina, fui junto a Mateo, Jazmin y Delfi, y mientras ellas sacaban la cabeza por el techo, Mateo me besó. No sé si Ámbar nos vio, pero me miró mal, y justo cuando íbamos a entrar al restaurante aparecí aquí. —respondo con rapidez, no sé si se me entendió.

Nina me miraba preocupada, negó con la cabeza.

—¡Simón! —vi a mi amigo pasar por el pasillo y volteó al oír el llamado de Nina. —Dile a Mateo que venga, porfa.

—¿Está todo bien? —pregunta mirándonos a ambas, me mira preocupado. —¿Lu? —coloca sus manos en mis mejillas, preocupado.

—Si, no pasa nada. —niego y él sale del camarín yendo a buscar a mi novio.

—Luna, por favor respira que estás temblando. —me mira y ya su tono de voz cambia, eso no significa nada bueno. —Luna, hey, mírame. —mueve su mano frente a mi rostro.

—Nina es que no entiendo, fue de la nada, yo no lo esperaba, no sé en qué momento volví—

No sé si se me entendió algo, solo vi que Mateo entraba corriendo al camarín y se me acercaba, abrazándome y murmurando que todo estaría bien. Yo de verdad no escucho nada, no sé si el tiempo se paró o yo me termine desmayando, cosa que lo veo bastante probable. Puedo mirar pero es como si estuviera en una burbuja o con los oídos tapados, las voces eran demasiado complicadas de reconocer y ni puedo distinguir las palabras.

Tras un rato, dejo de sentir que me hundo y mi visión también vuelve a ser clara, dejando ver a Mateo, Simón, Nina, Jim y Yam preocupados frente a mi. Yam apoyada contra la pared junto a Jim, Mateo me tenía sobre sus piernas y Nina y Simón frente a nosotros.

—Ya está, ya pasó. —murmura Mateo y me encuentro apoyada en su pecho, él acaricia mi pelo. —Ya pasó Lu.

No entiendo absolutamente nada.

¿Sería ridículo preguntar qué pasó?

—¿Ya pasó? —pregunta Gastón entrando con rapidez y fija su vista en mi. Al mirarlo confundida, suspira aliviado. —Ya está, ya pasó. —le dijo a Nina, quien se acercó a abrazarlo con rapidez.

—¿Qué? —murmuro solo para que Mateo me escuchara. Me aferré a su polo con una mano. —¿Qué pasó? —levanto la mirada hacia el italiano.

—Vamos, Ámbar nos espera. —dice Nina, y los demás se levantan, dejándonos solos y saliendo del camarín por la puerta del escenario.

—¿Mateo?

—Tuviste un ataque de pánico, Luna, nos asustaste.. cuando saliste de casa no estabas así, Nina llamó a Simón.. —eso, eso sí lo recuerdo. Hasta esa parte sí recuerdo. —..estás bien.

Mierda, sigo volada.

—Ya pasó. —respondo y suspiro, de verdad es que no caigo en cuenta de nada.

—Hey pequeña, ven aquí —me abraza con fuerza y besa mi frente.

—Perdón. —murmuro.

—No pasa nada, esto nadie lo puede controlar. —responde con cariño. —¿Segura que ya te sientes mejor?

Asiento. —Más tranquila, si.

—Bueno, entonces vayamos con los demás. Nos quedamos un rato y volvemos a casa, ¿si? Aún no te ves bien. —admite preocupado.

—Dale. —aseguro y me toma de la mano para salir.

Nos acercamos hacia la pista, Nina me mira aliviada cuando me ve acercarme con mi novio. Nos colocamos frente a la mesa con mantel rosa enorme y volteamos al ver a Simón entrar con Ámbar. Él le tapa los ojos y ella camina lentamente.

—Simón, ¿ya?

—Tranquila bonita. —bromea y nosotros reímos.

Justo cuando llegan frente a nosotros es donde los puedo ver bien y siento un escalofrío. Ámbar lleva el mismo vestido plateado y café con flores en la falda. Es el mismo vestido de la hermana de Sol, es..

Delfi y Jazmín entran tras suyo y trago nerviosa, me estoy alarmando. Llevan los mismos vestidos y accesorios.

Volteo hacia mi novio y de la nada sus jeans y su polo son un elegante terno negro y trae flores en las manos.

Y yo..

Bajo la mirada y estoy con el vestido azul.

Esto debe ser una broma. A mi alrededor todos desaparecen de golpe. Nina, Simón, Jim y Yam, Gastón y Pedro. Parpadeo nuevamente y el roller desaparece, quedando yo sola frente a Ámbar.

La veo negar, darse vuelta e intento seguirla, pero ella se aleja cada vez más y todo se vuelve más pequeño, y más pequeño, y ya no distingo nada más.

Todo vuelve a ser negro de nuevo. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 24, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Donde alguna vez hubo fuego -Luna ValenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora