La Broma de Pevees

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Casi no había logrado dormir. Me debatía entre escribirle o no a mi familia. al final me dormí y no hice nada. Como solia pasarme cuando no tenia los mejores dias soñé con tormentas.

Me desperte mas temprano que mi compañera de cuarto para que no nos cruzaramos en coger el baño.

Me miré al espejo con mi nuevo uniforme ahora con decoraciones verdes. Y pues... no estaba mal. Me veia increible de hecho. El verde me quedaba bien.

Ya habia decidido. Si el sombrero seleccionador me habia puesto en Slytherin ¿porque tendria que cambiar eso?. Obviamente habrian murmuros y chismes, tendria que aguantar burlas y todo pero era unica. no como toda mi familia. Ademas solo porque otros magos malvados hubiesen estado en aquella casa no significaba que todos los slytherin eran iguales. Asi que Menton en alto, espalda recta, mirada altiva y a comerme al mundo.

Empeze a caminar por un monton de pasillos intentando encontrar el gran comedor para desayunar pero el castillo era gigante, habian mas de 100 escaleras. Nisiquiera tenia idea de donde estaba parada.

- Oh, mira a quien tenemos aqui, Fred.

Eran los gemelos Wesley.

- Nada mas ni nada menos que Kate Spiering de Slytherin, George.

- Saludos a ustedes tambien Gryffindors - les hice una pequeña reverencia jugando a la cual ellos respondieron igual solo que un poco mas exajerada.

- ¿Nuestra pequeña Slytherin esta perdida? - argumento Fred.

- No. Solo no pienso desayunar y quiero perderme ¡alrededor de todo esto! - dije sarcastica -. por favor ayudenme - rogue.

Ellos se burlaron.

- Bueno, pero con una condicion.

- No nos vayas a morder, eh - ambos rieron. Coloque los ojos en blanco.

- Síguenos pequeña serpiente - dijo George.

Me llevaron por un tunel atra vez de un espejo. Y cuando menos me di cuenta estabamos al lado del gran comedor.

- ¿Como hicieron eso? - les exalte.

- pasadizos secretos de Hogwarts - dijo George.

- pero son secretos... - dijo Fred.

- ¿Enserio? no sabia - dije para mi misma

- Asi que... Shhhhh - continuo Fred.

- Bueno chicos, gracias. Adios zanahorias.

- Chao, chao - dijeron al mismo tiempo.

Cuando entre en el gran comedor, todo se me hizo familiar. Solo que ahora los grandes ventanales eran los que alumbraban el lugar.

- ¡Hey! - Natalia me saludó. Sus amigas estaban con ella ya sentadas todas comiendo -. Buenos dias, Kate - se paró de la mesa y se aproximoó a mi lado. Obvio que no queria que todos escucharan lo que me iba a decir - ¿como estas? - me miro angustiada. Sabia a lo que se referia.

- Excelente ¿por?

- ¿E-enserio? - ahora me miro incredula.

- Claro. Todo es magnifico. veremos como me va hoy en las clases.

- Bueno... de igual manera quiero que sepas que no nos importa que estes en Slytherin, es raro pero, te seguimos queriendo muchisimo, ¿De acuerdo?

- ¿Okey? - y se fue.

Me sente en un lugar donde no habia nadie y me comi un sandwich con mermelada de mora y mantequilla de mani. En esas llego la subdirectora y me entrego mi horario de clases.

Tenia encantamientos con los de Ravenclaw.

Y hablando de Ravenclaws, una voz conocida me llevo a Thiago. se sento en una mesa con dos amigos. Ni siquiera me miro, o tal vez si lo hizo. Estupido nerd.

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ANTES DE LA CLASE DE ENCANTAMIENTOS

- Hola, Kate - me sobresalte.

- ¡THIAGO! ¡Me asustaste!

- ¿Hoy tenemos clase juntos, cierto?

- Es lo que dice el horario.

- ¿Quisieras que no fuera asi?

No dije nada.

- Escucha, Kate, lo siento, no debi decir todo eso ayer...

- ¡Thiago! - uno de los amigos de mi primo llego a nuestro lado - Hola, prima de thiago. ¿puedo robármelo?

- Todo tuyo.

Arrastro a Thiago hacia el lado contrario de donde me dirigia.

- ¿viste su cicatriz?

- Si. Míralo es el.

- ¿Crees que lo recuerde?

Los murmullos sobre Harry Potter estaban en cada rincón del castillo. No entendía porque, okey, si, sobrevivió al que-no-debe-ser-nombrado pero no era para tanto, ósea, solo era un niño cuando paso, en realidad yo sentía lastima por el, seguramente no tuvo una vida facil. ¿vivir diez años de tu vida en el mundo muggle y de pronto te lanzan el rollo de que eres famosísimo y que nunca perteneciste al mundo donde todos los días intentabas encajar?

- ¡Oye! mira por donde vas - había chocado con el hombro de Draco Malfoy y habia hecho que nuestras varitas cayeran al suelo. (Mi varita era de roble con nucleo de cabellos de unicornio. Al extremo tenia una rosa y habian pequeñas olas talladas en la madera)

- ¡Oye! Disculpa - me rei de mi broma.

Ambos nos agachamos a la misma vez y nuestras manos chocaron cuando intentamos coger la varita que nos correspondía. Sentí el calor subir a mis mejillas. Agarre la varita mas cercana que era la de Malfoy y el la mía. Nos enderezamos e hicimos intercambio de varita.

Se quedo un rato mirándome de arriba, abajo hasta que Wesley y Potter pasaron por nuestro lado. Los miro con rabia se volteo y siguió su camino.

El tik tak del reloj llamo mi atención. Ya casi era hora de la clase asi que me apresure a buscar el camino correcto. pero era un completo lio. me halle en un pasillo solitario donde estaba pevees molestando a los retratos. Me voltee rapido antes de que me viera pero era muy tarde.

- Vaya, vaya. Quien esta chiquilla, slytherilla.

- Una con quien no quieres meterte, pevees - le advertí.

- ¿Ah, no? eso lo veremos.

En una tronada de dedos Pevees me había teletransportado al frente del salon donde nos daban encantamientos.

Confundida dí el primer paso para entrar y...

A montones me calló encima un liquido verde que olía ASQUEROSO. Con la cara hirviendo y con miles de palabrotas que estaban por salir de mi boca, podía oír como se reían muchos estudiantes y casi podía ver a Pevees doblándose de gracia.

- ¡¡¡¡¡PEVEES!!!!!

El Poder de una SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora