029.- Doctor Kanou.

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Advertencia: lemon (+18)
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―Papá...―El sujeto se parecía tanto a su padre, pero no, debía ser solo una coincidencia absurda, aunque casi se le salen lagrimas por recordarlo. ―...No, olvide lo que acabo de decir, estoy un poco confundido, eso es todo.

Sin embargo, el mayor se lo quedo mirando unos instantes, un poco desconcertado, parpadeando y asintiendo no muy convencido.

―¿Estará aquí Akashi-sama? Me dio esta dirección, quería decirle algunas cosas, perdón si no me presenté adecuadamente, mi nombre es Kanou Kaoru.

―Ah, es el doctor del cual Masaomi-san hablo, yo soy Akashi Kōki, un gusto. ―Hizo una reverencia educada y condujo al mayor a donde estaban los demás Akashi, aunque el sujeto parecía saber cómo era la estructura de la casa.

Furi calentó la leche y trajo las botellas llenas del líquido al poco rato para sus bebés, mientras se fijaba que el padre de su marido parecía mirar con demasiado interés al doctor Kanou. Mientras Kōki sostenía a uno de los bebés, le paso otro a Seijūrō, aunque no sabía con quién dejar al tercer bebé. No lo quería hacer esperar por su leche.

―Entréguemelo a mí, yo lo alimentaré―Se ofreció el doctor con una sonrisa amable.

Furi dudó por unos instantes, pero lo hizo, ese hombre le recordaba tanto a su padre que no pudo evitar dejárselo, aunque su esposo lo miro un poco un poco extrañado de que le tuviera tanta confianza a un hombre que apenas conoce ¿Acaso también le gustaba aquel hombre mayor?

El león tuvo un mini ataque de celos mientras el tal Kanou alimentaba a Miaka, quien miraba al hombre chihuahua y le tocaba el rostro mientras era alimentada.

―Bien, entonces la cirugía para que Kuroko Tetsuya vuelva a ser normal ¿Cuándo sería? ― Seijūrō rompió el silencio hablando de una manera educada, tratando de sonar lo más normal posible y lo menos celoso que pudiese, aunque por dentro ardía de rabia.

―Ah, sí, sí, pues a más tardar mañana creo, pero tiene que ir bien limpio va a ser algo un poco arriesgado. ―La forma de expresarse del hombre era un poco tímida, parecía que era un Omega.

Mirando al hombre detalladamente de pies a cabeza, se parecía a una versión de Kōki, pero más adulto y con el cabello algo más rubio. Seijūrō negó, quizás los chihuahuas tenían ese parentesco.

―¿Y aceptara lo que le pedí? ―Masaomi miró con coquetería al chihuahua mayor quien se alteró un poco, dando un pequeño sobresalto ante ese comentario.

―Usted es un león Akashi-sama, yo soy un simple chihuahua, además sé que está casado. No podría hacer daño a una familia.

―Pero me voy a divorciar pronto―El padre de Akashi no parecía perder el entusiasmo―. ¿No le interesaría al menos conocerme?

Seijūrō apenado niega mirando de reojo a su padre. ¿Qué nunca se le quitara lo Casanova?

―La verdad no. Ya estoy viejo para tener un romance e insisto soy un simple chihuahua.

Arrullo a la pequeña ignorando al hombre mayor con algo de susto, pues esperaba que este no le matase por rechazarlo. Parece que le tenía miedo sinceramente. Pero al ver a la niña se sobo una sien con la mano que tenía libre―Dirán que es raro, pero esta niña me recuerda a un niño pequeño―Mira a Kōki fijamente por unos minutos ladeando la cabeza hacia un lado un poco curioso, como examinándolo, hasta que de pronto grita―. ¡¡Eras tú!!¡Tú eras ese niño! Pero ¿Por qué? ¿Cómo? ¡Pero si solo era un niño! No entiendo nada.

―¿Ah? ―Kōki se sobresaltó, seguramente lo que presentía si era verdad―¿Entonces en verdad es mi padre? ―Deja al bebé que había terminado de alimentar dejándole en su cunita porque se durmió y se acerca al otro chihuahua.

―Creo...que sí. Todo aquí se me hace muy conocido. Demasiado―Dice mirando alrededor de la habitación―. Aunque más viejo.

―Papá, yo pensé que habías muerto―Bota un par de lágrimas. ―. Aún recuerdo que en barco en el que viajábamos se volcó, y te pegaste en un barandal antes de caer al agua después de que cayeran mi hermano y mi madre. Supuestamente solo yo me había salvado...―No pudo seguir hablando en ese instante, estaba con demasiadas emociones atoradas en la garganta. Siempre creyó que ya no tenía a nadie de su familia.

Su pareja le acaricio la espalda suavemente mientras cargaba a Ouji con el otro brazo quien terminaba de beber su leche. Kōki seguía derramando lágrimas, demasiado conmocionado, casi en shock, pero feliz.

Masaomi miraba a cada uno de los chihuahuas alzando una ceja, su hijo le miro enojado esperando a que a su padre no se ocurriera coquetear mientras los castaños hablaban.

―Yo recuerdo que desperté en un hospital, cerca de la costa este de Estados Unidos, en un principio no recordaba nada, solo recordaba mi nombre y que era médico, un doctor de allá que era de origen japonés me puso ese apellido: Kanou, la gente me acogió bastante bien, seguí estudiando medicina y me fue bastante bien, aprendía más rápido que los demás y bueno, volví hace poco a Japón, porque Akashi-sama necesitaba ayuda para Kuroko Tetsuya. Aunque no recuerdo ser Akashi, ni ser parte de su familia ¿Akashi era nuestro apellido?

Furihata negó insistentemente al igual que su esposo.

―Nuestro apellido es Furihata...pero yo me casé hace casi más de un año, Sei es mi esposo, digo, Seijūrō Akashi, del clan de los leones―Le indica al pelirrojo que miraba ahora con desconcierto al par―Y los bebés son nuestros hijos.

El hombre mayor quedo entre impactado y emocionado al saber eso. Tantas cosas habían pasado y el de a poco iba recordando. Furi decidió que ayudaría a su padre a recordar todo. 

Lazos Involuntarios (Re Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora