Lazos Involuntarios (Re Editando)

004.- Cita parte 2. Nash Gold. Sentimientos.

Ese lugar era uno de los favoritos de Furihata así como la misma biblioteca y donde vendían los trenes en miniatura que compraba con el dinero de su trabajo. Se quedó mirando los libros nuevos de biología, luego algunos muy interesantes de sagas que estaba leyendo y que habían sacado tomos nuevos. Les dedicaba una mirada a la mayoría de los libros, incluso los que no parecían tan interesantes eran algo que Furihata desearía leer. Le encantaría tener su propia biblioteca repleta de libros para leer uno cada día.

Akashi lo observaba de reojo al ver su emoción por cada libro que veía. Le gustaba el ánimo de aquel joven por algo tan simple como unos libros, obviamente a él también le gustaba leer, pero el ya no podía ser tan expresivo como lo era el chihuahua en aquel instante.

Seguía convencido que Kōki Furihata era la persona perfecta para quedar unida a él.

Era algo bueno haber sido vencido por alguien así: Era expresivo y no hacia todo lo que él quería para agradarle, tenía sus propias opiniones y además su olor despertaba en él algo similar al celo.

Claro que respetaba a quien era su prometido, pero de que había una fuerte atracción química la había y realmente le preocupaba si es que alguno de los dos llegaba a presentar el celo, pues por mucho que sepan controlarse los instintos suelen ser traicioneros.

— ¿Quieres que te compre un libro Kōki?

—No, fui yo quien te invito a esta cita, así que yo te compraré algo. Además no quiero depender del dinero ajeno, así que escoge tú un libro y yo te lo pagaré...

—Eres realmente un muy buen novio.

—Basta, me pones nervioso. Ve y escoge algo bonito.

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Una persona les observaba, después de haber practicado básquet con sus compañeros un rato y haber parado porque uno de ellos le dieron ganas de ir a comer, sin embargo a él solo le interesaba cierta persona y no perderla de vista por eso no les había acompañado.

—No lo puedo creer aún, que asco en verdad...

Su hombro fue tocado por otra persona, que estaba en lo mismo que este, pero para un diferente propósito.

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Kuroko miró a Murasakibara con curiosidad pues no sabía porque la tienda a la que iban quedaba tan lejos encima cerca de Betas que eran conocidos por no agradarles mucho los Alfas u Omegas

— ¿Por qué se supone que estamos por acá Murasakibara-kun? La gente ya está empezando a notar que no somos como ellos, no quiero perturbarlos aún más o que empiecen a atacarnos. —Su voz sonaba levemente preocupada.

—No te preocupes, les asusto así que no hay problema Kurochin. —Mueve la mano como espantando una mosca —Es que aquí venden unos dulces muy deliciosos y no quería ir solito porque queda lejos y lejos no me dan ganas de salir.